El homenaje más emotivo a la Batalla de Flores de Valencia
Pese a no haberse celebrado por las restricciones, una exposición de varias carrozas nos ha recordado la pasión que vive Valencia por el arte floral y las fallas
La pandemia ha obligado a suspender un año más la tradicional Batalla de Flores de Valencia que llena la Alameda de flores, color y luz en uno de los eventos más esperados de la Feria de Julio.
Pese a las restricciones y al aplazamiento de muchos actos, Valencia ha querido honrar a esta fiesta y a sus creadores, los artistas carroceros, con una muestra efímera que hemos podido ver este fin de semana en la plaza de San Agustín.
Diversas carrozas engalanadas con flores como muestra del arte floral y fallero que emana por la sangre de los valencianos. Este año se habría celebrado la 126ª Batalla de Flores, que nació en 1891 por Pascual Frígola Ahís Xaemar y Beltrán, Barón de Cortes, a semejanza del popular festejo del mismo nombre que se celebraba en verano en la ciudad francesa de Niza (Francia).
Valencia fue la segunda ciudad del mundo y la primera de España a celebrar el festejo. Tradicionalmente, la Batalla de Flores se celebraba el 31 de julio, el último día del mes, hasta que no hace muchas décadas pasó definitivamente a fijarse el último domingo de julio.
La Batalla de Flores y las Fallas
Originalmente, la Batalla de Flores consistía en un desfile de carruajes ricamente engalanados de plantas y flores para reconocidos floristas locales, desde los cuales varias señoritas y algunos jóvenes arrojaban clavellons como si fueran proyectiles.
En Valencia, debido al cambio de época de celebración, se decidió utilizar el clavel en vez del clavel, acompañado de pétalos, hojas, serpentinas y confeti. Al carruaje original se le añadió primer algún elemento decorativo para representar un monumento, un paisaje o un animal. Pasadas las primeras décadas del siglo XX, se incorporaron carrozas construidas por artistas falleros.
