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La Concejalía de Sanidad difunde un compendio de recomendaciones para prevenir los efectos del ‘golpe de calor’

  • Los niños y las personas mayores son los colectivos más vulnerables, pero también afecta a jóvenes que practican deporte sin protección

El Ayuntamiento de Valencia, a través de la Concejalía de Sanidad y Consumo, ha distribuido un folleto para recordar a vecinos y visitantes las medidas preventivas que se deben adoptar para prevenir un golpe de calor. Tal como ha explicado la Concejala de Sanidad, Lourdes Bernal, “el golpe de calor no tiene nada que ver ni con los "sofocos" ni con el "bochorno" propio del verano; es un riesgo sanitario a tener muy en cuenta”. Y ha recordado que las medidas básicas que se pueden adoptar son “beber abundante agua, evitar la exposición al sol y llevar ropa ligera”.

La llegada del verano y la subida de las temperaturas potencian que se puedan producir diversos trastornos caracterizados por el aumento de la temperatura corporal, lo que se conoce técnicamente como ‘hipertermia’.

La temperatura ideal en nuestro organismo debe rondar los 37 grados centígrados; si por cualquier razón sobrepasa los 40 grados y el cuerpo es incapaz de eliminar el exceso de calor, nuestro sistema nervioso comienza a alterarse.

El golpe de calor clásico afecta predominantemente a ancianos con una patología previa. El aumento de temperatura progresivo que sufre el organismo agrava los síntomas de su enfermedad, y llega a producir una merma en su condición de salud general.

También los niños son especialmente vulnerables al golpe de calor debido a que su sistema respiratorio no se ha desarrollado aún por completo, y favorece la pérdida de líquidos. El agotamiento por calor se caracteriza por la pérdida de líquidos y sales en situaciones de agresión por el calor que se producen por la no reposición de líquidos de las personas expuesta a ambientes muy calurosos. Cuando estas circunstancias van a más se puede llegar al golpe de calor, que constituye una urgencia médica.

Los consejos para evitar el golpe de calor implican:

• Evitar la exposición al sol en las horas centrales del día (de 12 a 17 horas) y, en general, evitar exposiciones prolongadas o dormirse al sol.

• Si se nota cansancio o mareo, hay que retirarse a un lugar fresco o ventilado y aflojarse la ropa.

• Pasar tiempo en locales con aire acondicionado. Si se dispone de él en casa, hay que acordarse de bajar la temperatura por la noche, porque el cuerpo se enfría durante el sueño.

• Cubrir adecuadamente la piel, la cabeza y los ojos con ropa, sombreros o gorros y gafas de sol. Esto ayudará a prevenir tanto los golpes de calor como las quemaduras.

• Consumir abundantemente agua, líquidos y bebidas isotónicas. Evitar las comidas pesadas de difícil digestión que hacen aumentar la temperatura interna.

• Llevar ropa ligera que permita la transpiración, el principal mecanismo de refrigeración de nuestro cuerpo.

• Prestar especial atención a los ancianos y niños. En concreto, los niños menores de tres años no deben exponerse al sol.

• Evitar permanecer en vehículos estacionados o cerrados.

• Intentar mantener el interior de tu vivienda fresco y bien ventilado.

Si pese a todas las precauciones, o por no haberlas aplicado, se produce un caso de golpe de calor, es necesario trasladar a la persona afectada a un lugar a la sombra, colocarla en posición tumbada con la espalda recta y las piernas levantadas, para favorecer la circulación de la sangre.

Además, es conveniente humedecerle el rostro con una esponja o paño húmedo, pero no le darle de beber si se encuentra inconsciente porque podría ahogarse. Si su temperatura no desciende, presenta pulsó débil y palidez o sufre de enfermedades cardíacas, es imprescindible acudir inmediatamente al médico.

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