Los socialistas reclaman a la alcaldesa un plan urgente para recuperar el patrimonio público olvidado

El concejal del grupo municipal socialista Vicent Sarrià ha exigido hoy a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, un plan urgente para recuperar el patrimonio público olvidado, tanto de los 73 edificios destinados por el PGOU a equipamientos públicos y que se encuentran abandonados en la mayoría de los casos en un lamentable estado de conservación, así como las gestiones necesarias para que se rehabiliten los edificios de interés arquitectónicos privados, tanto en suelo urbano como rural con más de 300 alquerías, barracas y viviendas que se distribuyen por toda la huerta de la ciudad configurando un paisaje merecedor de respeto y protección para las futuras generaciones.

Sarrià se ha pronunciado en estos términos tras comprobar cómo todas las iniciativas que el grupo municipal socialista ha ido presentado en este sentido sobre determinados edificios para exigirle más dedicación en la recuperación del patrimonio las ha descartado y, finalmente, han acabado derribadas como la alquería de Nel.lo el Xurro en Campanar o incendiadas como la Aceitera de Marxalenes o recientemente bombas Gens, para cuyo edificio ha incumplido incluso los acuerdos municipales de declararla Bien de Relevancia Local y adquirirla para usos públicos.

En su opinión, “es lamentable que la alcaldesa se preocupe solamente del patrimonio cuando hay intereses especulativos como en el convenio que firmó de Tabacalera, -un claro ejemplo de pelotazo urbanístico y despilfarro del patrimonio público en la ciudad -que ha permitido la destrucción de las naves laterales y traseras de este referente histórico incluido en el catálogo del patrimonio nacional industrial y cuya operación inmobiliaria se encuentra bajo sospecha al ser vapuleada por el Tribunal Supremo”.

Ha recordado que en el pleno de mayo de 2013 presentó una propuesta para que se elaborara un plan de recuperación de los 73 edificios protegidos en la ciudad y que están destinados por el planeamiento a equipamientos públicos, en un plazo de seis años, sin que se adoptara ningún compromiso por parte de la alcaldesa. Se trata de edificios catalogados como BIC (Alquería dels Moros en Benicalap; Convent de la Roqueta; Alquería de Juliá; torreones y muralla árabe), pero también un buen número de edificios protegidos como Bien de Relevancia Local (alquerías de la Torre; del Rey; de les Tronaes; Falcó en Torrefiel; Tinglados del Puerto; conjunto históricos de la calle Olba en Marxalenes, o la Ceramo etc.).

“Desgraciadamente, el incendio de bombas Gens es fruto de la desidia municipal y de la incapacidad de la alcaldesa para anteponer los intereses generales a las ansiedad económica de determinados promotores que buscan generar plusvalías privadas sin tener en cuenta que el patrimonio de los valencianos no puede ser objeto de especulación y hay que respetarlo y preservarlo como nuestra mejor seña de identidad”, ha argumentado.

Vicent Sarrià ha señalado a la alcaldesa que “su obligación” es “gestionar cada día los asuntos públicos y no mirar para otro lado mientras los agentes privados nos planifican la ciudad y deciden qué patrimonio puede ser abandonado para conseguir sus plusvalías a toda costa”.

El Grupo Municipal socialista ha presentado numerosas iniciativas advirtiendo de la necesidad de intervenir en patrimonio abandono y con serio riesgo de sufrir robos o incendios y, en muchos de los casos, con visitas a estos lugares con entidades vecinales como Casino Americano; alquería de la Torre y alquería dels ; Moros en Benicalap; La Ceramo; muralla y torreones árabes, entorno de San Miguel de los Reyes; conjunto fabril de la calle Gütenberg; alquería de Julià; alquería de Ponsa; alquería de Nel.lo el Xurro; antigua estación de FEVE de Natzaret o Aceitera de Marxalenes.

“Es evidente que la alcaldesa conoce de estas situaciones, pero una ciudad no puede gestionarse adecuadamente cuando el aburrimiento y la desidia llevan demasiados años instalados en los despachos de la Alcaldía”, ha indicado.

Como ha insistido el edil socialista, “no se trata sólo de inversión pública, sino de voluntad política para aprobar mecanismos de gestión; aplicando la Inspección Técnica de Edificios o el Registro Municipal de Solares y Edificios a Rehabilitar; aprobando una Ordenanza de de la rehabilitación del patrimonio rural para que puedan acogerse a las ayudas del Plan Estatal de Vivienda; o exigiendo a la Generalitat la renovación del convenio RIVA DE 1998 para sacar a la Ciutat Vella del abandono en que se encuentra”.

Finalmente, Sarrià ha exigido a la alcaldesa que entienda El Cabanyal como “un conjunto histórico único preparado para ser rehabilitado de inmediato, del que cualquier ciudad se sentiría orgullosa, y deje de mirarlo como escenario para la destrucción y el negocio, porque esas políticas son obsoletas, ruinosas y generan sufrimiento a las personas y un daño irreparable a la actividad comercial y social”.