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Lúgubres apoyos económicos europeos "Bajo mínimos" esperan a España ante un incierto futuro

  • Surgirán más "Alarmas" con una estimación de 200.000 millones de euros necesarios para las arcas españolas

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Lúgubres apoyos económicos europeos "Bajo mínimos" esperan a España ante un incierto futuro- (foto 1)

Hemos tenido ocasión de comentar en artículos anteriores que comienzan a sonar una especie de tañidos fúnebres a corto plazo sobre la economía española.

No vamos a incidir en enumerar las gravísimas circunstancias a las que nos veremos abocados, pues nuestros lectores las perciben en el día a día. Ya tendremos ocasión nuevamente de repasarlas.

Todavía dentro del azote del verdugo pandémico, España se prepara a enfrentarse a una Europa conmocionada por el esquema económico diseñado por los Estados Miembros del Norte de Europa los cuales se muestran excluyentes respecto a la solicitud de ocho países en pro de equilibrio de riesgos ante una eventual emisión de deuda solidaria también denominada eurobonos.

Dicha solicitud es considerada por Alemania y Países Bajos como extemporánea en cuanto a sus propios intereses, entendiéndola como un presunto reconocimiento de la existencia de Estados permanentemente subsidiados, causando ello un serio detrimento económico en sus infraestructuras.

Fue tal la complejidad de las discusiones durante la reciente reunión por video-conferencia, que Sánchez y Comte rechazaron la suscripción del documento elaborado debido a sus imprecisiones y falta de claridad, aplazándose para un nuevo intento en próximas jornadas.

Cuentan las “malas lenguas” cercanas a las negociaciones que el contenido del documento se encontraba repleto de vaguedades, imprecisiones e indefiniciones, junto a bastantes dudas contenidas en su redacción de equívocas interpretaciones.

Algún exceso en comentarios muy probablemente producto del acaloramiento de la Reunión, calificaron al documento como similar a uno post bélico suscrito entre vencedores y vencidos.

Nada nuevo en su desarrollo, pues tales documentos suelen ser considerados en sus prolegómenos como “borradores”, sujetos a enmiendas y tachaduras, formando probablemente parte de un “juego de artificio” o “enseñar dientes” a la espera de posteriores negociaciones en las que se encuentran inmersos.

Según fuentes consultadas, inmersas en negociaciones, se toma entre otras soluciones en estudio, como referencia al MEDE (Mecanismo Europeo de Estabilidad), instrumento financiero que tiene como uno de sus objetivos la asistencia a países en apuros. (una especie de rescate).

Dentro de unos días, y en función de las negociaciones, se concretaría suavizar excepcionalmente sus condiciones prestamistas actuales, para la utilización de unos 400.000 millones de euros.

Negociaciones encaminadas básicamente a considerar una cantidad a “fondo perdido” dadas las circunstancias excepcionales sobrevenidas; plazos de amortización y reducción de tipos de interés, amén de otros flecos por dilucidar.

Cerrar acuerdos para España en condiciones anteriores, sería todo un éxito, aún a costa de ampliar su deuda, pero serviría para limitar una recesión, pero como todo en esta vida, el MEDE tiene partidarios en estas situaciones y detractores en otras. Recuérdese el ejemplo de Grecia y otros, y el suscrito España, que sirvió de ayuda para rescatar la banca.

Todo ello, bajo un ancestral y frío escenario procedente de los Estados del Norte, repletos de prejuicios sobre los que consideran países derrochadores y eternamente subsidiados.

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