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Per Ángel Padilla
Yo, animal - RSS

En mi Aniversario de colaborador de El Periodic, épico y vandálico

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    En mi Aniversario de colaborador de El Periodic, épico y vandálico- (foto 1)

    Quiero dar las gracias, con afecto verdadero, y en hermandad real, a las personas que llevan adelante este periódico, y tan bien, tan seriamente. Sobre todo y en lo que a mí respecta, tan solidariamente, porque gracias a su apertura mental han pasado por las páginas de El Periodic algunas entrevistas a rockeros y metaleras, poetas e insumisos, gente de la cultura y las artes que por sus producciones quizá lo tienen más difícil en otros medios, y aquí, en El Periodic, siempre me han demostrado que la cultura y la expresión artística tiene las puertas abiertas. En lo personal, desde el primer momento se me ha tratado de lo mejor, con gran ilusión. Trasladándome alegría y ánimo, aún con el ingente trabajo que soportan diariamente a sus espaldas, eso no lo olvido nunca: un ejemplo de entereza. Sobre todo conozco más a Laura, pero todo el equipo lleva la misma tónica de afectuosidad y paciencia con sus colaboradores. Laura ha soportado muchas veces, iba a decir con estoica paciencia, no, con paciencia real porque se le nota que su personalidad es respetuosa al máximo y no una pose, con quienes aceptan de colaboradores o colaboradoras en sus páginas; decía que soy algo dado a corregir algo una vez ya mandado, porque estoy aún con gafas medio cegarrito o porque me chivan o descubro que algo de lo que he nombrado, o relacionado con quien he nombrado, contiene algún error. Así, nunca ha habido problema en nada, no conozco en persona a estas/os trabajadores natos, pero siento, se nota, que son muy leídos y con formaciones amplias en humanidades y culturas.

    Para mí nada es lo que me dicen que es, todo lo torno hacia mi mundo. Yo no soy colaborador semanal en este periódico, sino alguien a quien un clan amigo del bosque permite una vez cada ciertos días decir lo que piensa de Grecia. Y sin interrumpirme. Respetando mi poética clara o mis desbarres. Como unas aves esperan el canto de otra en la copa y luego conforman el suyo, en unidad y disonancias... amistosas. Eso es el campo.

    Comencé esta sección "Yo, animal" con "Se presenta el aire". Muy lírico mensaje, una declaración de intenciones de todo aquello de lo que iba a hablar, que por lo que veo más o menos se ha cumplido, y es sencillo: de los billones de animales no humanos reos en el mundo (humano), del enloquecido e irreparable "progreso" humano y sus manicomios pantagruélicos llamados países, por nuestra Tierra, tribalmente, histéricamente, como la madre que ve que una grúa va a pisar a su cría.

    Siguió a "Se presenta el aire" "Yo Nugget", donde explico qué es un nugget, eso que pides en el Burguer King o en cualquier cadena de hamburguesas: pues directamente pollitos vivos que van por un suelo deslizante conducidos a una trituradora firme y acerada y afilada donde vivos son triturados, de ese picadillo, empanado y frito, de esa vida que ni sabe cómo murió ni por qué, eso es el nugget, que creo van de seis en seis en las cajas de cartón a precios realmente baratos, por eso la gente va mucho a estas cadenas de la explotación animal, el sabor les está bueno, es económico. Pero... Cuando salen con sus estómagos satisfechos deben decir en voz alta: qué bien me encuentro habiendo sido partícipe de la muerte de al menos 15 vidas, y que repitan esto durante toda la tarde, delante de sus hijos, si los tienen, familia, vecinos, pueblo, con un altavoz como desde el que habló Luther King en la marcha contra la guerra de Vietnam. ¿Lo harían? Claro que no, ya lo sé. Porque aquí lo que importa es engañarse y engañar a los demás.

    La moral actual sigue siendo antropocéntrica, a la par que racista y sexista. Pero en tanto a más lacerante y brutal, antropocéntrica, de lo que deviene el especismo. "Desambiguar" la vida animal al estadio de cosas, así les da la razón la legislación, que dice que los animales son bienes muebles, como en la época en que se podía negociar el precio, bajo y asequible, de un hombre o una mujer negra en el mercado. No obstante -y esto es cosa sabida- en derechos de las vidas, está por encima de la ley positiva humana, la ley natural, la ley natural es eterno y aepocal, y no dice lo que afirma hoy la ley humana sino todo lo contrario, concede derecho de vida y libertad a todos los animales, cuestión de mero sentido común, y aún diría de bondad, coño.

    Imagina, lector, que una mañana despiertas y es en plenos finales del siglo XIX, asistente, tú, al público que observa a una mujer negra con su hijo desnudos en un atril y su amo explicando sus cualidades, la madre y el niño llorando e intentando no hacerlo, porque fueron amenazadas con que si lo hacían serían reprendidas, porque llorar da imagen de debilidad y el precio baja.

    Ahora estamos en otra época, dirás. No, estamos en la misma época que siempre discrimina.

    Mientras haya discriminación, y en grande, tal época deberá ser reprendida y los individuos despiertos luchar a favor de los oprimidos.

    Posteriormente escribí sobre los caballos que son obligados a arrastrar onerosos carros de basura en Argentina, maltratados sin cesar hasta su muerte, porque en el mercado de la mafia de los carreros salen muy baratos. (Volvemos al concepto barato, los esclavos, los Nadies de cada época, siempre salen baratos).

    Hablé de la pobre orca Kshamenk, encerrada en un acuario diminuto ya 28 años, como otras tantas orcas repartidas por acuarios de todo el mundo.

    Encierros, crímenes, he hablado de la insoportable tortura ya infinita del toro que llaman de lidia, cabrones, crueles, asesinos.

    He opinado sobre los asuntos de la libertad, que son claros y no admiten debate. Los asuntos del respeto tampoco, aunque se pretenda que sí. El respeto es uno y nada más. E igual para todos los seres. Algo tan sencillo como dejar que cada individuo viva su vida en la forma en la que es más feliz, y eso con la sencilla observación se sabe, aunque tanto filósofo barato y tanto doctor en nada e inmoral profundo quiera con blablás enredar las cosas que son del más básico sentido común.

    En esta sección he dado cuenta de lo que ha ido concurriendo en el movimiento animalista, así como de lo que ha acontecido en territorios donde se abusa y mata animales como en el Desert de les Palmes, donde los cazadores se despacharon a gusto y la administración, ah la administración, se comportó como siempre suele hacerlo en terreno de los otros animales, como una crudelísima molécula del mal, como un bastión para hacer daño a los animales no humanos y permitir a otros el hostigamiento perpetuo a éstos.

    Comencé en junio del 2019 esta sección -y estamos en julio-, pero como en todo, nada lo hago igual a nadie, o al menos nada hago igual a como lo hace la mayoría. Recuerdo ya de muy pequeño que me molestaba profundamente una frase que un profesor repetía mucho: "adonde fueres haz lo que vieres". Ya nací molesto con mi época, insumiso con la estupidez y libertario, que no es ser heroico ni nada parecido. Sólo es ser justo.

    ¿Sirvió de algo este año de letras y de pasiones por este lugar tan hermoso y amigo? Rotundamente sí. Sé por compañeras/os y porque lo veo, que muchos de mis artículos han sido compartidos centenares de veces (algunos se comparten sin cesar). No voy a negar que tanto en los títulos como en la forma de abordar los temas intento atraer la atención, realizo una estrategia, pero eso es de cajón, y quien no lo haga no conoce a los receptores actuales. No todos, claro. Existe un público muy inteligente, pero en líneas generales sí se puede decir que el receptor común es una persona a la que hay que sorprenderla para que se detenga en ti, y una vez se ha detenido debes impedir que te suelte la mano hasta el final. Ha de decirse para ser totalmente justos que la imagen de El Periodic es de mucha seriedad, dinámica y bonita, eso ya te coloca en un punto muy adelantado para llegar.

    Llegar... Si has llegado hasta aquí, lo hemos vuelto a conseguir.

    El milagro.
    De la comunicación y de la esperanza.

    Para poner al día a los que siguen mis libros, esto es lo que hay a la espera (entre otras cosas): en nada aparece editado por Amargord Ediciones mi obra poética "Es tan culpable el que canta para no oír a los fusiladores que los fusiladores", que será conseguible en cualquier librería del estado español. También recomenzaré, junto con las presentaciones que le haga a esta obra que tanto quiero, las (presentaciones, actos) que quedaron interrumpidas para la novela "Mundo al revés: Origen" (con el confinamiento); informo de que hace poco se comunicó públicamente que ha quedado Nominada como finalista, entre otras cuatro novelas, para el premio Ignotus a la mejor novela corta de fantasía y terror del 2020. Veremos si en octubre, que se celebra la Hispacón y donde se emite el resultado de los premiados en las distintas categorías, si hay suerte y sería para los animales, pues la novela habla por ellos en su argumento que con diversas reseñas ha sido muy alabado (cosa de la que me alegro infinitamente). También hay varios proyectos con músicos donde mi letra aparecerá en sus canciones o mi propio recitado, de ello os iré dando cuenta. Obras de teatro apalabradas, incluso cine, que tarda, eso tarda mucho, pero hablado para la novela nombrada. Y tantas cosas que harían muy largo este artículo de celebración de un año de un decir multitudinario y humilde, sólo repasé algo de mi hoy literario, que no es mío porque quienes me conocéis siempre digo, y convencido del todo, que mis obras no son mías sino de quienes me ayudan a hacerlas, que usan mi nombre para decir. De hecho ahora mismo no me noto cuerpo sino aire en movimiento, me atravesó hace poco un ave, ahora un insecto y una rama con una hoja verde...

    Entrego para las/os compañeras del equipo de El Periodic estos versos, en agradecimiento, y prometo seguir muchos meses, años más (si no cae un meteorito o un covid25 no nos cepilla ya de una) elevando la voz de la coral que nadie quiere escuchar.

    Gracias, Equipo de El Periodic

    Gracias, os doy yo, lobo, porque he podido hablar.
    Gracias, os doy yo, música, porque he podido sonar.
    Gracias, os damos nosotras, gallinas hacinadas, porque hemos sido vistas.
    Gracias, os doy yo, uno de los Nadies, porque he sido visto.
    Gracias, os doy yo, río, porque sois de mi misma agua.
    Gracias, os damos tantas Nadies, porque ahora o algún día seremos Alguienes.
    Gracias, os doy yo, girasol, porque el nervio de mi tallo habéis fortalecido.
    Gracias, os doy yo, gata, porque pude tornar con mis crías, y ahora es junio.
    Gracias en el nombre de la Tierra, que sé que sois de mí y desde mí.
    Gracias, os doy yo, el canto, por dejarme fluir.
    Gracias os doy yo la verdad porque mi nervio de hoja y trueno ha pasado por vuestras mesas.
    Gracias os doy yo, la tierra y me levanto con el viento en un cuerpo de hombre
    en la boda diaria con la Esperanza,
    como invitadas a estas bodas sois excepcionales.
    Como madrinas del enlace, siempre habéis llevado el romance a las cotas más seguras.

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