Villa Teresita reparte productos básicos en Valencia a más de 130 familias en riesgo de exclusión

La comunidad Auxiliares del Buen Pastor-Villa Teresita ha repartido durante el estado de alarma, en Valencia y localidades cercanas, lotes de productos básicos de alimentación e higiene a más de 130 familias en situación de riesgo de exclusión, en su mayoría de mujeres en contextos de prostitución y de víctima de trata.

“En medio de la dureza de este tiempo marcado por la pandemia también sale vida y hemos vivido una experiencia de providencia muy bonita y una experiencia de Iglesia donde se suma, con la colaboración de voluntarios y de los religiosos dehonianos”, ha destacado Conchi Jiménez, responsable de Villa Teresita, en una entrevista al periódico diocesano PARAULA.

Cuando se decretó el estado de alarma por el coronovirus Villa Teresita tuvo que cerrar temporalmente el centro social situado en el barrio valenciano de Velluters en el “habitualmente realizamos atención social y programas formativos, y tampoco hemos podido realizar nuestra labor de intervención directa en la calle de acercamiento y atención integral a mujeres en ambientes de prostitución”, ha explicado Jiménez, que ha subrayado que ahora el centro social ha retomado su actividad “pero con cita previa”.

Por ese motivo, desde Villa Teresita comenzaron a contactar con las mujeres que habitualmente acudían al centro social, “la gran mayoría africanas, que allí reciben clases de castellano o que viven en el barrio en riesgo de exclusión social, y algunas de ellas, no todas, proceden de situaciones de prostitución o víctimas de trata”.

A través de esos contactos telefónicos se preocupaban por su situación y veían sus necesidades “y vimos que muchas se encontraban en una situación de mayor vulnerabilidad y sin ingresos, muchas de ellas con niños pequeños y sin posibilidad de comprar alimentos”.

Esta situación hizo que empezaran a distribuir entre estas familias lotes de productos de primera necesidad (alimentos, productos de higiene y limpieza), ayuda que ha sido posible gracias al apoyo de los religiosos dehonianos, que han cedido las instalaciones de la Escuela de Negocios ESIC para realizar los lotes y desde donde los voluntarios, vinculados tanto a Villa Teresita como a los dehonianos, han distribuido los lotes en Valencia y en diferentes localidades de la provincia.

Generosidad de los que ayudan y gratitud de las familias atendidas

De todo este movimiento solidario surgido durante el confinamiento, “lo más importante es la gran generosidad de la gente ayudando, tanto con productos como llevándolos a las casas, y la gratitud de las familias que lo recibían”, según Conchi Jiménez, que ha señalado que los voluntarios vuelven “encantados” tras recibir muestras de agradecimiento y por ver la ilusión de los más pequeños.

Además de las mujeres a las que suelen atender, Villa Teresita ha recibido, durante el tiempo de confinamiento, solicitudes de ayuda de otras mujeres “que hace tiempo acudieron a Villa Teresita o que nunca lo habían hecho pero que, a través de otras mujeres, habían oído que les podíamos ayudar”, ha explicado la responsable.

Desde Villa Teresita, además de prestarles esta primera ayuda de emergencia, les han asesorado sobre diferentes trámites, a través de las trabajadoras sociales de la entidad, y en otros casos las han derivado a otras entidades donde ofrecen apoyo.