elperiodic.com
SELECCIONA IDIOMA
Castellano
Per Jesús Montesinos
La Nube - RSS

¿Los jubilados son clases pasivas?

    Motivados por una cultura que fija la jubilación como premio para quien ha trabajado durante una cantidad de años, hemos estratificado la sociedad de manera que las capas minerales se superponen sin solución de movilidad. A los veinte se estudia, a los treinta se trabaja, a los cuarenta se cotiza y luego ya uno empieza a ser clase pasiva. Según esta clasificación hay muchas mujeres en las clases pasivas, hay parados pasivos y, por supuesto, son clases pasivas todos los que cobran una pensión de algo. Es un código fijado por el Estado de Bienestar.

    Pero ahora, desaparecida la economía de las chimeneas y aparecida la sociedad del conocimiento, estos estratos mineralizados solo perpetúan un sistema que desaprovecha trabajo y fosiliza el conocimiento por clases que no por edades. Si el conocimiento se queda en grupos cerrados, se pierden millones de in-puts que están abiertos en la sociedad de la conversación entre individuos.

    Cuando existe el teletrabajo o la formación on-line a un parado lo condenamos a estar sentado en casa viendo la tele o en el bar. Y a un jubilado a bailar en Benidorm como único objetivo de su vida. El Estado del Bienestar ha destrozado la aportación individual a la sociedad por la tentación a agrupar pasivos y activos solo a base de clasificaciones estadísticas y cotizaciones. Por eso aunque el hambre nos va a invadir, nadie quiere plantearse premiar a quien estudia y extraerle más jugo a quien puede aportar.

    Desde hace años hay estudios (Toffler) que indican la posibilidad de dedicar más años a estudiar por delante y trabajar por detrás. La fuerza del trabajo es fuerza del conocimiento. Y cuando tienes ese conocimiento nunca es momento de dejar de prestarlo, aunque exista la obviedad de vivir de un salario para pasar a vivir de una pensión.

    Aceptado ese criterio daría lo mismo regular los años mínimos de estudios, porque incluso se podría pagar por ello para tener bases bien formadas. Y da lo mismo poner la edad de jubilación en 65 o 67 años. O poner el sello de clase pasiva a un dependiente que a lo mejor sabe hacer ganchillo. Es pasar de entender la sociedad como beneficiaria del Estado a colocar al individuo como referente en función de su dedicación y conocimientos.

    El debate de 65 o 67 pasaría a ser una chorrada si a los setenta uno tuviera algo que contar y la sociedad lo aprovechara. Pero vivimos del efecto perverso de un modelo de bienestar que sirvió para equilibrar la sociedad europea pero que ahora lastra el desarrollo de los individuos jóvenes o viejos.

    (Sígueme en www.twitter.com/jmontesinos)

    Elperiodic.com ofereix aquest espai perquè els columnistes puguen exercir eficaçment el seu dret a la llibertat d'expressió. En ell es publicaran articles, opinions o crítiques dels quals són responsables els mateixos autors en tant dirigeixen la seua pròpia línia editorial. Des d'Elperiodic.com no podem garantir la veracitat de la informació proporcionada pels autors i no ens fem responsables de les possibles conseqüències derivades de la seua publicació, sent exclusivament responsabilitat dels propis columnistes.
    comentari 1 comentari
    p planelles
    p planelles
    01/02/2010 06:02
    morir con los ojos abiertos

    Como de costumbre sus artículos son un punto de atención. Más...¿Quién le pone el cascabel al gato?

    Pujar