Compromís considera que la anulación del Plan Rabassa supone el fin de un tiempo marcado por el urbanismo especulativo y los amiguismos
Mireia Mollà solicita la comparecencia de la consellera de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, Isabel Bonig
La diputada de Compromís Mireia Mollà ha asegurado hoy que “desde Compromís nos felicitamos por la decisión del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) de anular el Plan Rabassa, que es la viva demostración de las políticas urbanísticas de los gobiernos del PP, en este caso del Ayuntamiento de Alicante, primero de la mano de Luis Díaz Alperi y después de Sonia Castedo”.
Según la diputada de Compromís, “los gobiernos municipales de Alperi y Castedo han propiciado los pelotazos urbanísticos con la única finalidad de favorecer y enriquecer a sus empresarios amigos, en este caso el señor Ortiz y, por eso esta decisión judicial pone punto y final a una etapa oscura del gobierno de Alicante”.
“Por lo tanto, exigimos hoy más que nunca las responsabilidades políticas de Castedo y Alperi, que propiciaron esta barbaridad urbanística, medioambiental y social que es el plan Rabassa”, ha destacado Mireia Mollà, que ha añadido que “queremos que el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, eche a Castedo del Ayuntamiento de Alicante y a Alperi de su escaño en Las Cortes, pues estas personas no pueden seguir ensuciando el nombre de Alicante como lo están haciendo con numerosos casos de irregularidades y presunta corrupción al frente del consistorio”.
A la vez, la diputada ha anunciado que “nuestro grupo parlamentario va a solicitar la comparecencia de la consellera de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, Isabel Bonig, para que dé las correspondientes explicaciones sobre este plan que el Gobierno valenciano también apoyó a pesar de las irregularidades”.
Por su parte, el portavoz de Compromís per Alacant, Tomàs Mestre, ha afirmado que “desde nuestro colectivo estamos muy satisfechos por la resolución del TSJCV, porque, como hemos dicho en muchas ocasiones, este es un plan que obedece a un concepto poco riguroso desde el punto de vista de la sostenibilidad y del Medio Ambiente, además de fomentar una producción urbanística salvaje lejos de la cohesión que necesita esta ciudad”.
“El TSJCV ha acabado con una manera de hacer política que ya se termina, un modo de gobernar que se centra al hacer políticas para unos cuantos y no para la mayoría”, ha concluido Mestre.
