La alcaldesa de Alicante cataloga como "colegio estrella" el C. P. San Roque

La alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, ha catalogado hoy como "colegio estrella" el C. P. San Roque durante la visita que ha realizado a este centro educativo coincidiendo con el comienzo del curso escolar. La primer edil ha basado esa afirmación en "su novedosa construcción, en la calidad del profesorado y en las vistas de la bahía de Alicante que ofrece a sus alumnos". Ha destacado la "importancia" del C. P. San Roque para la educación en el Casco Antiguo y ha subrayado que "ha sido demasiado el tiempo que los padres y los alumnos han tenido que esperar para llegar a un día como el de hoy en que han visto, con sus modernas infraestructuras, su recompensa al esfuerzo de años de espera".

Antonio Ardid, concejal de Educación, ha indicado sobre la apertura del C. P. San Roque que "era de justicia y necesario . Ahora, y en un claro esfuerzo del Ayuntamiento de Alicante, se ha convertido en realidad un centro educativo que cuenta con las últimas tecnologías y un profesorado capacitado para ofrecer la educación que se merecen los alumnos". David Rodríguez, director del centro educativo, ha reseñado que "hemos hecho una apuesta por la educación de calidad en un centro por todos y para todos".

La superficie construida ha sido de 2.900 metros cuadrados mientras que el presupuesto, incluyendo el IVA, llega a los 3,2 millones de euros. El C. P. San Roque tiene capacidad para 230 alumnos y cuenta con seis aulas de Primaria y tres de Infantil.

Memoria descriptiva

El área del proyecto está situada dentro del Casco Antiguo de Alicante, justo donde se produce el acceso desde el Este. Constituye una zona límite del barrio antiguo (aún evidenciado por la presencia de los restos de la muralla) y junto a una zona de la ciudad desarrollada en años marcadamente especulativos.

La traza urbana original en esta zona ha desaparecido en la actualidad. Ha devenido en un vacío producto de sucesivos derribos realizados sin un objetivo claro, un vacío atravesado por el tráfico rodado de una vía de trazado espontáneo que da respuesta a funcionalidades mal resueltas. Las características de la parcela son un condicionante imprescindible en la solución adoptada.

En primer lugar, el solar es el fondo de tres calles del Casco Antiguo -Villavieja, Balseta/Antequera y San Juan- y su principal característica es la relación física entre ellas puesto que discurren en paralelo a una distancia de aproximadamente 12 metros, con una diferencia de nivel entre ellas de 7 metros de media.

Esta circunstancia fragmenta la edificación y multiplica el acceso al centro, planteándose tres entradas desde las tres calles mencionadas, aunque sólo una de ellas, que corresponde con la de la calle Balseta, pueda considerarse entrada común a las instalaciones docentes.

Otro efecto de este condicionante es la fragmentación de los espacios libres de juegos, tanto de Primaria como de Infantil, ya que la adaptación al suelo provoca plataformas escalonadas que van penetrando en las diferentes plantas de la edificación. Esta característica tiene, también, gran importancia formal en la solución final ya que es necesario proteger estas zonas de juego, situadas en altura. Para ello se dispone de grandes paneles-malla que permiten la constante visual hacia los espacios de la ciudad circundante. A veces, estos paneles sobrepasan su lugar para invadir ciertas partes de la fachada, creando un discurso vertebrador de su composición. En segundo lugar, otro factor, con marcada influencia, es el cierre Este del solar y fondo panorámico del conjunto es la muralla, BIC de esta ciudad y escenario permanente del barrio.

La aproximación a esta preexistencia se realiza siguiendo las recomendaciones establecidas en el Plan Especial de Protección del Entorno del Castillo de Santa Bárbara, colocándose plataformas ajardinadas.

Se pretende que la edificación y la muralla interactúen desde su arranque, en la calle Villavieja, distinguiéndose dos comportamientos de las edificaciones al respecto. El bloque más urbano, que denominamos en el proyecto Edificio A, con fachada Sur a la calle de Villavieja, Oeste a calle lateral sin nombre, y Norte y Este interiores al espacio abierto del centro, es el más rotundo.

El segundo volumen, o Edificio B, comienza igual que el anterior cuando se encuentra delimitado por las calles de Balseta y San Juan, recorriendo interiormente el espacio interior de la parcela que corresponde al acceso general. Después se desparrama en planta y en sección según va "escalando" la montaña.

Las cubiertas juegan un papel primordial no sólo en el programa funcional del centro, sino también en la integración en el paisaje próximo del monte, planteándose plataformas de tierra prensada y cubiertas vegetales de plantación extensiva autóctona.