“En Valencia hace tiempo y hay ambiente de fallas, a pesar de no haberlas”

Nos lo decía Consuelo Llobell, la Fallera Mayor de Valencia, hace unos días: “Las fallas no son solo una fiesta sino una forma de vida”. Ciertamente, Valencia ha cambiado estos días su forma de vida. Porque aunque las fallas están suspendidas, salir a la calle es respirar el ambiente, escuchar algún petardo de fondo -a pesar de estar prohibidos-, o ver algún balcón adornado con blusones y pañuelos falleros.

“Parece que la luz y el tiempo cambian estos días”, nos comentaba una fallera del barrio del Cabanyal esta mañana en el centro de la ciudad. Cómo ella, varias amigas paseaban ataviadas con sus trajes para recordar “aquellos tiempos que esperamos volver a vivir”. El centro rebosa de gente y de ganas de disfrutar del buen tiempo: terrazas llenas y algún que otro fallero vestido, selfies en el monumento fallero en la plaza del Ayuntamiento y emoción al pasar por donde tendría que estar la mascletà.

Son muchas las alternativas que está ideando el mundo fallero para adaptarse a estos nuevos tiempos de pandemia. Como dos amigas con las que ha charlado elperiodic.com y que llevan sus ramos de flores para ofrendar a la Geperudeta en su parroquia más cercana. Lo hacen a título personal para evitar aglomeraciones pero, al menos, cumplen con uno de los actos más emotivos de las fallas. Un ejemplo que les contó elperiodic.com es el de la falla Duque de Gaeta, que dispuso el pasado domingo de un gran despliegue para que todos sus falleros puedan ofrendar a la patrona sin riesgo alguno.

Y es que este 17 de marzo sería el primer día de Ofrenda, ambiente insuperable en las calles de la Paz, de San Vicente y en la plaza de la Virgen, donde las bandas de música y la emoción inundarían cada rincón de la misma.

Elperiodic.com lleva unos días inmortalizando las calles y los puntos calientes de lo que serían las fallas en un año cualquiera. Y lo cierto es que, a pesar de que las calles tienen más vida que hace ahora un año, cuando la pandemia nos confinó en casa, la sensación entre los vecinos es más bien agridulce.

“Tenemos mucha esperanza puesta en la vacuna pero es una pena que esté todo a medio gas. Hace un día precioso para ir a la mascletà y ir a tomarse una paella con los amigos. Pero debemos cumplir las restricciones, es ahora lo que toca”, nos cuenta un vecino de Sedaví que ha acudido a Valencia con sus sobrinos para dar un paseo.

Porque la situación que se está viviendo es que los niños están sin clase a pesar de no haber fiesta. Esto, reconocen algunos padres, está haciendo que la sensación de fiesta esté en el ambiente: “Los niños quieren jugar y salir a tirar petardos, es lógico que tengan esa idea porque es lo que tocaría hoy”.

Aviso del Consell: “Debemos cumplir las restricciones sanitarias”

Es precisamente este ambiente festivo el que ha hecho saltar las alarmas del Consell, que tras reunirse este miércoles por la mañana para analizar la situación ha dado un toque de atención para llamar a la solidaridad ciudadana.

Así lo ha reconocido la consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela Bravo, en declaraciones tras la reunión: “Nos encontramos ante un puente muy complicado porque es puente fallero, porque es fiesta en otras comunidades y por la idiosincrasia de la fiesta ya que aunque las fallas estén suspendidas, el ambiente fallero está ahí”.

La consellera ha informado que se están convocando eventos tanto de carácter religioso como cívico, “lo que nos preocupa muchísimo porque puede dar lugar a aglomeraciones y a un índice de contagio y trasmisión mucho mayor”.

Es por eso que en la reunión se ha hecho un llamamiento a los alcaldes y a todas las autoridades para que recomienden la suspensión de cualquier evento relacionado con la fiesta y que se dirijan también a los responsables eclesiásticos para que suspendan cualquier evento religioso de cara a Semana Santa: “Recuerdo que en el ambiente privado no puede haber personas que no sean convivientes y en el público es con un máximo de cuatro”.