Susana dixit
Un secreto a voces, o una verdad incómoda para muchos, quién sabe. Lo bien cierto es que Susana Díaz, la presidenta de Andalucía, ha deshojado por fin la margarita y este pasado domingo ha anunciado su candidatura para liderar el PSOE a nivel nacional. La mandataria autonómica asegura pretender recuperar los tiempos en que, también de la mano de líderes andaluces como Felipe González, el PSOE se convirtió en ese partido vertebrador de España en el que tantas familias y personas de clase media se vieron reflejadas. No obstante, el principal problema al que se enfrentará Susana, quién es la favorita de entre los tres candidatos a la Secretaría General socialista, es que ha llovido mucho, mucho, desde principios de los años noventa.
Su partido atraviesa por un problema que, si bien no es nuevo en la política española, sí que parece haberse enraizado en su partido, y este no es otro que la falta de unidad de discurso. La falta de unidad de discurso y las circunstancias europeas, las cuales han retorcido hasta límites hasta ahora desconocidos a la socialdemocracia tradicional, y que han tenido como consecuencia la fuga de votantes hacia fuerzas populistas de extrema derecha o de extrema izquierda de los antiguos votantes socialdemócratas. Además, la fuerte presencia de nacionalista y sus exigencias, han arrastrado a menudo a los socialistas a posturas incoherentes para con el resto de España, especialmente en regiones como Cataluña o el País Vasco.
Tarea casi titánica la que tendrá el nuevo líder o lideresa del PSOE. Recuperar la confianza perdida y competir con fuerzas como Compromís, Podemos, MES o Marea. La semana, como ven, ha acabado con una sorpresa anunciada. Les esperan semanas vertiginosas a los amantes de la partitocracia y del partidismo. Para los demás, tengan presente a otro gran líder, también del sur, pero de las tierras valencianas, el poeta Miguel Hernández, que da nombre a la ilustre universidad alicantina y cuyo aniversario de su fallecimiento se conmemora el próximo martes día 28.
