Una parroquia castellonense denuncia sabotaje tras cortarle la luz durante una procesión

A oscuras. Así tuvo que celebrarse ayer la procesión del Cristo de la Junquera en Xilxes después de que a pocos minutos de comenzar el acto religioso se apagaran las luces de la parroquia y de las calles del recorrido habitual de la procesión.

A la vista de la situación, algunos vecinos que se acercaron para participar, como cada año, en la procesión rompieron a llorar. Desde la iglesia de Xilxes aseguran que el miedo de apoderó de algunas personas que no sabían qué estaba pasando.

La parroquia de Nuestra Señora de la Asunción contaba con el permiso de la Subdelegación del Gobierno para poder celebrar la procesión al considerar que “no existe inconveniente en la celebración de la citada manifestación religiosa” y señala el obligatorio cumplimiento de las medidas de seguridad e higiene para la prevención del covid.

Tanto es así, que hasta Xilxes se desplazaron dos patrullas de la Guardia Civil para garantizar la seguridad del acto.

Pese a la autorización expresa por parte del Gobierno, durante el día de ayer no cesaron las amenazas y coacciones para que la procesión no se celebrara. Desde las redes sociales del Ayuntamiento de Xilxes apuntaban que no existía tal autorización y que “el consistorio se desvinculaba totalmente de este acto”, pidiendo además responsabilidad a los vecinos y que “la programación oficial continuaba sin cambios”, con un concierto de la banda de música a la misma hora en que iba a realizarse la procesión.

En el mismo sentido se expresaba en redes sociales el concejal de Fiestas, José Manuel Navarro, señalando la “irresponsabilidad” de la parroquia por organizar la procesión,  amenazando que “si algunos deciden ir, se levantará acta y ya se depurarán responsabilidades” y asegurando que “todos los informes son en contra”.

Fuentes de la parroquia de Xilxes han asegurado que “ayer simplemente hicimos uso de un derecho de la parroquia y contábamos con la autorización de la Subdelegación del Gobierno”. De hecho, la propia Constitución Española y dos leyes orgánicas, la de reunión y la de libertad religiosa, amparan las celebraciones religiosas, han explicado.

Desde la parroquia califican de “calamidad y atropello” lo sucedido porque casualmente solo se apagaron las luces de la parroquia y del recorrido de la procesión. Es más, las mismas fuentes aseguran que del cuadro de luces sólo se rompió la del campanario y en la calle Sant Roc se quedaron a oscuras en el momento justo en que pasaban la procesión. Por su parte, en el resto de la localidad, la iluminación seguía funcionando con total normalidad.

“Ayer el Ayuntamiento de Xilxes dividió al municipio e intentó por todos los medios que no se realizara la procesión”, han asegurado desde la parroquia que califican lo sucedido fue “sabotaje, acto arbitrario y de discriminación”.

El Ayuntamiento de Xilxes no colaboró

Asimismo, desde la parroquia han asegurado que el Ayuntamiento de Xilxes no colaboró, como sí lo hizo otros años, para cortar las calles del recorrido y para que no aparcaran los vehículos.