elperiodic.com
SELECCIONA IDIOMA
Castellano
Per Jesús Montesinos
La Nube - RSS

El BLOG de una PYME: la generación perdida

    Mi hijo el economista se ha quedado en el paro. Y también el hijo del pintor que está en la nave de al lado en el polígono. Y la hija del dueño bar. Y el hijo de mi vecina. Y el de mi primo. ¿Qué van a hacer? Si esto me pasa cuando estaba montando la empresa hace veinte años me hubiera vuelto loco, pero ellos están tan tranquilos. ¿Qué va a pasar con esta generación de chavales?

    MI hijo aún hizo Económicas o como ahora se llame porque me puse duro, pero los otros dejaron la universidad y la FP apenas pudieron. Todos querían trabajar en algo porque sacaban buenos duros para sus fiestas de fin de semana. Pero empezaron a cerrar las fábricas y las empresas y todos están colgados. Por eso mi hijo, que aún se dedica de vez en cuando a ver cosas en internet, me dice que el 40 por ciento de los menores de 35 años están en el paro. Pero no los veo nada preocupados. ¿Van a vivir toda la vida de sus padres? ¿Cómo van a acabar de pagar la hipoteca del apartamento que compraron en Moncofa? Montarán una fábrica al lado de la Papelera?

    Están apuntados en la lista del INEM o el SERVEF, que es como se llama en Valencia, pero en diciembre ni aparecieron porque decían que eran vacaciones (¿Un parado de vacaciones?). Y de un par de entrevistas que les han llamado han salido tarifando porque dicen que les pagan poco. Aunque uno de los empleadores que buscaba un comercial me contó que ni sabían idiomas ni estaban dispuestos a viajar por no dejar a la novia. A los cursos de formación ni se les ocurre ir.

    ¿Qué harán estos chavales? Están perdidos y estoy seguro que en gran parte es culpa nuestra por haberles dejado hacer lo que han querido. Sí a todo. O porque les hemos enseñado que era más importante el dinero que el oficio. Pero la incertidumbre es para ellos una excusa para no tener que tomar una decisión. Ello no piden, sumidos en un mar de dudas, y nosotros no tenemos nada que ofrecerles nada más que deudas económicas y morales.

    Por eso esta mañana, al salir del bar del polígono y hablar de esto con todos los colegas de Pymes, me he quedado en el coche escuchando esta canción de Amaral: “EL BLUES DE LA GENERACION PERDIDA” ¿Les suena?

    Dices que yo
    No tengo casi nada en la cabeza
    Me miras, me juzgas, me condenas
    ¿Qué importa mi opinión?
    Dices que yo
    No he combatido en un millón de guerras
    Que me da igual la voz de la experiencia
    Dices que yo
    Me dices que yo

    Dices que sólo soy una veleta
    A la que el viento se lleva sin querer
    Dices que sólo soy una cometa
    Que se eleva y que un día va a caer
    Dices que yo
    A veces te resulto incomprensible
    Mitad vulgar, mitad un ser sensible
    Dices que yo
    Dices que yo
    Escribo solamente tonterías
    El blues de una generación perdida
    Dices que yo
    Me dices que yo

    Dices que sólo soy una veleta
    A la que el viento se lleva sin querer
    Dices que sólo soy una cometa
    Que se eleva y que un día va a caer

    Si yo pudiera me llevaría la tristeza
    De tu cabeza, de tu cabeza

    Dices que me pierdo a cada instante
    Que el futuro está en el aire y mi vida del revés
    Ya sé que siempre dices lo que piensas
    Por eso siempre escucharé aunque me duela
    Cómo me dices que sólo soy una veleta
    A la que el viento se lleva sin querer
    Dices que sólo soy una cometa
    Que se eleva y que un día va a caer

     

    (sígueme en www.twitter.com/jmontesinos)

    Elperiodic.com ofereix aquest espai perquè els columnistes puguen exercir eficaçment el seu dret a la llibertat d'expressió. En ell es publicaran articles, opinions o crítiques dels quals són responsables els mateixos autors en tant dirigeixen la seua pròpia línia editorial. Des d'Elperiodic.com no podem garantir la veracitat de la informació proporcionada pels autors i no ens fem responsables de les possibles conseqüències derivades de la seua publicació, sent exclusivament responsabilitat dels propis columnistes.
    Pujar