Valencia ahorra casi medio millón de euros apagando 4034 farolas en zonas sobreiluminadas

La ciudad de Valencia, una de las más sobreiluminadas de toda España, afronta de la mano de los concejales de energía y cambio climático, Jordi Peris (València En Comú), y de Sergi Campillo (Compromís), responsable de gobierno interior y servicios, un plan de eficiencia energética que prevé una reducción del consumo eléctrico del 30% y un ahorro económico anual de 1.828.947 euros. Según anunciaron ambos portavoces municipales, el objetivo es doble, luchar contra el cambio climático mejorando la eficiencia de la iluminación de calles y edificios municipales, y ahorrar en la factura de la luz para poder invertirlo en otras partidas presupuestarias.

Para conseguir tal objetivo, el Ayuntamiento trabaja básicamente en dos direcciones, centradas por un lado en apagar luces en aquellas zonas que los técnicos detecten que están excesivamente iluminadas, y por otro, cambiar el tipo de farola, o bombilla, por otras más eficientes que produzcan luz con menos vatios.

PLAN DE APAGADO

A día de hoy el Ayuntamiento de Valencia ya ha apagado un total de 4034 luces principalmente en las grandes avenidas de la ciudad. Es por ello que el cambio ya es visible en zonas como Blasco Ibáñez, Xàtiva, Pérez Galdós, Marqués del Túria, Fernando el Católico o Colón. El informe en el que se ha basado el gobierno asegura que el coste de la obra de apagado es mínimo, y que el ahorro es de casi medio millón de euros. Prueba de este ahorro, y del que se prevé, la dan los presupuestos municipales para el año 2017, los cuales prevén dedicar 2.599.399 euros menos a la iluminación pública, pasando de un total de casi 14 millones en 2015 a 11.330.000 en 2016.

El concejal Sergi Campillo recordó que la iluminación y el riego suponen un 4,2% del presupuesto total de una ciudad como Valencia. Campillo apostó por escuchar y atender a las recomendaciones del equipo técnico de energía, algo que aseguró, "si se hubiera hecho en etapas anteriores, no se habrían producido muchas de las cosas que hay hoy en día en la ciudad", en referencia a la sobre iluminación y la poca eficiencia de muchos de los puntos de luz existentes en la actualidad. Asimismo, el concejal destacó la adquisición de un software para detectar el consumo y la eficiencia de cada punto de luz para poder actuar sobre él y buscar soluciones encaminadas al ahorro del mismo.

PARTICIPACIÓN CIUDADANA Y ESCUELAS

Una de las principales novedades que trae el Plan es la puesta en marcha de grupos de trabajo y participación ciudadana que ayuden en este campo, según anunció el concejal del área, Jordi Peris. Prueba de ello es el cambio de las farolas y bombillas que se está dando en la zona de la Calle San Vicente, una obra demandada por los vecinos de barrios como Cruz Cubierta.

Cabe destacar que el Plan de Eficiencia Energética también pretende actuar sobre las escuelas municipales, las cuales suponen, junto a la iluminación de calles y espacios abiertos, el 50% del total de la factura de luz del consistorio. Debido a este motivo, se prevé fomentar y procurar el ahorro en estos centros escolares, y para conseguirlo, una de las medidas estrellas del Plan es la reinversión de la mitad del ahorro conseguido en la propia escuela, incentivando de esta manera la obtención de resultados eficientes en cuanto al consumo en sus instalaciones.

REUTILIZACIÓN DE FAROLAS

Por otro lado, se anunció la reutilización de los brazos de las farolas que se apaguen, especialmente de las de la zona del centro, los cuales acostumbran a ser de una calidad y diseño superior a la de los barrios periféricos. Sergi Campillo anunció la reutilización de los mismos para que, según sus propias declaraciones, "aprovecharlo todo, ya que todos los barrios tienen derecho a tener el mismo tipo de farolas que en el centro".