Finaliza el brote de botulismo aviar en la Albufera de Valencia tras matar más de 600 aves

Hasta el lunes 19 de agosto, se han retirado del Tancat de la Pipa 659 aves muertas y se han trasladado al Centro de Recuperación de Fauna “La Granja” del Saler otras 91 enfermas, de las cuales 35 ya se han recuperado o están pendientes de ser liberadas.

De este total, 547 corresponde a ánade azuón, la especie de ave más abundante en el ámbito del Parque Natural de la Albufera. El episodio de botulismo ha coincidido con el momento en que estas anátidas están mudando todas sus plumas de vuelo y son incapaces de volar y propagar la intoxicación. La muda, sin embargo, los hace más propensos a enfermar al alimentarse de invertebrados portadores de la toxina producida por la bacteria Clostridium botulinum. La ingesta de esta toxina es la causante del botulismo aviar.

Gracias al hecho de que el brote haya aparecido con la temporada de nidificación ya finalizada, la enfermedad no ha afectado las especies reproductoras presentes en el Tancat de la Pipa, el cual representa una de las áreas de cría más importantes de l’Albufera. Durante los últimos días el total de aves muertas y enfermas ha ido en gradual descenso, según ha ido avanzando el secado del Tancat de la Pipa. De hecho, durante las prospecciones de los últimos siete días no se ha encontrado ningún animal enfermo o recientemente muerto, así que los especialistas afirman que este episodio de botulismo en el Tancat está ya finalizado.

Un protocolo que funciona

El Clostridium botulinum, la bacteria causante de la enfermedad se encuentra presente en la naturaleza de manera habitual. La combinación de varios factores como elevadas temperaturas (por encima de 20 °C) de manera prolongada, descenso en los niveles de oxígeno del agua y presencia de materia orgánica, facilita la activación de la bacteria y la liberación de la toxina que mata a las aves. No obstante, en muchos casos el desencadenante del brote es alguna ave, portadora de la bacteria en su tracto digestivo, muerta por cualquier otra razón (choque con un tendido eléctrico, plaguicidas…). Un cadáver en descomposición es un medio ideal para la multiplicación de la bacteria y las larvas de las moscas que se alimentan de estas constituyen un medio eficaz de transmisión de la enfermedad. Desgraciadamente, resulta muy difícil prever este tipo de brotes. Pero sí es muy importante actuar con rapidez una vez se ha detectado un brote, especialmente retirando los cadáveres y las aves enfermas.

El secado del Tancat de la Pipa se estableció como la medida más rápida y eficaz para controlar y erradicar este episodio de botulismo, una vez consultados tanto la Consellería de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica como el Servicio Devesa-Albufera del Ayuntamiento de Valencia. Es la misma medida que se ha aplicado en los episodios de botulismo en el Parque Natural del Hondo, así como de manera preventiva en otros humedales mediterráneos como el Marjal dels Moros.

Además, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha activado el protocolo de emergencia y ha realizado actuaciones con maquinaria para facilitar el secado, que se han unido al refuerzo de personal. Después de un mes desde la aparición de los primeros ejemplares muertos en el Cercado de la Pipa, no se tiene noticia que se haya extendido a ninguna otra zona del Parque Natural de l’Albufera. Y el total de aves muertas o enfermas ha ido descendiendo gradualmente a medida que ha avanzado el secado del Tancat de la Pipa.

Durante las tareas de secado se han retirado 1.260 kg de peces muertos por falta de oxígeno. El 99% corresponde a carpas, especie declarada exótica e invasora por el Real Decreto 630/2013. La retirada de especies exóticas invasoras es una práctica habitual de las tareas de gestión en el Cercado de la Pipa, así como en otras zonas húmedas por los efectos negativos que tienen sobre la calidad del agua y las especies autóctonas.