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La restauración de los tesoros del Museo Fallero

La restauración de los tesoros del Museo Fallero
  • Los carteles falleros originales y pintados a mano están siendo restaurados tras décadas de abandono

  • Elperiodic.com ha entrevistado a los responsables del proyecto para conocer cómo trabajan sobre estos lienzos, auténticas joyas de la historia fallera valenciana

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La restauración de los tesoros del Museo Fallero - (foto 2)
La restauración de los tesoros del Museo Fallero - (foto 3)
La restauración de los tesoros del Museo Fallero - (foto 4)
La restauración de los tesoros del Museo Fallero - (foto 5)

Son un auténtico tesoro fallero y una clara muestra de por qué esta fiesta es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Los carteles oficiales del Museo Fallero, fiel reflejo de la sociedad valenciana del siglo pasado, han sido durante décadas un tesoro escondido entre bastidores y olvidados en un armario. Más de 80 carteles, la gran mayoría pintados a mano por cartelistas de enorme prestigio, con un gran valor cultural, histórico, artístico y social.

El Museo Fallero quiere devolverles ahora esa posición que siempre deberían haber tenido y por eso están pasando por un proceso de restauración. Elperiodic.com ha podido hablar con los dos profesionales que están llevando a cabo esta gran tarea y ver cómo trabajan, minuciosamente, centímetro a centímetro, sobre estas obras.

Los restauradores son Rubén Facila y Patricia Montañana, dos jóvenes recién graduados que se han lanzado a la piscina con este proyecto. "Poder trabajar y tocar algo material dentro de lo inmaterial de la fiesta, lo que representa la historia de las fallas, está resultando una experiencia increíble", comenta Rubén Facila.

Es la primera vez que alguien decide sacar a la luz estos carteles y reparar el mal uso que han tenido hasta ahora. Una semilla que ya comenzó a crecer en la universidad: "Hace unos años tuvimos que hacer un trabajo sobre el Museo Fallero para analizar las deficiencias pero no nos dejaron entrar. Cuando hice el trabajo de final de grado, ya con el cambio de gobierno, pude acceder y hacer un proyecto de puesta en valor de estos carteles", explica Patricia Montañana.

Los trabajos de restauración se están centrando en los carteles de las décadas de los treinta y cuarenta principalmente. Todos son pintados a manos y sorprende el tamaño de algunos, que llegan a alcanzar los dos metros de altura. Rubén detalla cómo es este proceso tan minucioso: "Hacemos una limpieza en seco y reparamos el rasgado que tienen muchos debido a la mala manipulación". Y es que muchos de ellos llegan a tener marcas de pisotones.

Además también se están desinfectando los hongos que llevaban años en el papel. Es, precisamente, uno de los problemas que más afecta a los carteles ya que la humedad ha hecho mella en todos ellos en un edificio que por sus condiciones padece de esta problemática. Todo ello respetando al máximo la labor del artista: "Nosotros no falseamos. Se puede discernir perfectamente lo que ha sido restaurado y lo que no", aclara Montañana.

La historia a través de un cartel fallero

Los trabajos de restauración, que han comenzado el pasado mes de Noviembre, tratan de poner en valor no solo el cartel en sí sino la historia que esconde. Y es que a través de ellos se puede aprender mucho de la época en la que fueron pintados.

Por ejemplo el cartel que se pintó durante la República tiene colores similares a la bandera republicana, el del 40 es el primero que se hace con la dictadura y se puede ver un estilo faraónico con pirámides y símbolos que se asemejan, aunque con algún tinte valencianistas: "La Señera está tapando la bandera de España en este caso", comenta Facila. "Hay, incluso, uno que parece más el de festival que el de unas Fallas", bromea Patricia sobre un cartel de los 70, de estilo hippie.

Mejoras en el Museo Fallero

Los trabajos devolverán la esencia a unos carteles que han sufrido el olvido y el paso de los años. Es una línea de trabajo más en el empeño que el Museo Fallero, de la mano de su director, Gil-Manuel Hernández, está llevando a cabo para su reforma integral.

A las actuaciones que ya se han llevado a cabo, como el cambio de iluminación o la pintura de las paredes adecuándola al tono de la sala, se van a ir sumando más proyectos como la inclusión de más elementos o la restauración de ninots. Toda una inversión para este museo, que consiguió el reconocimiento como tal hace unos meses, que quiere ser el museo etnográfico referente de unas Fallas, Patrimonio de la Humanidad.

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