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DENUNCIA VECINAL

VIDEO | El infierno 'okupa' con el que conviven los vecinos de la calle Yecla en Valencia

El 'horror' con el que conviven los vecinos de la calle Yecla en Valencia
El 'horror' con el que conviven los vecinos de la calle Yecla en Valencia
  • Un grupo de okupas les está haciendo la vida imposible: tráfico de drogas, peleas, defecaciones en los portales, amenazas y enfrentamientos... y el problema va a más cada día

Tráfico de drogas, fogatas en la calle, peleas, defecaciones en los portales y en los coches, enfrentamientos y amenazas a los vecinos… es el pan de cada día de los vecinos de la calle Yecla en el barrio de Amistat en Valencia, donde un grupo de okupas les está haciendo la vida imposible desde hace más de un año. De nada han servido las denuncias, las intervenciones policiales y hasta los intentos de desahucio. El infierno para los afectados no solo sigue sino que cada día va a más.

El bajo okupado pertenece a una sociedad inmobiliaria: Jezzine Uno sl. Hasta hace unos años en el bajo estaban las oficinas de un banco pero cuando se cerraron, llegaron los okupas. Se les ha intentado desahuciar pero, hasta el momento, ha sido en vano.

Grave riesgo para los vecinos de la zona

En ese bajo viven cuatro personas, comentan a elperiodic.com los propios vecinos: una mujer mayor, su hija y las parejas de ambos, en unas condiciones higiénicas y sanitarias pésimas: “Esto se traduce en un grave riesgo para la salud de estas personas y la comunidad, ya que durante el verano han tenido problemas de parásitos (pulgas, garrapatas, cucarachas…)". 

La policía va continuamente porque los vecinos llaman día tras día para denunciar lo que ven desde sus balcones, en sus portales, o en los coches que tienen aparcados en la calle: “Algunos de los okupas son drogadictos y se pinchan en la calle, entre los coches. Además, durante el día son más las personas que entran y salen de ese bajo, y es visible que están bajo los efectos de sustancias ilegales o en busca de ellas”, lamentan los afectados.

A esto se suman los problemas higiénicos continuos. Los okupas hacen sus necesidades en la calle, a cualquier hora del día, frente a los niños que pasan por la calle sin ningún tipo de pudor: “Hace poco uno de ellos defecó en mi coche y tuve que limpiar el cristal de mierda, literalmente”.

Amenazas a los vecinos

Pero los vecinos también tienen miedo de enfrentarse a ellos o decirles nada, ya que portan armas blancas consigo: “Son personas violentas, que se encaran con los vecinos y se pelean entre ellos”, denuncia uno de los afectados, que sufrió una agresión verbal mientras paseaba con su bebé de pocos meses.

Además, uno de los okupas, tal y como cuentan los vecinos, se dedica a robar bicicletas, ya que va cada día con una bicicleta distinta y las van almacenando, también, dentro.

Intento de desahucio en vano

El banco propietario del bajo denunció la okupación y se llegó a poner en marcha una orden de desahucio que finalmente quedó paralizada al haber entre los okupas una persona mayor con problemas mentales. Y aquí llega el bloqueo: muchas administraciones implicadas y los vecinos desesperados hasta el punto de que temen que pronto haya una desgracia: “Con el frío encienden hogueras y ahí dentro hay material inflamable como colchones y muebles que se encuentran por la calle. Cualquier día habrá un incendio”.

Los afectados van más allá y hablan de palizas entre los okupas: “A veces hemos visto a una mujer con moratones, un ojo golpeado… lo siguiente es una paliza de muerte si no se actúa a tiempo”.

Los vecinos están desesperados. Cada día llaman a la Policía Local y Nacional, que desplaza hasta allí, hace las diligencias oportunas pero se marcha: no pueden actuar de puertas para adentro ya que son los moradores de la ‘vivienda’. Una situación que no deja dormir a los vecinos y que cada día es más cruel.

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