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El PSOE ni debe ni puede apoyar a Mariano Rajoy

    Una semana ha pasado desde el 26-J, y en este país todo sigue igual, y sin perspectiva de pacto ninguno de Gobierno.

    Mariano Rajoy, sigue en sus trece, según su costumbre. Dejando pasar el tiempo - que según él, todo lo cura y todo lo arregla -. No hay más que ver, lo que han curado y arreglado los cuatro años de Gobierno con Mariano de Presidente.
    Sin embargo, una cosa parece que no es lo mismo, parece que estamos condenados hasta que tengamos Gobierno, a escuchar las opiniones de los Pepes, los Antonios y los Juanes de este país, acerca de que el PSOE debe de dejar que gobierne Mariano Rajoy.

    Me sumo a estos personajes con el mismo derecho a opinar, pero para opinar lo contrario. Porque creo que este batiburrillo de declaraciones más que informar están contribuyendo a marear a quienes estamos pendientes de si Rajoy va a ser capaza de formar Gobierno, ó si vamos a tener que ir a otra cita con las urnas.

    Creo conveniente recordar que para ser investido Presidente para formar Gobierno, en nuestro país, no es requisito haber sido el partido más votado de todos los que han concurrido a los comicios electorales. Sino quien obtenga el apoyo de 176 escaños que configuran la mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados, en la primera votación, o la mayoría simple en la segunda.

    Según la “aritmética política” surgida el 26-J, presumiblemente el Rey encargará a Mariano Rajoy que se presente a la investidura previa, para formar Gobierno si cuenta con los apoyos necesarios.

    Pero yo me uno a las posiciones firmemente razonadas de Pedro Sánchez y del PSOE, que “NO se apoyara ni por activa ni por omisión la investidura de Mariano Rajoy”.

    Sin embargo, hay que ver qué cosas más curiosas pasan en la política y en los medios de comunicación de este país. Ahora tenemos una “oleada de demócratas y liberales” de toda la vida, incluso jactanciosos de una acrisolada honradez, urgiendo a Pedro Sánchez que no pierda ni un segundo en bendecir la permanencia de Mariano Rajoy en la Moncloa.

    Y eso después de lo que han bramado, diciendo que este no podía seguir de presidente ni un solo minuto más, después de algunos de sus catastróficos y vergonzantes muestras de cariño a los corruptos de su partido.

    Y ahora pretenden que los socialistas, contribuyan generosamente a elevarlo al altar de la Moncloa. Son dramáticas y vergonzosas esas manifestaciones pidiendo el apoyo a Mariano Rajoy de Pedro Sánchez.

    Para mí lo preocupante, es que entre esas desquiciadas por impresentables propuestas, se encuentren “barones como el de Extremadura”, que más preocupado por si Podemos en Extremadura le quita su apoyo, rechaza el No a Mariano Rajoy y sugiere la necesidad de que el PSOE favorezca la investidura de Rajoy a la Presidencia.

    Yo puedo entender que Vara, tenga miedo que le den vara los de Podemos. Pero tendría más, en mi opinión, que ocuparse que “la vara” no se la den en las próximas elecciones los extremeños y las extremeñas. Y ponerse ahora a defender y fortalecer la posición inequívocamente clara y razonablemente comprensible que ha expresado Pedro Sánchez en múltiples ocasiones: “El PSOE ni por activa ni por omisión, va apoyar la investidura de Mariano Rajoy”.

    Y el líder socialista, lo han dicho meridianamente claro: “Es a Mariano Rajoy a quien le corresponde alcanzar la mayoría de escaños necesarios para quedarse en la Moncloa.”

    Difícil lo va a tener, a pesar de que ahora, como en “las Rebajas” Rajoy diga que está dispuesto a reformar la Constitución, la ley Mordaza, etc, para formar gobierno con el PSOE.

    Mariano Rajoy, es un embustero más que embustero, la suerte que tiene, es que en este país los españoles tenemos un concepto equivoco y extravagante de la política y del sistema democrático que nos dotamos en 1978. Ya que, después de las elecciones del 26-J en las urnas el PP haya logrado un incremento de 13 escaños a los obtenidos el 20-D, y todo ello en el marco de la generalización de la corrupción de loa cargos públicos y dirigentes del PP.

    Es para poner en duda si los votos obtenidos por este partido eran para cambiar o para que se siguiera con la corrupción. Vamos de psiquiatras a los que han seguido votando, corrupción, recortes, austeridad, paro, contratos eventuales, precarios y mal pagados, etc., etc.

    Pero los resultados han sido los que han sido, y a los mismos hay que atenerse desde una visión de la “aritmética política” resultante para entender lo que está sucediendo en nuestro país.

    Y es que al PSOE le va a corresponder pasar a la oposición política, para iniciar la recomposición de la influencia social que se ha dejado por el camino. Y en esa tarea tan fundamental como necesaria para nuestro país, se requiere una “unidad interna modélica” del PSOE, empezando por quienes componen sus órganos de dirección.

    Esas declaraciones que se suelen hacer en las aceras de la calle Ferraz. Serian mejor hacerlas en la reunión del Comité Federal, si se tienen las agallas políticas que solo la razón deben de aconsejar.

    Ahora lo que hay que fortalecer la unidad del PSOE y la defensa de los acuerdos adoptados por su órgano de dirección correspondiente. Asi como la defensa con orgullo del trabajo realizado por Pedro Sánchez a lo largo de las dos campañas electorales, para continuar haciendo del PSOE, la fuerza política, la única y capaz de iniciar desde la oposición la ofensiva necesaria a las políticas de Mariano Rajoy.

    Para eso, hay que ir pensando más en cómo, y con qué propuestas el PSOE tiene que convencer a la inmensa mayoría de españoles, de que el cambio, o es con el PSOE o no será posible ni con Rajoy ni con Podemos.

    Pero si ahora no es posible, la lucha no ha terminado para este más que centenario partido. Sus 137 años desde su fundación y una larga historia en defensa de los trabajadores debe de continuar, hasta la consecución de una vida mejor, en un mundo mejor.

    Recuperar para todos y todas, los mismos derechos, igualdad, sanidad y educación pública, así como el conjunto del Estado de Bienestar que Mariano Rajoy y el PP se han encargado de deteriorar, eliminando la calidad y cantidad de los servicios. Es la tarea inmediata a la que hay que dedicarse todos los socialistas y amantes del progreso y el bienestar ciudadano.

    Bueno pues, si tenemos claro esta cuestión fundamental, el PSOE no puede apoyar al PP, por ser el PP lo que es, y porque el PSOE es lo que ha sido y lo que es tampoco puede apoyar la investidura de Mariano Rajoy.

    Que gobierne Rajoy, si es capaz de lograr su investidura, y capaz de hacerlo bien.

    Aunque desde el 26-J no aparece por ningún lado, como Rajoy conseguirá los apoyos para su investidura.

    El PSOE ha dicho NO, y el PNV ha puesto requisitos con relación a los presos de ETA, que no parece que vayan a facilitar ningún acuerdo. Ciudadanos sigue en su estrategia de centralidad que tan malos resultados le ha dado el 26-J y vuelve a proponer una negociación a tres PP, PSOE y Ciudadanos. Que no parece que vaya a favorecer lo que desea Rajoy.

    Y Podemos, aún sigue sin entender lo que les ha pasado. Deshojando la margarita en la búsqueda de los culpables de sus resultados. Pero una cosa está clara, y es que Pablo Iglesias, no es el responsable de nada. ¡Bravo Iglesias! A lo mejor es que no quería que Echenique lo tomara por una “Mala Hierba”.

    Este líder nos ha mostrado su capacidad de análisis, cuando ha dicho: Que ha podido perder votos por el temor a que fueran a gobernar.

    Yo aprendí desde que iba a la escuela primaria, que cuando la teoría y la práctica política nos han mostrado que un partido iba a gobernar, este sumaba votos, no los perdía. Un profesor de Ciencias Políticas lo debía de saber, creo yo.

    Errejón dice ahora, que la unión con IU no ha funcionado, pero de nuevo, no se atreve a enfrentarse a su secretario general , como ya sucedió con la destitución fulminante de pascual como secretario de Organización de Podemos.

    Echenique avisa que acabará con “las malas hierbas”, acallando las críticas internas. Así cualquiera, menos mal que la Guillotina no se la van a aplicar a quienes ejerciendo la libertad de expresión lo hacemos escribiendo lo que pensamos.

    Y Colau, Mónica Oltra, en Marea y Garzón dicen que hay que continuar en el proyecto.

    Entre tanto, sociólogos y politólogos coinciden en que las luchas de poder entre “Pablistas” y “Errejonistas” pasan factura a la coalición. Pablo Iglesias, que no ha asumido ninguna responsabilidad de los resultados del 26-J, ha afirmado que Podemos “puede que ganemos en cuatro años, o que nos demos una hostia de proporciones bíblicas”. Yo tengo que reconocer que desconozco las dimensiones bíblicas de las hostias, pero ya me estoy percatando de que debe ser el batacazo del 26-J elevado a la enésima potencia.

    Pero dicen los estudiosos, que si hoy se volviesen a convocar las terceras elecciones, la sangría de votos de Podemos podría ser aún mayor. Así lo indican los datos que manejan sociólogos y politólogos en el día de hoy.

    Y es que las divisiones entre Iglesias y Errejón perjudican de manera notable a la formación de Podemos.

    En definitiva, y teniendo en cuenta algunas reservas, si se quiere, una semana después de los comicios, el bipartidismo se ha fortalecido y Unidos y Podemos se han hundido.

    Ahora quedan pendientes unos días de tensiones y los medios y las presiones no van a faltar, entre los requerimientos a Pedro Sánchez para que acepte la formación del Gobierno de Rajoy ó que vayamos a las terceras elecciones.

    A mí me parece, que con muchísima razón, el voto en contra que el PSOE adopte ante la investidura de Mariano Rajoy, es la respuesta más acertada y justa que la socialdemocracia española, el PSOE debe mantener en nuestro país.

    Y el trabajo combinado de la acción política desde la oposición en las bancadas socialistas de y la movilización de todo el conjunto de las organizaciones del partido vinculadas a los problemas y los movimientos sociales van a ser las nuevas formas de hacer la política que se necesita para que el PSOE sea capaz de recuperar el gran espacio electoral y social que ha venido dejando atrás.

    Y mientras que se negocia o no se negocia, la situación económica en nuestro país no es para echar cohetes. Ya lo advertí en anteriores artículos: El agujero está en la Seguridad Social.

    El Gobierno en funciones, ha vuelto a meter la mano en la hucha de las pensiones para pagar la extra de julio por 8,700 millones y aún le queda por pagar las retenciones el 20 de julio por otros 1000 millones.

    “Quedan 25,000 millones en la hucha y en julio de 2017 se acabó.”

    El problema es que el déficit sigue creciendo con el empleo, aumentando 2,5% y las pensiones congeladas.

    Si nada cambia, el déficit de la Seguridad Social en 2016 será de 18.000 millones. La previsión en el presupuesto y en el programa de estabilidad que Rajoy envió a Bruselas el pasado 30 de abril, fue de un déficit en 2016 de 3,700 millones.

    O sea, que el Gobierno tendrá una pequeña desviación de 14,000 millones, íntegramente explicada por menos ingresos de lo previsto.

    En Bruselas ya empiezan a ser conscientes del problema cuatro años después del recate y que es estructural, ya que a pesar del crecimiento, el déficit de la Seguridad Social aumenta. Y la solución va a pasar por subir los impuestos para cubrir las pensiones no contributivas, recortar las pensiones, sobre todo las máximas y alargar la edad de la jubilación. Y seguramente la solución será, una combinación de las tres medidas anteriores.

    Momento difícil para nuestro, país y para sus habitantes. Que tendremos que transformar, en el sentido que cuando se diga: “Cada pueblo tiene el Gobierno que se merece”. No tengamos que avergonzarnos como ahora, por tener el Gobierno de Mariano Rajoy.

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