Las niñas son el talento que no puede perder la ciencia del mañana
La historia de las mujeres es la de la lucha por visibilizar lo evidente, y la ciencia no escapa a ello. El 11 de febrero se celebra el día de la mujer y la niña en la ciencia y, si bien muchas mujeres a lo largo de la historia han contribuido a importantes avances en la ciencia, siempre se nos ha relegado a un segundo plano. Todavía, a día de hoy, son pocas las ingenierías en las que las mujeres suponen más de un 20%. Esto se debe, en gran medida, a como nos educan. Tradicionalmente se ha formado a la mujer en los cuidados y, por tanto, tiene sentido que en las carreras y FP de ciencias sociales y de la salud, haya un número superior de mujeres. No sólo no se nos ha transmitido la curiosidad por la tecnología o la ciencia, sino que en muchas ocasiones nunca habremos recibido un juguete de temática científica, incluso se nos habrá sugerido que era una cosa "de chicos". Mientras que a aquellas que hemos tenido el interés por la ciencia desde edad temprana, se nos habrá dirigido hacia la química, la biología, la enfermería o, en general, a estudios relacionados con la salud. Es por tanto importante entender que la brecha no aparece en el nacimiento, sino en la construcción de la persona a la que día a día le llegan mensajes de que las mujeres estamos lejos de la tecnología y la ciencia, propiciado por la educación, la sociedad y la falta de referentes en los medios de comunicación.
Para romper esta dinámica, es necesario implantar políticas de promoción de las vocaciones científicas desde las guarderías e infantil. La brecha se produce ya a los cinco años, y hay quecrear, mediante juegos y experimentos, medidas que hagan ver a las niñas que hay un lugar para ellas en la ciencia.
Es imprescindible la creación de programas estatales, de implantación en todos los colegios del país, de mentorización de las niñas con interés en las carreras STEM, para acompañarlas desde la primaria pasando por todas las etapas educativas, mostrándoles casos reales de mujeres que han seguido esos caminos profesionales y, sobre todo, haciéndoles ver el abanico de posibilidades que se abren al trabajar en estos sectores. Las universidades ya están trabajando en programas de mentorización privados, pero estos deben empezar desde antes y acompañar a las niñas a su largo de su vida como estudiantes hasta el inicio de la vida profesional.
Es importante destacar que esto no consiste en que todo el mundo estudie carreras STEM, sino que se visibilice la importancia de las mismas, cómo pueden influir en el progreso de la sociedad y, sobre todo, y lo más importante, que se explique qué tipo de trabajos se pueden desarrollar al cursar FP o una carrera universitaria de la rama STEM. Es fundamental desmitificar la ciencia y tener, desde jóvenes, referentes reales de las posibles salidas profesionales.
Por estos motivos es imprescindible un día como el 11 de febrero y, sobre todo, planes de fomento de unas profesiones que normalmente se ven lejanas e inalcanzables, dando voz a todas aquellas mujeres que se dedican cada día a la ciencia. Por todas aquellas que lo hicieron antes que nosotras, en condiciones mucho peores, para mejorar nuestro presente.
