Los impuestos y el tráfico enfrentan a los candidatos a la alcaldía de Castelló

Los seis principales candidatos a la alcaldía de Castelló (en la ciudad se presentan hasta once partidos) han contrapuesto sus ideas este martes por la noche en el debate organizado por la televisión pública valenciana.

Así, este ha sido el segundo debate en el que se han enfrentado Marisol Barceló (Unides Podem), Begoña Carrasco (PP), Ignasi Garcia (Compromís), Amparo Marco (PSPV-PSOE), Antonio Ortolá (Vox) y Eduardo del Pozo (Ciudadanos), tras el que organizó la asociación adComunica.

El debate, estructurado en bloques que han saltado por los aires en varias ocasiones, ha sido una sucesión de monólogos intercalados con varias interpelaciones entre candidatos, que han tenido alguno de los momentos más tensos cuando se han tratado materias como la movilidad o los impuestos.

“Sanchismo o cambio” frente a “Retroceder o avanzar”

En este encuentro en àpunt, la alcaldesa y candidata a la reelección Amparo Marco, ha mostrado la gestión de las últimas dos legislaturas como su “carta de presentación” ante los votantes. “Yo jamás mentiré a ningún vecino prometiendo algo que no es legal o si no tenemos recursos o competencias para ello”, ha asegurado en clara referencia a las propuestas de la oposición durante su minuto de oro, en el que ha llamado a los votantes a elegir entre “retroceder al oscurantismo o avanzar hacia una ciudad mucho mejor”.

Por su parte, la líder de la oposición, Begoña Carrasco,, ha llamado a elegir “entre el sanchismo y el cambio; entre el sectarismo y la libertad” y se ha dirigido a los indecisos: “Vótame, que no te voy a fallar”.

Ignasi Garcia, de Compromís, ha seguido la estela de Marco, construyendo la dicotomía entre pasado y futuro y mostrando a los votantes una elección entre “si volvemos a la corrupción y los recortes o si damos un nuevo impulso a las políticas progresistas”.

Eduardo del Pozo, por su parte, ha pedido el voto para acabar “con las peleas improductivas entre izquierdas y derechas” y para traer “aire fresco ante las políticas fracasadas del bipartidismo”.

En cuanto a Marisol Barceló, de Podem-Esquerra Unida, ha asegurado que son “imprescindibles” para presionar a los gobiernos del PSOE hacia la izquierda y ha pedido el voto directamente a las familias trabajadoras con una advertencia: “La derecha solo va a precarizar el empleo y a privatizar los servicios públicos y habla de una falsa libertad que solo beneficia a una minoría: Si no se puede llegar a final de mes no hay libertad”

Por parte de Vox ha representado a la formación Antonio Ortolá, quien ha asegurado que los votantes “tienen la oportunidad de elegir entre la izquierda y el centroderecha del PP o Vox, que es el centroderecha”.

En cuanto a los pactos de gobierno postelectorales, las candidatas de PSOE y PP han dejado la posibilidad de una coalición en manos de los ciudadanos, asegurando que ellas ‘salen a ganar’.

El candidato de Compromís sí ha asegurado que no negociará con gente que niegue la violencia machista y que quiera esconder la diversidad en un armario”, mientras que Vox ha expresado que su compromiso es “echar de las instituciones a la izquierda radical, sectaria y catalanista” y ha dejado en barbecho la idea de pactar con el PP: “Habrá que ver con qué PP hemos de pactar, primero se tendrán que aclarar ellos”.

Por su parte, Eduardo del Pozo ha sido el único candidato que ha asegurado que pactaría con cualquiera de sus contrincantes. “No tengo ningún tipo de problema en sentarme con todas las fuerzas y soy el único que puede decir esto”, ha expresado.

El problema de la vivienda

Con la vivienda en el candelero de la política nacional y autonómica, el tema ha salido a la palestra también en este debate, en el que Marco ha asegurado que con el nuevo Plan General ya aprobado se plantean levantar 130.000 metros cuadrados de viviendas, de los que el 50% serán para familias con necesidad y jóvenes.

Carrasco, por su parte, ha acusado al gobierno municipal de no construir nueva vivienda pública, una cuestión sobre la que Marco se ha excusado aduciendo la falta de un Plan General en vigor.

García, por su parte, ha apostado por “desterrar el modelo de especulación salvaje del PP” identificado zonas a rehabilitar, destinando el 50% de viviendas a uso social y gestionando de forma directa los pisos del Sareb, así como limitando los precios de alquiler en zonas tensionadas.

Una cuestión a la que se ha sumado Barceló, que ha asegurado que aplicarán la reciente Ley de Vivienda para decretar varias zonas tensionadas en la ciudad y que sumarán al parque público hasta 190 viviendas con compra y promoción pública para su alquiler asequible.

Supermanzanas, fábricas y un parque temático de Tombatossals

En materia de urbanismo Marco ha vuelto a recalcar que con el nuevo Plan General “la ciudad ya cuenta con seguridad jurídica para atraer inversiones que se iban a otros municipios” y ha exhibido la nueva inversión de 1.000 millones que hará la empresa Ignis para su nueva planta de ‘amoníaco verde’.

Los partidos de la oposición, por su parte, han mostrado en un lugar destacado de sus propuestas la necesidad de desbloquear la ‘alegalidad’ de las viviendas de la Marjal con rapidez. Una premura a la que Marco ha contraatacado recordando que “en otra época decían decían: construya usted por la noche, que no se le vea y ya se le legalizará (la vivienda)”.

Otro choque se ha producido sobre la cantidad de suelo industrial que reserva el Plan General, que Carrasco considera escaso y que “lastra las oportunidades de la ciudad” e incluso que no deja espacio suficiente para construir la estación intermodal en la zona del Serrallo, una máxima que la alcaldesa ha desmentido.

Desde Compromís, por su parte, han planteado el urbanismo como una forma de “prepararse para el reto climático” con el diseño de un mapa de sombras y de refugios climáticos ante las olas de calor, además de un cinturón verde “que una los barrios, la Marjal y las urbanizaciones”.

Una propuesta a la que Ortolá ha calificado de “fanatismo climático”, algo que García le ha recriminado: “Vendrán las olas de calor, y a usted igual no le importa, pero más del 60% de la población no tiene aire acondicionado en casa y necesita confort”.

Por su parte, Eduardo ddel Pozo ha exhibido dos de sus propuestas estrellas, la creación de un recinto de festivales en avenida del Mar y un parque temático con toboganes al estilo Gulliver pero dedicado a Tombatossals.

El gran debate de la Zona de Bajas Emisiones

La futura Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de la ciudad es uno de los temas que más ha dado que hablar, aunque, eso sí, la práctica totalidad de los partidos se ha mostrado en sintonía con la idea de construir más aparcamientos disuasorios en las afueras y en mejorar el transporte público.

Ante las críticas de los partidos de la oposición sobre este proyecto, Marco ha recordado que es un mandato obligatorio por directiva europea y ha explicado que su coste, de 11 millones de euros, se financiará con los fondos comunitarios.

Por su parte, Carrasco ha asegurado que “han convertido llegar al centro en una gymcana” y ha lamentado que se quiera restringir el tráfico en 745.000 metros cuadrados. “Europa obliga pero no dice cómo y ustedes han decidido restringir toda la ciudad”, ha exclamado la popular, que ha reiterado que “Castellón no es Madrid”.

Además, la candidata del PP ha planteado la recuperación de la línea 2 del TRAM para que el Grao “no quede incomunicado a partir de las 10.30 horas sin transporte público”, además de lanzar una promesa de “reordenar la movilidad de Castelló para que la gente tarde 20 minutos menos en ir de su trabajo a su casa”.

Ignasi García, por su parte, ha asegurado que Castelló y su área es una de las zonas que más utilizan el vehículo privado, por lo que ha propuesto la creación de una autoridad metropolitana del transporte para unificar tarifas y coordinar horarios como se ha hecho en València. “No puede ser que el último TRAM llegue a la estación cuando aún quedan tres cercanías por pasar”, ha lamentado.

Además, García propone construir pasarelas que conecten Crèmor con el Raval Universitari y la ciudad con las urbanizaciones de montaña, así como continuar con el proyecto de las superanzanas, como la diseñada en Maestría, para reducir el ruido del tráfico en los barrios. Eso sí, sobre la reordenación del tráfico en la ciudad ha derivado la cuestión al diálogo con vecinos y comerciantes.

En cuanto a la representante de la coalición de Esquerra Unida y Podem, ha defendido la peatonalización y ha planteado la extensión del bo activa’t hasta llegar a la gratuidad del transporte público. Además, ha animado a constreñir el tráfico en zonas sensibles como “los centros hospitalarios y educativos o las residencias” recordando que “casi el 11% de los fallecimientos que se producen en España lo hacen por contaminación ambiental”.

Ciudadanos y Vox, por su parte, han defendido acabar con la zona azul en el centro de la ciudad. Ortolà ha ido más allá, ha criticado la “peatonalización desmesurada” y ha llegado a achacar el accidente de este martes en la avenida de Lidón a su peatonalización, por lo que ha prometido la reapertura del tráfico si llegase a gobernar.

La tasa turística para la ciudad

En el bloque de turismo todos los partidos han llamado a desestacionalizar el sector en la ciudad para generar ingresos durante todo el año, con iniciativas culturales y deportivas los 365 días del año.

Así, Compromís y PP plantean que los eventos deportivos llenen los hoteles la ciudad los 12 meses del año, Marco apuesta por la creación de una Escuela de Deportes Náuticos y tanto García como Del Pozo han propuesto convertir el antiguo asilo de la calle Gobernador en un museo.

Las discrepancias han llegado con la cuestión de la posible implantación de la tasa turística a nivel municipal, que los partidos a la derecha consideran un error y las formaciones a la izquierda una forma de reinvertir en los servicios.

Por su parte, la alcaldesa, Amparo Marco, se ha situado en una situación intermedia, pero negando que sea útil para la ciudad. “La tasa turística está pensada para destinos consolidados y en Castelló ahora mismo necesitamos atraer turismo, por lo que no se debe de aplicar”.

¿Bajar impuestos en Castelló?

Marco ha aprovechado este bloque para sacar pecho de su gestión, recordando de que cuando llegó al gobierno en 2015 la ratio de endeudamiento era del 80%, mientras que actualmente se sitúa en el 16%. Además, se mostrado favorable a “bajar los impuestos siempre que se pueda hacer”, aunque condicionado a que se pueda mantener el escudo social levantado por el Ayuntamiento.

Carrasco ha hecho gala de la amplia bajada de impuestos de la que hace gala en su programa para “ayudar a las familias” y ha recordado que existe margen para ello habida cuenta de que parte del presupuesto ha quedado sin ejecutar al acabar el año. Además, ha insistido en su propuesta de una ventanilla única para “que se pueda abrir un negocio en 30 días”.

El candidato de Compromís se ha dirigido directamente a Carrasco, a quien ha retado en dos ocasiones a que cuantifique lo que supone para una familia la bajada de impuestos que propone. “¿Se puede comparar la bajada del IBI que propone a los 3.000 euros que se ahorra una familia por la escoleta gratuita de 2 a 3 años, el Xarxa Llibres o la salud bucodental gratuita que proponemos?”, le ha inquirido.

García, además, ha asegurado que en la ciudad hay 5.000 parados menos que hace ocho años y 20.000 trabajadores más que cotizan, al tiempo que ha lanzado algunas de sus propuestas, como bonos comerciales fuera de temporada, más plazas de Formación profesional Dual (y un módulo marítimo-pesquero) y una ‘tasa Amazon’ para que las grandes plataformas jueguen en igualdad de condiciones con el pequeño comercio.

El candidato de Ciudadanos ha repetido en varias ocasiones que la situación del centro de la ciudad es "crítica" al encontrar numerosos rótulos de "se vende, de alquila o se traspasa" en los locales comerciales y ha lamentado que "la ciudad ha estado hivernando estos ocho años".

Barceló, por su parte, ha defendido la creación de una banca pública municipal y ha llamado a “no dejar morir a la agricultura”, asegurando que si se recuperasen los campos abandonados en la ciudad se podrían crear 1.800 puestos de trabajo. Además, ha propuesto crear un polígono industrial verde para que Castelló produzca su propia energía renovable y ha reivindicado la necesidad de presionar al gobierno central para que inyecte 750 millones de euros a la cerámica castellonense para que pueda sufragar el coste del gas.

El candidato por Vox, por otro lado, ha anunciado que si llega a ser alcalde Castelló será la primera ciudad de España que elimine el impuesto de plusvalía. “El dinero donde mejor está es en el bolsillo de los castellonenses”, ha asegurado.