Los vecinos de Ruzafa denuncian la vuelta a la normalidad con registros de hasta 70 decibelios
Reclaman un control exhaustivo de los niveles sonoros ambientales de Ruzafa que tienen su origen en las actividades susceptibles de generar ruido
La Asociación Vecinal Russafa Descansa ha señalado que los 16 sonómetros ubicados en el barrio atestiguan la saturación acústica de Ruzafa desde hace semanas. El Ayuntamiento de Valencia publica desde finales del año 2020 en su página web los datos registrados por los sonómetros instalados en Ruzafa y tras la progresiva relajación de las medidas más restrictivas de la pandemia, este barrio vuelve a su normalidad como zona acústicamente saturada, como están reflejando dichos sensores.
En las 5 últimas semanas los elevados niveles sonoros registrados por estos sonómetros en Ruzafa son ZAS, pues superan ampliamente los objetivos de calidad acústica establecidos normativamente para entornos residenciales, que son 55 decibelios para el periodo diurno y 45 decibelios para el nocturno (desde de las 22 horas hasta las 8 horas).
Durante estas semanas, los niveles de ruido registrados por la mayor parte de sonómetros han sido superiores a los 65 decibelios en Ruzafa, llegándose en bastantes de ellos a niveles superiores a los 70 decibelios en promedio, como evidencian los datos publicados por el consistorio.
Todo ello, a pesar de la ubicación por el Ayuntamiento de València de los sensores acústicos en este barrio: solo un sonómetro fue ubicado en el entorno inmediato de una actividad recreativa legalmente calificada como molesta por ruidos y vibraciones, cuando Ruzafa acumula más de 360 establecimientos públicos hosteleros, en su gran mayoría con autorizaciones de terrazas. El resto de sonómetros fueron deliberadamente alejados por la concejalía de "calidad acústica" de los establecimientos y autorizaciones de estas actividades recreativas.
Los sonómetros registran en Ruzafa el ruido continuo equivalente en decibelios que genera no sólo una gestoría o una pastelería, sino un garaje, un taller de reparación, una tienda de electricidad, de puertas y armarios, de ropa de segunda mano, pero vintage... actividades todas ellas calificadas como inocuas. Y aun así los datos registrados son ZAS.
Ya ha sido suficientemente recordado al consistorio: "Medir y controlar el ruido no implica necesariamente su reducción, son precisas medidas efectivas y planes específicos de actuación, especialmente, en las zonas acústicamente saturadas."
Ya no se trata, por tanto, de convocar más reuniones de la Mesa municipal sobre contaminación acústica de Ruzafa, hasta cinco tuvieron lugar entre 2015 y 2019. En ninguna de estas reuniones propuso el Ayuntamiento de Valencia ninguna medida para reducir los elevados niveles sonoros de este barrio, niveles constatados incluso por el mismo servicio municipal de calidad acústica en un informe técnico de 2017.
Los vecinos optaron por la vía judicial
El paso del tiempo y la deliberada inoperancia administrativa municipal abocó al vecindario de Ruzafa a la vía judicial, como está abocando a más barrios de la ciudad de Valencia a recurrir a los tribunales.
Tras la sentencia del Tribunal Supremo a propósito de la declaración de Ruzafa como ZAS, el 23 de julio de 2021, la Junta de Gobierno Local aprobó una moción del concejal delegado de Calidad Acústica y del Aire por la que se acuerda "iniciar por el Servicio de Playas, Calidad Acústica y del Aire en el barrio de Ruzafa de la ciudad de Valencia, la realización de un estudio sonométrico en cumplimiento de la Sentencia 391/20, el cual se ajustará a lo establecido en el anexo V del Decreto 104/2006, de planificación y gestión en materia de contaminación acústica".
El anexo V del mencionado Decreto 104/2006 establece que será necesario realizar mediciones representativas en la zona de estudio a través del preceptivo informe de auditoría acústica para comprobar que la superación de los objetivos de calidad acústica para el ambiente exterior es debida a la existencia en dicha zona de numerosas actividades recreativas, espectáculos o establecimientos públicos y la afluencia de gente y vehículos asociados a ellas.
Para el cumplimiento de suficientes sentencias judiciales, de lo que se trataría a finales de 2021 es de llevar a cabo un control exhaustivo de los niveles sonoros ambientales de Ruzafa que tienen su origen en las actividades susceptibles de generar ruido como establece también la normativa autonómica y local que regula las ZAS.
Por todo ello, Russafa Descansa reclama que el ordenado estudio sonométrico por sentencia judicial cuente con el vecindario de Ruzafa para que se realice con mediciones representativas en tiempo, forma y ubicación de los puntos de medición.
A tal efecto, tras los elevados niveles sonoros registrados en los 16 sonómetros ubicados en este barrio durante las últimas semanas, Russafa Descansa solicitará una reunión urgente al concejal delegado de Calidad Acústica y del Aire para tratar la realización del estudio sonométrico por parte del Servicio de Playas, Calidad Acústica y del Aire del Ayuntamiento de Valencia.
Finalmente, la AVV Russafa Descansa espera no tener que seguir recurriendo y apelando a los tribunales para que sean los jueces y salas quienes hagan cumplir en este barrio la ley autonómica y la ordenanza municipal de protección contra la contaminación acústica, para así proteger los derechos vulnerados por la contaminación acústica ante la deliberada inoperancia municipal.
