El Hospital Sant Joan suscribe el Programa de Acogida de niños saharauis
El objetivo es ofrecer asistencia hospitalaria y de atención primaria a los menores con graves patologías
Una red de entidades alicantinas colaborará en la mejora del bienestar de los refugiados
El programa parte de la cooperación entre la Asociación de ayuda al pueblo saharaui Dar Al Karama, que significa Hogar de la Dignidad, y la Dirección Territorial de Bienestar Social de Alicante, así como otras instituciones, entre ellas, el área de Salud 17, la Fundación Alió, la Asociación Emaús, la Diputación Provincial de Alicante, el Ayuntamiento de Alicante y los ayuntamientos de Torrevieja y Novelda.
La signatura de este protocolo significa la continuidad del programa durante el ejercicio 2009, una realidad que no habría sido posible, como ha reconocido el Jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Sant Joan, Manuel Moya, “sin el papel fundamental que han desempeñado también el resto de entidades”.
Por su parte, el Hospital Sant Joan prorrogará su contribución, como parte esencial del programa, al servicio de la protección y tratamiento de niños saharauis con diferentes patologías, que se espera lleguen con anterioridad al comienzo del verano.
Una relación duradera y fructífera
Además de la participación en esta octava edición del Programa Casa de Acogida, cabe destacar que el Departamento de Salud 17 ha estado presente en todas las anteriormente realizadas, ya que el compromiso estrecho entre el Hospital y la Asociación Dar Al Karama se oficializó en junio de 2002, año que en que se fundó la entidad humanitaria.
No obstante, como recuerda el Jefe del Servicio de Pediatría, la asistencia médica a los pequeños saharauis se ha venido realizando de forma continuada desde la creación del Hospital en el año 1991, momento en que ni siquiera existía la Asociación Ad Al Karama como tal. “Desde el principio -destaca el Dr. Moya- contamos con el beneplácito de las autoridades del Hospital Sant Joan, que nos ofrecieron facilidades en los ámbitos de diagnóstico y terapéutico".
En este sentido, los chicos reciben asistencia hospitalaria y de atención primaria. En primer lugar son recibidos en consultas externas, “incluso destinamos horarios de consultas para los pequeños”, apunta el Jefe de Pediatría, para canalizar sus patologías y si éstas son banales son remitidos a los centros de salud.
Por lo que respecta a la selección de los menores, corre a cargo del Ministerio de Salud Pública Saharaui junto con la Comisión de Evacuación, quienes priorizan la gravedad de los casos. A finales del pasado año, como ha sucedido en otras ocasiones, se desplazaron dos facultativos del Servicio de Pediatría del Hospital Sant Joan a los campamentos de refugiados en Tinduf para contemplar los casos más delicados y decidir cuáles serían los niños más indicados para recibir asistencia médica.
En cuanto al estado de salud que presentan estos menores, comenta el Dr. Moya que, desde el principio, les “sorprendió el relativo buen estado de nutrición que mostraban, ya que esperábamos encontrarlos en condiciones de malnutrición. Sin embargo, -continúa- suelen presentar graves patologías, como la cardiaca, la renal y neurológica”.
En este sentido, se ha de tener en cuenta que las posibilidades de diagnóstico en el campo de refugiados son limitadas, así como las intervenciones quirúrgicas. El problema que surge tras su estancia en la casa de acogida es que, según señala el Jefe de Pediatría, “en muchas ocasiones, los diagnósticos implican tratamientos complejos y, a la vuelta a su lugar de origen, el control de los niños se convierte en una verdadera aventura, debido a los problemas de dispensación que tienen allí. Me consta que a veces se les ha llegado a retener para que puedan continuar con su tratamiento”.
Así, los niños saharauis permanecen en la casa de acogida por un periodo de 3 a 6 meses, pero ello depende de la evolución de la enfermedad y de cuándo dé el visto bueno el pediatra, por lo que la duración de su estancia atiende a criterios médicos.
A lo largo de estos 18 años, “se ha prestado un gran servicio, ya que se ha cubierto prácticamente a toda la población, a pesar de que ésta se va renovando. Se han resuelto muchos problemas gracias a esta labor constructiva y casi anónima”, concluye el Dr. Manuel Moya.
