La OCU solicita al Ayuntamiento de Valencia que sancione la falta de recogida de excrementos de perro en sus playas
La presencia de excrementos caninos en las playas supone un problema higiénico y de salud pública, además de económico y de convivencia
Los excrementos caninos son un problema higiénico, ambiental y de convivencia. De hecho, en la Encuesta de limpieza urbana que realizó OCU en 2019, la presencia de excrementos caninos fue el aspecto peor valorado por los ciudadanos. Aunque son mayoría los propietarios que los recogen, el descuido de algunos ocasiona molestias a todos los conciudadanos. Por eso, OCU propone a los consumidores unirse en una campaña de movilización:
Pocas multas y solo 1.749 euros de recaudación
Para conocer mejor cómo afrontan los municipios este problema, se han dirigido a los ayuntamientos de 60 ciudades españolas para que nos informaran sobre cuáles son las normas y las sanciones por no recoger los excrementos de la vía pública y cuántas multas se ponen. Les consultan también sobre sus medidas para atajar el problema de las cacas de perro y el gasto que les suponen. Las sanciones pueden ser variables o fijas, con un importe medio de 259 euros.
Solo 26 consistorios respondieron.
En 16 de esas ciudades consideran que no recoger los excrementos del perro es una infracción leve, mientras en 10 municipios es falta grave.
Lo más llamativo es que el número de multas que se imponen es muy reducido: en cuatro de esas 26 ciudades no se multó a nadie en 2020.
La recaudación que se obtiene por sanciones es casi anecdótica: el año pasado, apenas supuso unos ingresos medios anuales de 1.794 euros por ciudad.
La ciudad que más sanciones impone por abandonar cacas de perro es, con gran diferencia, Málaga, con 166 multas en 2020 por este motivo, gracias a que cuenta con un registro de ADN canino que le permite identificar al animal del que proceden.
Faltan lugares acondicionados
También han recopilado datos sobre la existencia de áreas para ocio canino y pipicanes. Hay gran variedad de respuestas. Los espacios de ocio disponibles van de ninguno en Getxo y Zaragoza a 57 en Valencia, 42 en Gijón o 41 en Barcelona, mientras que Huesca, Orense y Segovia no ofrecieron respuesta y San Sebastián y Vitoria dijeron tenerlas, pero sin especificar cuántas.
En cuanto a espacios acotados para que los perros hagan sus necesidades, se han encontrado otra vez una gran abundancia de ellos en Valencia (369) y ninguno en Gijón, Getxo, Pamplona, San Sebastián y Zaragoza. Y otro tanto puede decirse de los contenedores específicos de excrementos caninos, que solo existen en diez ciudades.
Una campaña por unas aceras limpias: #StopCacas
Vistos los datos, está claro que las medidas que se están tomando hasta ahora no son totalmente eficaces para atajar el problema de los excrementos caninos. Por eso, OCU impulsa una campaña de movilización dirigida hacia las administraciones y a los propietarios de perros, cuyo objetivo es lograr unas ciudades más limpias, más agradables y donde se alcance un mejor nivel de convivencia.
Solicitan medidas efectivas a las Administraciones públicas
Las administraciones deben adoptar medidas para atajar el problema de los excrementos caninos. Por lo que desde OCU se solicita que:
- Se intensifiquen las campañas de sensibilización y concienciación a los ciudadanos.
- Se habiliten espacios donde los perros puedan hacer sus necesidades.
- Se pongan a disposición de los usuarios medios que faciliten la recogida de los excrementos.
- Se sancione de manera clara y realmente disuasoria a quien incumpla las normas.
- Se destine más presupuesto a limpieza viaria.
- Se adopten medidas que han demostrado ser efectivas como el registro de ADN.
- Y la colaboración de los ciudadanos con perro
Los usuarios, por su parte, en aras de una mejor convivencia, deberían respetar comportamientos cívicos básicos:
- Recoger y limpiar los excrementos.
- Procurar que las mascotas hagan uso de los lugares más adecuados.
