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El vecindario de la Saïdia se moviliza contra la turistificación

El vecindario de la Saïdia se moviliza contra la turistificación
  • La concesión de nuevas licencias hoteleras y la proliferación de apartamentos turísticos tensan la situación en el distrito

  • El precio de alquiler de la vivienda ha aumentado un 50 % en solo tres años

  • Diferentes entidades del barrio han convocado una manifestación para el 2 de marzo, que recorrerá algunas de las calles más afectadas

Tras el aplazamiento de la manifestación prevista para febrero en la Saïdia contra la turistificación, que se canceló en solidaridad con el vecino barrio de Campanar tras la tragedia, el vecindario del distrito se movilizan de nuevo. La concesión de una nueva licencia hotelera en la zona ha sido la gota que ha colmado el vaso. Se trata de un hotel de apartamentos con aforo para 500 personas, ubicado en una manzana entre las calles Maximilià Thous y Benipeixcar, y cuya construcción está previsto que se inicie en breve. Este proyecto se suma al del macrohotel de 575 habitaciones de las naves de Guatla, de momento paralizado, que ya despertó una fuerte oposición vecinal. Pero el problema va más allá: los apartamentos turísticos (muchos de ellos ilegales) proliferan en todo el distrito y dificultan el acceso a la vivienda, además de amenazar al tejido social de los barrios. Por estos motivos, el vecindario de la Saïdia ha decidido poner en marcha una campaña de movilización que culminará el día 2 de marzo con una manifestación que saldrá de las torres de Serranos a las 11:30 h.

La Saïdia Comuna y las asociaciones de vecinos de Sant Antoni-la Saïdia, la Saïdia y Morvedre son las entidades que se encuentran tras la convocatoria de las protestas, con el apoyo de otras organizaciones de ámbito municipal como EntreBarris. Denuncian que, mientras la turistificación avanza vorazmente, muchos vecinos tienen que abandonar el distrito porque no pueden costear el acceso a una vivienda. Según los datos de los principales portales inmobiliarios, alquilar un piso en la Saïdia en el año 2024 cuesta 300 euros más de media que en 2021, un aumento del 50 % en solo tres años. Al mismo tiempo, los apartamentos turísticos han aumentado su presencia en un 30 %, sin contar la oferta ilegal, que se multiplica semana a semana. Mientras tanto, ni la Generalitat Valenciana ni el Ayuntamiento de València ponen suelo a disposición de la construcción de vivienda pública y protegida en la Saïdia.

Además de lo anterior, el aumento de la población flotante en el distrito genera también problemas de ruido y suciedad, además de la saturación de servicios públicos. Además, la turistificación va acompañada de un proceso de cambio en la demanda comercial que pone en peligro el comercio tradicional y de proximidad y fomenta otro tipo de establecimientos. Así, permitir que avance la turistificación sin tomar ninguna medida al respecto supone priorizar el interés económico de unos pocos frente a las necesidades de los vecinos de la zona. Todas estas razones se encuentran tras la organización de la manifestación que tendrá lugar el 2 de marzo en las calles del distrito, bajo el lema «Vecindario sí, turistificación no».

«Febrero antituristificación», un mes entero de actividades

Antes del día de la manifestación se han programado otras actividades que forman parte de la misma campaña de movilización. El sábado 10 de febrero se celebró un concierto contra la turistificación en la asociación cultural La Protectora, con la actuación de los grupos Las Víctimas Civiles, O.J.O. y Los Malditos, que agotaron las entradas. Además, el día 15 de febrero se presentó en la librería Nöstlinger el libro L’últim Recer, de Nacho Collado, que aborda la problemática en torno a la vivienda a partir de distintos casos reales ocurridos en la ciudad de València. Unos días después, el día 18 de febrero, se celebró en el parque de Marxalenes un taller de pancartas, abierto al público familiar del distrito, que sirvió como preparativo para la manifestación. Finalmente, el día 28 de febrero, como cada último miércoles de mes, se llevó a cabo una cacerolada antituristificación desde la calle Guatla.

 

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