El MUBAG se reinventa con una exposición inédita de los grandes pintores alicantinos del siglo XIX

El Museo de Bellas Artes Gravina ha abierto esta mañana una nueva etapa expositiva. En el año de su décimo aniversario el MUBAG rinde homenaje a los grandes pintores alicantinos con “El siglo XIX en el MUBAG. De la formación a la plenitud de un artista”. La muestra, organizada por la Diputación de Alicante, cuenta con un total de 65 obras -58 lienzos, seis apuntes sobre cartón y una escultura- procedentes de distintos fondos museísticos, entre los que destacan catorce cuadros cedidos por el Museo Nacional del Prado. Por primera vez se exhiben al público piezas inéditas como “La última borrasca” de Heliodoro Guillén.

Además de los óleos cedidos por el museo nacional, la nueva colección permanente incluye una recopilación de nueve obras de gran valor del Museo Sorolla. Completan la muestra una selección de trabajos procedentes de los fondos propios de la Diputación de Alicante, así como del Museo de Bellas Artes de Valencia y del Ayuntamiento de Alicante.

La presidenta de la institución provincial Luisa Pastor ha calificado la exposición como verdadero punto de inflexión en la historia de la pintura alicantina y ha señalado que nace de la colaboración y, sobre todo, de la excelencia de los fondos de la Diputación. El MUBAG abrirá al público esta tarde una excepcional muestra valorada en cerca de cinco millones de euros.Con esta propuesta expositiva queremos reivindicar el papel de los artistas alicantinos del siglo XIX que dejaron en sus lienzos su capacidad creativa, su pasión por la pintura y por el arte.

Asimismo, Pastor ha destacado la importancia de los catorce cuadros procedentes del Museo del Prado que, por primera vez, se exhiben en Alicante y ha manifestado que su valor histórico y artístico es incalculable y suponen una prueba más de la talla de nuestros pintores.

El director del Museo del Prado Miguel Zugaza, quien también ha estado presente durante la presentación de la colección, ha destacado la importancia de esta muestra, que ofrece una visión completa y original de la pintura del siglo XIX a través de una secuencia histórica muy interesante donde se narra el proceso de un artista, desde su formación hasta su consagración. Me parece que es un trabajo brillante, que permite reivindicar y poner en valor, no sólo la colección de la Diputación, sino también las obras de instituciones como el Museo del Prado, ha puntualizado Zugaza.

A la presentación han asistido también el diputado de Cultura Juan Bautista Roselló, la directora general de Patrimonio Cultural Marta Alonso, el delegado del Consell en Alicante Juan de Dios Navarro, el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Alicante Miguel Valor, el vicepresidente de la institución provincial César A. Asencio, así como diputados provinciales.

La transformación de la primera planta del MUBAG para esta ocasión se ha traducido en un recorrido sencillo y didáctico que permite al visitante disfrutar de los trabajos más sobresalientes de la pintura alicantina del siglo XIX y conocer las distintas etapas por las que pasaban los artistas de aquella época.

La muestra recorre, desde sus primeros años de formación, donde cobran especial relevancia las ayudas que necesitaban de organismos oficiales como las Diputaciones Provinciales para ampliar sus estudios en España o en el extranjero, pasando por su participación en exposiciones y las medallas obtenidas en ellas, hasta su plenitud artística y el reconocimiento internacional; apartado, este último, dedicado a Joaquín Sorolla, considerado por la crítica como uno de los principales artistas universales del siglo XIX.

Por su parte, la directora del Museo Sorolla Consuelo Luca de Tena ha explicado que el color y la luminosidad del mar de Jávea supusieron para Sorolla un gran descubrimiento. Por ello y, a pesar de que se trata de un pintor valenciano, sus trabajos tienen mucha coherencia en este conjunto de obras, porque es en esta provincia donde vivió un importante cambio que marcaría su trayectoria y que plasmó en sus creaciones posteriores.

Asimismo, la exposición incluye un espacio, que se irá renovando periódicamente, en el que se destaca la figura de un artista presente en la muestra. En esta ocasión, la colección reconoce el trabajo y la obra del creador alcoyano Emilio Sala Francés por su aportación teórica a la técnica de la pintura en su manual “Gramática del color” e incluye un recorrido por su vida y trayectoria profesional.

La directora técnica del MUBAG ha señalado que esta colección ofrece un recorrido por la pintura de los artistas alicantinos del siglo XIX, quienes realizan su formación de forma vinculada con la Diputación de Alicante. A través de una selección de importantes obras, muchas de ellas nunca vistas hasta el momento, hemos tratado de recuperar el patrimonio de nuestros pintores para poder conocerlos más y mejor.

Entre las piezas más llamativas de esta exposición se encuentran los trabajos “Doña Matilde Periche” de Antonio Pérez Gisbert, que se exponía en el Casón del Buen Retiro hasta la ampliación del Prado y que es uno de los cuadros más representativos de la época, además de ser la imagen que ilustra la colección, y “Reposición de Cristóbal Colón” de Francisco Jover y Casanova, por ser el cuadro de mayores dimensiones -331 por 473 centímetros. Por el contrario, el óleo más pequeño es “Autorretrato” de Lorenzo Casanova, también cedido por el Museo Nacional del Prado.

En la primera etapa de formación destaca el cuadro “Academia” de Pedro Serrano, con el que el artista consiguió una plaza para poder estudiar en Roma, “Orientalista” de Emilio Sala y los trabajos de Lorenzo Casanova cedidos por el Museo del Prado “El pintor Miguel Jadraque” y el citado “Autorretrato”.

Del periodo que hace referencia a las exposiciones y premios obtenidos por los artistas en aquella época son representativas las obras de Fernando Cabrera “¿Necesita usted modelo?” -Medalla de Primera Clase en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1901- y “Huérfanos” -Medalla de Segunda Clase en 1890-, así como “Viejo con niña” de Vicente Poveda y Juan -Medalla de Tercera Clase en 1884- y “La última borrasca” de Heliodoro Guillén -Medalla de Tercera Clase en 1892-.

El retrato “El Doctor Don José Guisasola Goicoechea” de Emilio Sala y “Costureras” de Joaquín Agrasot y Juan son los trabajos que ilustran, entre otros, la etapa de plenitud. Por último, en el apartado que hace referencia al reconocimiento internacional de los pintores llaman especialmente la atención los tres óleos procedentes del Museo Sorolla “Nadador”, “Nadadora” y “Niño sobre roca”, realizados en el año 1905 por el pintor valenciano.