Los profesores Inmaculada Revuelta y Ernest Cano analizan en el Jardín Botánico las claves de los Huertos Urbanos

Más de 100 personas han asistido a la jornada “Los Huertos Urbanos. Una respuesta social”, que se ha celebrado en el Jardín Botánico de la UV este jueves 11 de septiembre. Además de las dos ponencias de los docentes de la Universitat, ha habido también una mesa redonda en la que varios especialistas locales han compartido con el público sus experiencias en la puesta en marcha de huertos comunitarios.

 

El fenómeno de los huertos urbanos en la provincia de Valencia se ha convertido en un movimiento con gran arraigo a lo largo de la última década. Cada vez más, disfrutan de un gran respaldo por parte de asociaciones y movimientos sociales, que están poniendo en marcha numerosas redes de huertos urbanos y planeando iniciativas para conseguir que continúen creciendo.

 

Ante esta coyuntura, el Vicerrectorado de Participación de Proyección Territorial de la UV, en colaboración con IMELSA y el Jardín Botánico, han organizado esta jornada de reflexión en torno al fenómeno de los huertos urbanos y la repercusión social y medioambiental que tienen en nuestro territorio. El rector de la Universitat de València, Esteban Morcillo, el vicerrector Jorge Hermosilla y el diputado de Medio ambiente, Salvador Enguix, han inaugurado el ciclo de conferencias.

 

Inmaculada Revuelta, Titular de Derecho Administrativo de la Universitat de València, ha ofrecido una ponencia titulada “Huertos urbanos: consideraciones conceptuales, funcionales y normativas”. La profesora ha explicado las distintas denominaciones de un mismo concepto, pues se puede denominar como huerto urbano, periurbano, de ocio, familiar o social, en función de su legislación y otros aspectos como la organización, funcionamiento, producción...

 

El segundo ponente, Ernest Cano, profesor titular del Departamento de Economía Aplicada de la Universitat de València, ha reflexionado alrededor de “Los huertos urbanos comunitarios en el contexto de la actual crisis”. Ernest Cano, que además es Decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universitat de València y miembro de los Huertos Vecinales de Benimaclet, ha explicado que hasta el 2006 el cultivo de estos tipos de huertos creció muy lentamente, pero con el comienzo de la crisis económico-financiera el incremento de los huertos urbanos fue drástico: mientras que en 2006 el número de ciudades o municipios que tenían zonas de huertos urbanos era de 14 y ocupaban una superficie de 26 hectáreas, en 2014 el número de ciudades se ha multiplicado llegando a 216 y la superficie ocupada asciende además de 166 hectáreas.

 

La jornada ha concluido con una mesa redonda en la que varios especialistas compartieron experiencias y actuaciones de huertos urbanos. En la mesa, moderada por el vicerrector Jorge Hermosilla, han intervenido: Enrique Aguilar, presidente del Tribunal de las Aguas de la Vega de Valencia; Vicente Parra, regidor de obras y urbanismo del Ayuntamiento de Xàtiva y presidente de la Mancomunidad la Costera-Canal; José Vicente Ubeda, técnico superior de Medio ambiente a la Diputación de Valencia; y Myriam Mestre, técnica a la Federación de Cooperativas Agroalimentarias de la Comunidad Valenciana.

 

Finalmente, se han presentado las conclusiones de la jornada, según las cuales, los huertos urbanos, periurbanos, sociales o de ocio, son un fenómeno que en nuestro territorio no podemos ignorar, pues está muy relacionado con la actividad económica tradicional valenciana, la agricultura. Así mismo, son una respuesta a la crisis económica y al desarraigo social, que además cumplen una función ambiental y paisajística, tienen una vertiente de economía social relacionada con el cooperativismo y evidencian que la población está exigiendo una forma ecológica de producción agrícola que respete el medio ambiente y tenga en cuenta nuevas fórmulas de gestión y comercialización. Así pues, se hace necesario el desarrollo de una estructura normativa adaptada a las nuevas necesidades, con ordenanzas municipales que evitan los conflictos urbanísticos o económicos que puedan surgir y que facilitan la convivencia de actuaciones de huertos urbanos de iniciativa popular, institucional, colectiva o particular.