elperiodic.com
SELECCIONA IDIOMA
Castellano
Per Ángel Padilla
Yo, animal - RSS

Reseña de «Convocando al fantasma. Novela crítica en la España actual»

    FOTOS
    Reseña de «Convocando al fantasma. Novela crítica en la España actual»- (foto 1)

    INTRODUCCIÓN

    "Convocando al fantasma. Novela Crítica en la España actual" (Tierradenadie ediciones 2015) es un ensayo escrito por varios expertos en literatura, coordinado por David Becerra Mayor. En dicho ensayo se analizan las novelas editadas en la actualidad cuyo contenido es crítico, confrontativo, o cuando menos, de réplica y señalamiento indignado y/o airado al sistema opresivo que vivimos, capitalista, tiranizador, enloquecido; que más que nunca convierte -lo intenta cada día- al individuo en mero objeto (uno más de los engranajes de la gran maquinaria que hace girar todas las cosas del mundo desde el comedor de los Rockefeller y demás parásitos millonarios que componen las -¿quién sabe?- ¿50? ¿70? multimillonarios que toman todas las decisiones sobre esta Tierra). "El mundo nada puede contra un hombre que canta en la miseria", es frase de Ernesto Sábato. Recordemos cómo en la novela "Un mundo feliz", de Huxley, se adoctrina a los ciudadanos de un futuro distópico en que ser parte de la masa conduce a la única posibilidad de ser feliz: "Todos somos de todos" es uno de los mantras que se repiten, aunque, como en "Rebelión en la granja", con el manifiesto de los cerdos (donde dicen "Todos somos iguales. Algunos más iguales que otros"), al final cada verdad que se vende como perfecta por cualquier tipo de poder, contiene letra pequeña. La letra pequeña, más relevante que la grande: ya sabemos, que en cualquier mundo que comunitariamente aspire mediante gobiernos a cualquier tipo de "repartición justa", si dicha repartición (y todo lo demás) es regulada por un gobierno, quien gobierna siempre tendrá "una porción más justa" del reparto. Hoy, todo político -mantengo- es un trabajador muy bien pagado, contratado por los ciudadanos de cada país mediante voto, para que cumpla determinadas funciones. Los ciudadanos ejercen de Dirección de personal, contratan trabajadores para que gobiernen las finanzas y los destinos de sus casas y familias y luego se olvidan. Si, con el tiempo, alguien les dice que los trabajadores contratados -determinado partido político que gobierne- han desbancado sus cuentas familiares, protestarán ante el mostrador del bar. Ahí todo el tiempo presente.

    La literatura de la conciencia crítica viene a protestar "fuera del bar", fuera de las casas y en Ágoras públicas. Más adelante veremos que esto no es así del todo.

    MOTIVOS Y HERMENÉUTICA DE LOS AUTORES DE LA CONCIENCIA

    Ellas, ellos, los nuevos literatos rebeldes. Alejados de corrientes literarias románticas o populares (hoy) que siguen tratando temas de amor, de familia, de relaciones sociales, con entramados "fáciles" y reconocibles, cómodos, para el lector actual (uno que de común no lee más que las novedades editoriales conocidas en un boca a boca o anunciadas por la tele o en los periódicos, uno que no suele leer los clásicos, etc.); digo, lejanos a esta literatura de entretenimiento y de mera narración de lugares comunes, aburrida hasta el hastío, los novelistas y autores de las novelas estudiadas en este ensayo, coinciden en una intencionalidad, la de ser molestas pero no por desearlo, ser molestas, sino porque lo son per se ya que no son cómodas, son obras que cuestionan el presente nuestro, las formas de gobierno, las formas de vivir del humano moderno, de relacionarse, de obrar en todas las áreas. En general son anticapitalistas y sueñan con un mundo mejor en que los humanos se relacionen de maneras amables y comunalmente, entendiendo "comunalmente", según cada autor tratado en este estudio, de maneras muy distintas (no son ausentes de la política, como tal -votar y creer en partidos- una buena parte, no sabría cuánta, de los autores críticos, cuestión que iremos tratando que es rara, por nombrarlo de alguna manera: un enfant terrible, y más hoy en día, que critica al sistema, lo primero que debería hacer es controntarse totalmente contra lo piramidad, en la cumbre de tal pirámide, la humillación y el horror de todo gobierno y todo ciudadano votándolos).

    Son obras, las tratadas en este gran ensayo, de autores encuadrados en un movimiento actual literario cada vez más conocido y asentado, el de la literatura de la Conciencia Crítica o de la Conciencia.

    ¿Por qué esta literatura se denomina de la Conciencia?

    En la introducción del grueso ensayo (500 páginas), David Becerra Mayor explica que la novela crítica es aquella que es contrahegemónica, disidente y de oposición.

    Es interesante la reflexión que en dicho prólogo Becerra trae de Perry Anderson: "El fin de la historia no equivale a haber alcanzado un sistema perfecto, sino la emilinación de alternativas mejores". Becerra añade que "parecía que al final el capitalismo había logrado espantar al fantasma" (de ahí, con el concepto de fantasma, la explicación del título del ensayo). Sigue Becerra: "El fin de la antinomia deja vía libre al capitalismo para imponer un sistema a escala mundial. Ya nada escapa de la lógica del capital, que todo lo controla y lo acapara. [...] En el capitalismo avanzado, la literatura, y muy especialmente la novela, queda reducida a mercancía, y su valor no es mayor que el de cualquier otro objeto de consumo."

    Frente a esa sumisión a los rigores, imposiciones, del mercado literario, de la mayor parte de los autores que deseen ser leídos, una resistencia aguanta y se confronta, despierta y, para despertar: ahí la Conciencia, y ahí lo crítico. Estamos, pues, ante un verdecer de la poesía social anterior, pero con más apertura del ámbito de protesta (pues entre los autores de la corriente de la conciencia crítica se encuentran algunos concienciados con la crisis medioambiental, contra el racismo, patriarcado; alineados con luchas como la feminista, la antifascista e incluso la antiespecista (entre los que, como autor, me encuentro, y aparece mi obra recogida en el ensayo; más adelante abordaré, también, este punto: el del antiespecismo como urgencia 'temática' y casi inexistente en la literatura de la Conciencia crítica).

    Importante añadir para clarificar el ambiente en que han emergido estos autores, en palabras de Becerra: "Mientras el discurso dominante se ha vuelto realista, la novela de oposición se ha puesto a reflexionar sobre el lenguaje. La realidad deja de ser objeto de interés narrativo, pero se empieza a hacer especial hincapié en el lenguaje, precisamente por su capacidad de construir realidades. En un momento histórico de posmodernidad, donde se ha interiorizado el discurso de que "todo es lenguaje" y donde la realidad no existe sino como relato o estructura narrativa, es sin duda sintómatico que los novelistas críticos se posicionen frente al lenguaje y escriban contra los relatos que la clase dominante nos impone para legitimizar su perpetuación en el poder. No se trata solamente de describir la realidad, sino de describir los velos que la cubren o la opacan."

    Determinante es, asimismo, traer aquí la sinopsis del ensayo que estamos analizando; así dice: «¿Existe acaso y es posible una novela crítica –disidente, contrahegemónica, de oposición– en el capitalismo avanzado, cuando este muestra su rostro más totalizador?» Esta es la pregunta con la que se abre este ensayo de ensayos y a la que se responde a lo largo de sus casi quinientas páginas… «No se trata, pues, solamente de observar cómo la literatura se ha convertido en mercancía al ser absorbida por la lógica del mercado capitalista y cómo el capitalismo se ha hecho naturaleza y se ha convertido en nuestra vida»; sino de cómo un grupo de novelistas y de novelas buscan y encuentran las contradicciones que atraviesan este sistema aparentemente monolítico e inmutable; y cómo sus autores se han negado y se niegan a admitir el “final de la Historia”. Frente al fantasma del capitalismo, estas novelas y estos novelistas críticos convocan de nuevo al otro fantasma, el de la confrontación y el del antagonismo, que hizo temblar al capital durante más de un siglo. Pues escribir así no es otra cosa que “convocarlo”, como dice uno de los personajes de El comité de la noche de Belén Gopegui. Y esto es justamente lo que hacen los novelistas y las novelistas estudiados en este libro, un nutrido grupo que, por primera vez, quizás, son analizados como lo que son, una corriente novelística clave de la España actual, una corriente resistente que ha emergido por fin, aquí, identificada y examinada por un variado elenco de especialistas coordinados, en forma soberbia, por David Becerra Mayor.

    CAPÍTULOS Y AUTORES TRATADOS EN EL LIBRO

    Creo, para abordar el ensayo, es necesario desplegar el índice:

    Como ya se anotó, hay una introducción realizada por el Coordinador del ensayo, David Becerra Mayor.

    Despues, sigue el capítulo "La trayectoria novelística de Rafael Chirbes", realizado por Ángel Basanta.

    Y los siguientes capítulos:

    "Belén Copegui o contar lo que viéndose no se mira", por Mélanie Valle Detry

    "Marta Sanz, del realismo a la posmodernidad", por David Becerra Mayor

    "Isaac Rosa a la búsqueda del conflicto perdido", por Mélanie Valle Detry

    "Alfons Cercera o la novela del disenso", por Anne-Laure Bonvalot

    "Rafael Reig o la épica de Filemón", por Manuel Guedán Vidal

    "Invierno en la ciudad feliz. La narrativa de Elvira Navarro y la zona de la angustia", por Jesús Peris Llorca

    "Panfleto para seguir viviendo de Fernando Díaz. El extraño caso del panfleto que no quería ser literatura", por Constantino Bértolo

    "Responsabilidad o capitalismo: sobre 'Inmediatamente después' de Eva Fernández", por Francisco Fernández Ramos

    "El hombre y sus márgenes. La novela social de Javier Mestre", por Carlos Ferández Liria

    "La sociedad presente como materia novelable. La ficción comprometida y la dialéctica de la realidad de la narrativa de Matías Escalera Cordero", por Francisco Álamos Felices

    "La contradicción del género en las novelas de Fanny Rubio", por Ana Moreno Soriano

    "En busca del sentido: exceso y crítica social en 'Karnaval' de Juan Francisco Ferré", por Christian Claesson

    "Mirar al futuro para comprender el presente. Novela española contemporánea de ciencia ficción crítica", por Alberto García-Teresa y Juan Manuel Santiago

    "Las novelas de la periferia: otras narrativas críticas con la realidad actual", por Cristina Somolinos Molina

    ENTREVISTA A MATÍAS ESCALERA CORDERO EN RTVE

    Como se ha visto, hay un capítulo del ensayo "Convocando al fantasma..." que analiza la narrativa de Matías Escalera Cordero. Creo viene al punto transcribir algunas de las cosas que Matías dijo en una entrevista que le realizó la Rne a propósito de la corriente literaria de la conciencia crítica. Me gustaría detenerme un poco en esta entrevista y lo que dice el novelista y poeta de la Conciencia, antes de proseguir y finalizar con el análisis (subjetivo, siempre, por favor, que esto se tenga muy en cuenta) del interesantísimo y necesario libro del que se habla en esta humilde reseña.

    Lo primero que recojo es la síntesis que el espacio radiofónico publica en su página sobre la entrevista de radio que el 30 de junio de 2022 le hizo a Matías Escalera, esto dice la reseña que publicita la entrevista:

    "En el centésimo décimo programa de Poesía Exterior jamás nos permitiríamos, para llevar a cabo nuestras literarias intenciones, modificar los derechos, usos y costumbres de la ciudadanía. Sin embargo, si nos hemos permitido el placer de disfrutar con la presencia del poeta Matías Escalera Cordero, filólogo e hispanista, asesor internacional de la revista Verba Hispanica de la Universidad de Ljubljana (Eslovenia) y uno de los máximos exponentes de la ya consagrada poesía de la Conciencia Crítica, a quien se le respeta porque puede mirarnos a la cara con el orgullo de no tener motivos para avergonzarse. ¿Podría una conciencia no ser crítica?, ¿qué es la Poesía Social española?, ¿hizo falta una España de bronce para que surgiera un Siglo de Oro?, ¿es recomendable saber sufrir para ser un buen poeta?..."

    Transcribo alguna de las cosas dichas por Matías Escalera en esta entrevista:

    Ante la pregunta del entrevistador sobre ¿Qué es la Conciencia Crítica?, esto es lo que responde Matías:

    "En realidad, si te digo la verdad, conciencia, o la toma de conciencia, es en sí misma, crítica. Esto es, o hay un enfrentamiento crítico con el mundo o no hay conciencia. Y si pasamos a qué es la poesía de la conciencia crítica tal como Alberto García-Teresa la ha definido, pues es aquella que toma el conflicto primordial que nos constituye como sujetos en las sociedades actuales, léase Capital-trabajo, explotación-liberación, como el eje central de la poesía. Pero... con abordajes diversos; esto es: yo tengo compañeros desde un punto de vista experimental y de vanguardia o desde un punto de vista figurativo o realista. El abordaje retórico no importa. Lo que importa es que el eje que atraviesa tu escritura sea el conflicto que nos constituye en las sociedades actuales, básicamente Capital-trabajo, explotación-liberación."

    A la pregunta del entrevistador respecto a que dónde han estado estos poetas (de la conciencia crítica) "...ahora que se han derogado total o parcialmente los derechos de libre albedrío, de reunión, de expresión, de inviolavilidad del domicilio o de derecho al trabajo?, contesta Matías Escalera: "No tenemos acceso a los grandes medios que tienen otros. Ese es el problema. El problema no es de quien dice, sino de si tienes el canal para decirlo. Nosotros tenemos canales, pero llegamos a donde podemos llegar. Pero estamos constantemente moviéndonos, posicionándonos, tomando nuestras posiciones en las fronteras, en las trincheras. Lo que sucede es que no llegamos a los grandes medios. Los grandes medios están al servicio de otras causas. Por ejemplo, alguno de estos poetas han logrado llegar de modo casual y absolutamente tangencial a 'Babelia', pero ¿quién llega a Babelia? Tenemos el canal Voces del Extremo; hace poco estuvimos en el evento 12 horas contra la guerra, en Delicias, en un centro social ocupado. Estamos contra la ley mordaza, contra aquellos modos que tiene el sistema de controlar o de someternos, estamos ahí. Otra cosa es que, sí tú haces una valoración por lo que lees y escuchas en los grandes medios, que es donde 'se cuenta el mundo', allí no estaremos o muy pocas veces nos verás. [...] Yo creo que la poesía de la conciencia crítica no sólo es una de las corrientes más ricas no sólo de la actualidad sino también de la historia de la literatura. Hombres y mujeres que están dando lo mejor de la actual literatura española."

    LA CONCIENCIA CRÍTICA, PARA MÍ, DEBERÍA SER APOLÍTICA, O, MEJOR, ANARQUISTA, Y MEJOR AÚN, POR COHERENCIA, ANTIESPECISTA

    A esta altura de esta reseña, el lector ya tendrá suficiente información respecto a la obra, pero en esta parte última deseo expresar mi opiníón, y teniendo en cuenta que soy uno de los autores estudiados en este ensayo -e incluido como componente de esta corriente literaria desde hace unos años- (concretamente por mi novela distópica animalista "Mundo al revés" -en tanto a novelistas de la Conciencia crítica; pero también se me incluye en esta corriente por mi obra poética y dramatúrgica antisistema y animalista-), creo que mi opinión personal puede arrojar algo más de sentido al avanzar y emerger de esta corriente literaria. ¿He hablado de 'algo más de sentido'? Pido disculpas, me refería a que puedo desordenar un poco más el desorden, hablo de, entre los salvajes, dar más miedo con pinturas de guerra más feroces.

    Comenzaré reflejando lo que dice Hóscar Collado Sancho, de la Universidad de Valencia, en una reseña que publica de "Convocando al fantasma...", sobre el capítulo "Mirar al futuro para comprender el presente, novela española contemporánea de ciencia ficción crítica.":

    “Hablamos de novelas que hacen del componente crítico algo central en su desarrollo; aquellas que aportan una perspectiva crítica de nuestro mundo, más allá de la alusión o de la crítica lateral” (425). El único artículo escrito a dos manos, por Alberto García-Teresa y Juan Manuel Santiago, es un verdadero pozo de sabiduría pop en el que el lector encontrará títulos a los que no es fácil acceder. Es una tarea honesta de reivindicación que no cae en una loa incondicional en la producción de un género como la ciencia ficción. Si bien García-Teresa y Manuel Santiago abren el su texto ahondando en la capacidad crítica del género y encuadrando acertadamente sus posibilidades sin necesidad de recurrir a la enésima referencia a Jameson, son sinceros con el corpus que les toca analizar. “Ante la diversidad de usos y de funciones ideológicas que ha tenido el género, ese enfoque crítico no ha sido el más utilizado aunque sí el que ha logrado más prestigio y mayor trascendencia para el público no especializado” (423). Así, “en la novela de ciencia ficción crítica española contemporánea se apuesta por los modelos narrativos ya explorados en la tradición del género. Resulta difícil registrar algún avance especialmente significativo en la propuesta formal y en el plano discursivo” (426) a excepción de los dos sub-géneros: las novelas que de problemática medioambiental y las ucronías como alternativa temporal al relato histórico del capitalismo -por motivos relativos a la constitución del corpus no se analiza ninguna de ellas. Se reivindican a autores como Luis Ángel Cofiño “el autor que más ha trabajado el elemento crítico” (427) al igual que Elia Barceló; aunque si bien es cierto que “llama la atención la carencia de referentes políticos e ideológicos que les ayuden a construir un discurso consistente y transgresor”(427), la originalidad de la temáticas de estas obras es uno de sus puntos fuertes; y así “podremos comprobar como dicha perspectiva de ciencia ficción española crítica permite formular y enjuiciar nuestro presente con un enfoque, iluminando elementos desde ángulos no imposibles desde otros parámetros narrativos, que abre reflexiones, dudas y posibilidades para el trabajo antagonista; que no deben ser desdeñadas por los lectores, críticos ni avctivistas” (428).

    La reseña de Óscar Collado culmina así:

    "Escribir ya es convocar al fantasma. Escribir sobre lo que se escribe atestigua que, cuando se escribe, se conjuran fantasmas. La escritura es entendida, por tanto, como una realidad con capacidad de conjurar (y de ahí la cita que encabeza esta reseña), en medio de una dialéctica entre fantasmas: algo que tiene implicaciones, sí o sí, más allá de las palabras que emplea. Aquí se convoca al fantasma como un rearme de sentido en el escenario de las contradicciones y los antagonismos de aquella realidad que nos ha sido dada. Realidad que tiene que ver con el relato de la historia reciente y fantasma, que como ya hemos dicho, también es un retorno al pasado reprimido de los vencidos y de las zonas brumosas de la transición en las que se gestó la técnica de gobernanza del capital que hoy impera en este país. Convocarlo es, en esencia, hablar de lo que no se habla, conforme no se debe hablar: elucidarlo como el sentido peligroso que es para la comodidad de los tiranos. Convocamos, en último lugar a todos aquellos que nos enseñaron a concitar los fantasmas que la literatura esconde, aquellos que han forjado las armas de las que hoy nos servimos para hablar de todo esto. [...]"

    RESUMIENDO. FINALIZANDO

    Collado expone los motivos por los que esta corriente, que considero, como Matías Escalera y como muchos otros, como la más importante de la actualidad, sin duda, por ser la más rica en obras y autores de novedad y excelencia en mucho tiempo de la literatura española, el punto flaco que personalmente veo a estos autores, la temática, que se sigue quedando corta, porque es antropocentrísta. Política. Con postura política. Analiza el mundo de las ciudades, el humano. Pretende mejorar "la sociedad", se queda corta, insisto, porque "la sociedad", para que la Tierra pueda tener un mañana, y el humano pueda nombrar la palabra dignidad sin que su lengua se ponga negra, se ha de deshacer entre todos casi cada cosa que nos rodea, porque prácticamente todo es mentira entre nosotras y nosotros. Básicamente porque se nombra una "sociedad" a enmendar, a arreglar, un grupo de seres a los que despertar, abrazar y ayudar, fraternalmente, siempre humanos. Seguimos, y sin avanzar por ello, con ese concepto de pueblo que para la poesía social contenía los únicos vecinos por los que cantar y morir: los "semejantes" de los que ya la Biblia habla. Pero no los demás animales, los animales no humanos. ¿Qué les ocurre a todos y todas las autoras de esta corriente para que en sus obras sigan sin integrar a los demás animales como sujetos integrados en la liberación soñada? El especismo. Tristemente, el movimiento literario de la conciencia crítica, es crítico sólo hacia la tiranía de los humanos hacia otros animales humanos, y el mayor de los fascismos, el nazismo de la matanza diaria de millones de animales, naciones del aire, de los mares, de los campos, nacidos ya esclavos, y descuartizados sobre la mesa de quienes dedican sus vidas a luchar por derechos básicos entre humanos, quienes no abren los ojos a la sencillez de que no se puede criticar los fascismos siendo fascista. El especismo lo es, y el peor.

    Por fortuna, un número, aunque reducido, de los autores y autoras de la conciencia crítica, se alinea muy cercanamente a la defensa animal, y sitúan al resto de los animales en sujetos de su conciencia; más sólo son unos pocos los que se declaran veganos y/o antiespecistas, pensemos como tales a Alberto García-Teresa, quien es vegano y últimamente ha escrito obras que podrían encuadrarse dentro de la defensa del medio ambiente y de los animales; por supuesto, el poeta Jorge Riechmann, quien cuenta con una trayectoria literaria animalista amplia. De cerca, Antonio Orihuela, quien se conduele de la situación de las otras naciones, las de los animales no humanos, y como si fueran parecidas a la nuestra. Mas (desconozco si Orihuela es vegano, creo lo es; o si Matías Escalera lo es; si no lo es, pronto estará a serlo, creo), quienes muestran abierta simpatía al respeto animal, ésta no se refleja como temática en su obra, como sí se ha dado tal caso, como he dicho, en García-Teresa, Riechmann u Oscar Horta. En mi caso, prácticamente toda mi obra poética, de narrativa y de teatro, más las letras de canciones, se dedican a todas las naciones, sin apartheid.

    También el poeta Enrique Falcón, uno de los mejores autores de esta corriente literaria, es fraterno con el respeto a los animales (más no tengo noticia de que sea vegano tampoco, como en el caso de Orihuela; sí lo son -hasta donde tengo noticia- Horta y Riechmann).

    Agradezco infinitamente, cuando desde la lucha animalista, hemos realizado concursos literarios con temática animalista, a algunos autores como los citados (entre ellos Teresa, Orihuela y Falcón, muy afectuosos y constantes en este apoyo), la ayuda prestada siempre.

    Mas creo que no es suficiente. El tiempo se agota, las vidas van cayendo. No sólo vidas humanas, mucho más las de los animales no humanos. E, insisto, me parece de una contradicción y falta de honestidad brutal, que autores tan despiertos en la revuelta contra la mentira, respiren saludablemente de ella comiendo a trozos seres que querían vivir.

    En cuanto a la política, no quiero decir que todos los autores y las autoras de la conciencia crítica voten, o sean afines de algún signo político. Mas lo cierto es que veo como una constante el descubrir en muchos de ellos una postura política. Siempre, claro, de izquierdas. Cuando no, más claramente, votantes y afiliados a Podemos. ¿Tengo algo en contra de Podemos o de la izquierda? No. Por supuesto la izquierda suele ser mucho mejor que la derecha (quién duda de eso). Lo que intento decir es que un posicionamiento verdaderamente crítico No puede estar hermanado ni mantener la más mínima amistad con la política, es el mío un pensamiento anarquista, claro, se ve. Por llamarlo de alguna forma. Luchar contra este presente humano, este Sistema, debe pasar -entiendo- por confrontarse contra todo lo que mantiene y sostiene el Capitalismo, el Capitalismo sin política no es nada. Y me hace gracia quienes hablan de que "política es todo". Todos sabrán de qué hablo cuando digo que mientras haya gobiernos, jerarquías de Poder, y peor aún, en tanto quienes dicen ser rebeldes pero sólo llegan en su petición de aboliciones y demoliciones hasta un límite... es como aquellos artistas del renacimiento que se arrimaban a reyes y burócratas para obtener favores (y a la inversa también se producía), los poderosos absorven hacia sí a los artistas de su tiempo, por devoción pero también como una forma de tenerlos controlados. Asimismo, apartarse de un tema que se sabe trae mala fama y te convierte en un apestado (de eso, sé yo bastante, por mi obra), como poco en incómodo, como mucho en molesto, tanto en reuniones de camarillas de poetas, que cuando van al bareto después de las lecturas se comen "todo el monte" mientras añoran un mundo en paz y con futuro de respeto amplio, como la misma obra escrita, se sabe bien que si el tema tratado es animalista, esto es, si no se prepara un argumento entre humanos, que sea reconocible -vendible- por lectores, tanto editoriales como lectores seguirán andando sin mirar, por sentirse ofendidos, tal obra. Así que para muchos es una cuestión práctica, el no meterse en el fango. Si es que han sentido en algún momento hermanamiento con los animales no humanos. Pero qué traición, al fin, al arma poética -la mayor y más potente, nacida desde el amor, adelantada siempre voz a su tiempo-, porque ya lo dijo Celaya: "Maldigo la poesía del que no toma partido hasta mancharse."

    Una muestra de cuán inundada está esta corriente literaria, o sea, cuánto no ha dejado de ser política, es esto que dice Collado: "Realidad que tiene que ver con el relato de la historia reciente y fantasma, que como ya hemos dicho, también es un retorno al pasado reprimido de los vencidos y de las zonas brumosas de la transición en las que se gestó la técnica de gobernanza del capital que hoy impera en este país.", esto es, el devenir histórico de esta nación (España) y en concreto la guerra civil con las dos españas resultantes, o sea el comunismo y la derecha que hoy se ve reforzada en ultraderecha."

    En fin, ya se ve: política como médula de todo, hasta de las historias y movimientos de autores que se les supone una mayor libertad y amplitud de miras que los autores que nos precedieron.

    UNO DE LOS MÁS INTERESANTES ENSAYOS QUE HE LEÍDO

    Sin duda, este ensayo viene a visibilizar escrituras florecientes actuales muy necesarias, hijas de este tiempo de mucho hablar y poco decir. En resumidas cuentas, este libro es imprescindible para entender no sólo la literatura que se hace ahora, como dijo Matías Escalera, sino que más aun, explica y complementa, por su importancia (yo también creo que en el movimiento de la conciencia crítica hay autores que por su riqueza y temáticas elevan la literatura a territorios no vistos en mucho tiempo, sobre todo en el hoy, donde abunda como una peste la literatura de entretenimiento), la literatura mundial, toda su historia.

    Muy recomendable lectura, que es excelente por amena, que es riquísima por los datos aportados y cómo se aportan: como se ha dicho, un sinfín de profesionales de la lengua y de la literatura se reparten los capítulos para completar una coral de voces escudriñando autores y obras de la corriente crítica, en un resultado final más que notable, necesario y bello.

    Sin estos novelistas críticos se echaría de menos en la literatura presente la mente novelística real -es la que avanza, no la que se estanca en lugares archiconocidos y comunes-, a autores que se confrontan, en este mercado editorial (ya se puede hablar sólo de mercado) donde sólo abundan los betsellers comerciales y para nada molestos para el stablisment.

    Los autores de la conciencia crítica son molestos, son tremendamente creativos, son insumisos, participan en encuentros colectivos donde animan a la comunidad a revelarse, a pensar distinto, a pensar. Y eso es imperdonable para un sistema (el de hoy) como el anunciado por Huxley Orwell, donde la verdad sólo debe ser una y consensuada siempre por los Ricos para subvertir la mente colectiva, recuciéndola a una argamasa de mansedumbre que repta a ras de suelo sin posibilidad alguna ya de emancipación ni revolución posible.

    NUESTRO PUEBLO ES MÁS GRANDE

    Como autor que se introduce dentro de esta corriente (Ángel Padilla), tanto por mi obra poética como por la obra narrativa, siempre me ha hecho gracia la cosa, no por el movimiento, que me atienda entre sus pares, sino porque, e imagino que a muchos otros que le habrán introducido en esa corriente, no soy autor que se pliegue a movimientos ni marea alguna. Mi independencia es completa. Aunque confieso sentir simpatía y tener muchas cosas en común con los autores de la conciencia crítica, tener de amigos, porque así se ha dado, a muchos de sus integrantes, y sentirme feliz de que se me agrupe en esta corriente por una cosa más que importante: porque cada vez que se habla de la conciencia crítica en la literatura, mi obra tiene una oportunidad más de hacerse visible, aunque sea bajo un arco que da sombra, arco inmenso y bonito, o un cielo distinto donde caben muchos poetas indóciles. Y uno quiere, y más si su obra vive para un movimiento activista, que su obra llegue a los mayores lugares posibles. En mi caso, lucho en el movimiento animalista, que se puede leer ambientalista por igual. Pues los animales sin ecosistemas no son nada. Ni nosotros, animales humanos.

    Hablo de la lacra del antropocentrismo. El antropocentrismo es especista. Critico que en la literatura de la Conciencia crítica abunda el especismo. Y a estas alturas de la Tierra, donde nos quedan dos jueves, creo que fue ayer cuando autores que protestan contra fascismos y tiranías deberían de haber dejado de ser tiranos, en el sentido especista, tiranos hacia los demás animales, naciones inmensas que no son citadas en estas obras, en general.

    Ahí la única, e importante pega, que le pongo a esta corriente artística literaria. Que trabaja para fines de emancipación social, lucha por los derechos, pero de los humanos entre humanos. Una vez más la literatura social (ya pasó en los años 50, pero ahora sangra más la cosa), deja de lado de sus preocupaciones y esfuerzos y visión, a los animales no humanos. En este sentido, el magno Jesús Lizano, mostró en una presentación de mi novela animalista Mundo al revés (Parnaso) en Barcelona, cuán alejado o desconocedor de "las otras naciones" a integrar en la literatura como iguales a nosotros, está incluso alguien como él, irreverente y fieron de pies a cabeza, a los cielos. Anarquista de los mayores y más indomable que he conocido, el bardo reconoció no tener ni idea de la lucha animalista y negó el veganismo cuando le hablé de ello. Una bestia de las libertades como él, que en toda su obra rechazó las botas que aplastan, con sus botas aplastó. El bello.

    Pero la intención de esta reseña es constructiva. Espero que, de esta, se piense sobre lo que digo. Cierto es que Lizano nació y vivió "otra época". Hoy, todos nosotros, sabemos qué ocurre en el mundo, con todas y todos, humanos y no humanos. Es la era de la información. Aunque Assange siga en la cárcel (ironía negra; pobre, pobre inteligencia maldita la suya...).

    En el apartado de "Convocando al fantasma..." donde se habla de mí, se analiza mi novela Mundo al revés. Hablaré un poco de ella, pero sólo para culminar este artículo con lo que quiero decir por justicia a la totalidad.

    "Mundo al revés" salió editada en su primera versión, que tanto gustó al poeta Antonio Orihuela, en 2008, por Corona del sur (Málaga). Cuyos halagos a la obra tanto agradezco y tanto me motivaron.

    Al tiempo, y con importantes cambios que realicé en la novela para esta edición, Parnaso ediciones publicó "Mundo al revés", con portada realizada por el ilustrador Felideus, en su colección de fantasía y terror. Aquí, la obra ganó el Premio Ignotus a la Mejor Novela Corta de 2008.

    La novela tratada en el ensayo "Convocando al fantasma...", dentro del apartado de la ciencia ficción crítica, de las distopías críticas, es la publicada por Corona del Sur, que para mi gusto es bonita y tiene importantes expresiones y resoluciones, mas abunda demasiado en lo barroco, demasiado recargada. Aflojándole lastre, quizá quité demasiada cosa para la edición por Parnaso, no obstante ganó ese premio. En fin, un autor es un loco que maltrata su obra, yo soy uno de ellos.

    Bien. Al tiempo, Sportula en 2019 publicó 'Mundo al revés: Origen', que sobre la base del mismo presupuesto: los animales no humanos dominan el mundo y someten, en las mismas formas en que hoy y desde siempre el humano los somete a ellos, en esta obra un argumento totalmente distinto, con personajes distintos, para mi gusto una novela mejor resuelta, más limpia, colorida y conseguida para mi sueño de ese mundo (un revulsivo, por supuesto, no lo deseo: que nadie domine a nadie) donde se viera cómo sería a la inversa, los aplastados aplastando, para empatizar, para buscar la conexión con los pisoteados, y dejar de pisarlos.

    "Mundo al revés: Origen" quedó Finalista del Ignotus del 2019 para el premio a la Mejor Novela Corta de 2019.

    Como datos importantes he de registrar que esta novela forma parte de una trilogía, donde están, junto a ella: "Mundo al revés: The Best" y "Humanzee", estas dos últimas a día de hoy (14/7/2022) todavía inéditas, que espero Sportula, con el gran Rodolfo Martínez a su cargo, les dé una cabida, como hizo tan amablemente con la primera de la trilogía.

    Trilogía que puede leerse en su totalidad como temáticas de mundos donde los animales, la vegetación, "la otredad" (no humana pero viva, pensante, sintiente, indiviuos, vida) maltratada, toma partido para emanciparse. Cada obra se puede leer por separado como un libro individual.

    Digo esto para que se vea que mi temática novelística animalista es extensa y no se detiene.

    Asentado este aburrido preámbulo -donde si no he matado de risa o marasmo al lector me daré por satisfecho, aunque ya me estoy alejando corriendo de aquí-, resuelvo decir que hace falta introducir, urgentemente, a los animales no humanos como "pueblo" en toda literatura que busque ser revolución, insumisión, confrontación.

    La literatura de la conciencia no puede ser sólo de la Conciencia Humana y para los Humanos. Las otras especies también tienen conciencia, conciencia de ser, de existir, de su vivir y de su invidivualidad única e insustituible. No puede ser que eternamente la literatura, las poetas, dejen de lado cuando hablan de colectividad, cuando se habla de fasciscmos, cuando se habla de pueblos y comunidades, a las naciones animales todas del mundo, sólo porque no son humanos. De nuevo nos encontramos, en un grupo que se considera rompedor, con el hándicap del antropocentrismo, con la cerca del peor apartheid.

    No obstante y así, recomiendo tremendamente la lectura de "Convocando al fantasma. Novela crítica en la España actual", como una de las obras más relevantes y necesarias de los últimos tiempos. Los autores tratados no cejan en su empeño de construir un mundo, su lucha es notable. Cansados -yo entre los cansados- de una literatura súbdita del sistema, es decir, que le rinde simpatía y que es simpática a él, una literatura fácil, que se escribe para ser entendida y aplaudida por el lector actual, un lector trabajado por los anuncios, que no es lector sino comprador de libros de los que lee las primeras páginas y los deja en el estante, de adorno, caso los premios Planeta, por todos conocidos entregados a dedo a no escritores. Es una moda, comprar el perfume de moda, la ropa de moda, y llegó, sí, tremendamente, el libro de moda. Novelas escritas por presentadores y presentadoras de televisión (uno de mis deportes es leer sus primeras páginas en las librerías, y reírme de los innumerables fallos de tales obras, que ni son novelas ni tienen vergüenza sus "autores").

    Con todo esto, tenemos una respuesta al descalabro con autores que avanzan muchas millas y nos hacen ver un mundo, el mundo.

    Pero no el mundo completo, ay (perdonadme, hermanos, hermanas, pero espero haberos hecho reflexionar), porque, como digo -y aquí mi única, y creo importante, crítica a este movimiento literario artístico-, protestan en un mundo y trabajan por un mundo donde los privilegios resultantes sean para humanos, buscan destronar a humanos malos para favorecer a humanos 'buenos', más pobres, en estado de mayor indefensión. Todo va de humanos. Una Conciencia crítica, sí.

    Pero que no ha abierto su puerta más grande para ser Conciencia sin confines ni trampas. El fantasma que se convoca debe contener a los "Nadies" del mundo animal todo. Esos sí son fantasmas, y con bola maciza de acero oxidado de siglos.

    Quienes merecen más habitar esta tierra, una tierra que necesita una defensa integral y no parcial. Sigamos avanzando, en el debate se crece. Palabra a palabra vamos abriendo la chirriante puerta que da al verdadero campo, ese sí, el mundo. La vegetación, los animales, éstos sí, y nosotros salvajes, recordados y tornados a ser animales, animalizados, la única forma de volver y reconstruir una tierra digna para todas y todos los que habitamos este suelo bajo estrellas milenarias que cuentan una canción.

    Elperiodic.com ofereix aquest espai perquè els columnistes puguen exercir eficaçment el seu dret a la llibertat d'expressió. En ell es publicaran articles, opinions o crítiques dels quals són responsables els mateixos autors en tant dirigeixen la seua pròpia línia editorial. Des d'Elperiodic.com no podem garantir la veracitat de la informació proporcionada pels autors i no ens fem responsables de les possibles conseqüències derivades de la seua publicació, sent exclusivament responsabilitat dels propis columnistes.
    Pujar