Valencia agilizará las sanciones por botellón y multará también a los estudiantes Erasmus

El Ayuntamiento de Valencia está estudiando medidas para acabar -o al menos limitar- los botellones que están propagándose cada fin de semana por diferentes barrios de la ciudad. Honduras y el Cedro son los principales puntos de reunión de miles de jóvenes cada fin de semana pero también se suma Benimaclet y otras zonas que la Policía Local va a vigilar más de cerca que nunca, para garantizar el descanso de los vecinos.

Así lo ha confirmado el alcalde Joan Ribó junto con el concejal de Seguridad Ciudadana, Aarón Cano, quienes han explicado las decisiones adoptadas tras una reunión este martes y que pasan, fundamentalmente, por aumentar los efectivos de Policía que patrullan cada noche por la zona para prevenirlo y, además, aumentar las sanciones, incluidos a los estudiantes Erasmus.

“Los Erasmus forman parte de este fenómeno y, aunque no se saben todavía los mecanismos que pondremos en marcha, vamos a trabajar para que las sanciones lleguen a casa de sus padres”, ha explicado el alcalde Ribó.

Pero antes de la sanción, la prioridad del consistorio es la contención, ya que quieren que en Valencia se vivan escenas tan graves como en otras ciudades españolas con enfrentamientos entre policía y jóvenes, agresiones sexuales y peleas: “No queremos convertir el botellón en una batalla campal entre policía y ciudadanos, queremos contener la concentración”, ha dicho el alcalde.

En esta misma línea, el concejal Aarón Cano ha defendido que “cuanto mayor ha sido la contención, con 1.200 policías y helicópteros, ha habido atracos, abusos sexuales… por eso reivindico nuestra propia fórmula de trabajo”. Así, mientras que en la plaza de Honduras y el Cedro se vallan cada fin de semana, se estudia hacer algo similar con Benimaclet, aunque todavía no se ha decidido.

Se va a crear una comisión que se reunirá semanalmente para hacer seguimiento del mismo y agilizar también el régimen sancionador, para que se agilicen al máximo las multas y lleguen rápidamente al destinatario. Por cierto, el Ayuntamiento descarta crear botellódromos porque defienden que no acaba con el problema.