Valencia incrementa un 46% el presupuesto para el mantenimiento y limpieza de jardines
La plantilla pasará de los 274 trabajadores a 353, lo que lleva un incremento del 29% de los empleados de este servicio
El alcalde de València, Joan Ribó, junto con el concejal de Ecología Urbana, Sergi Campillo, ha presentado esta mañana el nuevo contrato de servicios de mantenimiento y limpieza de los espacios ajardinados, de sus instalaciones y equipaciones.
La ciudad del Turia cuenta con más de 600 hectáreas de parques y jardines y hay más de 200.000 árboles, de ellos, unos 62.000 están en las calles de la ciudad.
Ribó ha destacado es que este contrato “es muy importante por varios motivos”, entre ellos, porque “el último contrato sobre este asunto lo aprobó el PP en 2015 y ahora acaba y lo replanteamos con nuevas coordenadas”.
El alcalde ha informado que el presupuesto asciende a más de 21 millones de euros, incrementándose en un 46% con respecto al contrato anterior. Además, “recuperamos contrata específica de gestión de la poda con 80% más de recursos”.
La plantilla pasará de los 274 trabajadores a 353, lo que lleva un incremento del 29% de los trabajadores de este servicio.
Para Ribó era “crucial recuperar la contrata de mantenimiento viario y el mantenimiento de los árboles monumentales, que necesitan un trato especial”. Por otro lado, ha señalado que todos los vehículos de nueva adquisición disponen de la etiqueta eco o son eléctricos.
El alcalde también ha insistido en que este contrato conlleva una parte de sostenibilidad social, puesto que “hay más de 20 empleados con diversidad funcional”.
El concejal de Ecología Urbana, Sergi Campillo, ha remarcado que “abandonamos la época de los recortes para recuperar la calidad anterior a la crisis económica”. Para Campillo “la ciudad no es estática y en los últimos años hemos creado muchas zonas verdes y hemos plantado muchos árboles”.
En Valencia hay 2,8 millones de metros cuadrados de zonas verdes a mantener, además de árboles, equipamientos de zonas infantiles, espacios para perros, 45 zonas.
El contrato, según ha comunicado el edil, está dividido en cuatro lotes: jardines del norte, del sur, árboles viarios y Rambleta y Taronjers.
Entre los datos más característicos de este nuevo documento, Sergi Campillo. ha avanzado algunos como el control de la época de nidificación de las aves para la poda, “hemos de respetar y procurar la supervivencia de las aves que hay en la ciudad”.
Por otro lado, se ha subrogado al personal del contrato anterior y además, los nuevos trabajadores de la plantilla deberán tener formación en jardinería para obtener una contratación de calidad.
Uno de los objetivos era “bajar este contrato a la realidad de los barrios y distritos de Valencia”, por lo que cada uno de ellos tendrá personal destinado a su mantenimiento. Otro de los puntos que se prevé es “resolver las incidencias más rápido y proporcionar una mayor capacidad de respuesta” ha indicado Campillo, quien ha añadido que “los trabajadores se han dejado la piel para resolver las carencias de los contratos anteriores, ahora por fin hay un contrato más adecuado para las necesidades de la ciudad”.
El contrato ya está en marcha desde el pasado 4 de septiembre, fecha en la que se firmó. Sin embargo, los trabajadores empezaron a operar en vía pública el día 7.
Para Sergi Campillo, recuperar el servicio de poda era muy importante porque “los alcorques tienen una función más allá que convertirse en mini vertederos. Los alcorques no son cargaderos de perros son espacios de vida, refugios para especies de insectos y hay que mantener la proteger la biodiversidad de los alcorques, pero hay que mantenerlos, no podemos dejar que crezcan libres porque da una imagen de suciedad”.
El edil, también ha comunicado que en los próximos meses se va a llevar a cabo un plan de inspección de los árboles monumentales de la ciudad. Un estudio que llega tras la caída de una rama de un árbol del Parterre, cuya causa más probable es que “tenía un orificio en la parte superior entre la rama y el tronco, lo que pudo provocar un foco de infección en una rama con varia toneladas de peso, pudiendo producir una fractura condicionada por el calor tan intenso de este verano”.
Campillo ha trasladado que este orificio “no se podía observar desde el exterior”.
