Tetris

El Tetris es un juego de mesa parecido a un rompecabezas de colores.

Aquí en Burriana tenemos uno, pero no de mesa sino mucho mayor, ubicado en la calle San Vicente.

Esta es una demostración palpable de que, en ocasiones, es peor el remedio que la enfermedad.

La calle San Vicente se encontraba en un estado calificable como “no idóneo”. Altas aceras muy irregulares dificultaban el paso a los peatones y un pavimento muy desgastado por el intenso tráfico no daban una impresión muy satisfactoria. Urgía, pues, una actuación en dicha calle.

Algún “iluminado”, con menos luces que las que ahora adornan dicha calle, propuso hacer “algo innovador”. Pero los experimentos deben hacerse en casa y con gaseosa. La obra fue larga y tediosa. Durante mucho tiempo la calle estuvo cortada, mucho más del necesario para una actuación “normal”. Y el resultado está a la vista.

Una calle sucia y de muy difícil limpieza, ya que al ser necesario el uso de máquinas a presión, mientras dura la misma la calle esta inutilizable; además el uso de dichos artilugios ensucia las fachadas adyacentes. Un pavimento de colores, al menos en un principio porque ahora todo tiene una tonalidad homogénea, que no pega con una calle del casco histórico con fachadas como la del Casino de los Cazadores y otras. Una ¿iluminación? Que nos es digna de tal nombre, Unos pivotes en el suelo (antes llamados popularmente “lacayitos” y ahora “fichas de parchís”) que están constantemente arrancados y que hacen las veces de acera sin desnivel. Advertir además  de la total ausencia de mobiliario urbano y arbolado de cualquier clase.

Por si esto fuera poco, añadamos que cuando llueve los albañales no recogen el agua, provocando pequeños torrentes y la aparición de unos charcos de larga duración que hacen peligroso el tránsito a pie por el tema de los resbalones. Sumemos que en dicha calle está la entrada al aparcamiento público más cercano al centro, por lo que es una calle semi-peatonal (los usuarios de la calle Sant Xuxim y Roser también pasan con sus vehículos por ella) y tendremos un verdadero dislate.

El precio de este despropósito ha sido caro. Carísimo. Al ser una obra efectuada en el casco antiguo de la ciudad y no adecuada al mismo, no se obtuvo subvención alguna. Para más inri la empresa constructora solicita un incremento del ¡40%¡ sobre el precio inicial debido a las dificultades surgidas durante su ejecución. El Concejal de Urbanismo considera que “con un 20% estará bien”. Como diría un dirigente de su partido “Manda huevos”.

Pero como el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la piedra ( y si es político más de dos), ahora estudian una actuación similar en calle Tremedal. Que Dios nos pille confesados.

PD. En Sagunto estudian la reversión de las obras del Teatro Romano.