El Ayuntamiento fomenta la reflexión para que los valencianos contribuyan a la mejora del medio ambiente consumiendo productos de proximidad

La jornada “El impacto de la alimentación en el medio ambiente”, organizada por el Ayuntamiento de Valencia con la colaboración de la Unió de Llauradors i Ramaders, ha analizado hoy la apuesta municipal por la alimentación sostenible, que defiende el consumo de alimentos producidos o elaborados a menos de 100 kilómetros del lugar en el que se consumen, ya que en su transporte se genera menor emisión de CO2.

La Concejala Delegada de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, Maria Àngels Ramón-Llin, ha inaugurado esta mañana esta jornada en la que también ha expuesto “que los alimentos de proximidad y de temporada además son objeto de un proceso de producción más sostenible, ya que requieren menos embalaje y menor refrigeración, y consecuentemente generan menos residuos y menor gasto energético”.

Tras esgrimir estos argumentos, que explican la importancia que tiene para el medio ambiente el hecho de consumir alimentos de proximidad y de temporada, Maria Àngels Ramón-Llin ha manifestado que el producto de proximidad, además de potenciar la economía local, cuenta con un valor añadido “porque el producto valenciano garantiza aspectos como la seguridad en el trabajo, y el uso de la mano de obra y de fitosanitarios seguros”.

En su intervención, la Concejala Delegada de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible ha defendido el hábito de consumir estos productos sostenibles, “de l’horta a la taula”, y ha recordado que el Ayuntamiento de Valencia trabaja desde hace tiempo en esta línea, “con el objetivo de contribuir a la mejora del Medio Ambiente y de paliar el cambio climático”.

“En este marco surgió la idea de celebrar estas jornadas, dirigidas a un público heterogéneo de procedencia diversa, para explicar y concienciar a la sociedad en general de la influencia que tienen los hábitos de alimentación sobre el medio ambiente y el cambio climático, e incidir en la importancia de llevar a cabo una alimentación sostenible basada en productos de proximidad, ya que a través de ella podemos reducir la huella ecológica de cada persona”, ha explicado Ramón-Llin.

La jornada, organizada en colaboración con la Unió de Llauradors i Ramaders, se ha celebrado en la sede de la Fundación Bancaja. En su transcurso se han facilitado datos muy didácticos, como por ejemplo que consumir arroz producido en Valencia reduce 35 veces las emisiones de CO2 que el mismo producto procedente de Italia, puesto que se elimina el efecto del transporte. Asimismo, se ha reivindicado la importancia de consumir alimentos locales, como la chufa valenciana, cuyo consumo supone la emisión de 145 veces menos CO2 que en el caso de la africana; o las almendras y los cacahuetes de la provincia de Valencia frente a los procedentes de China o de California.

Tras el acto inaugural, en el que también ha intervenido el Secretario General de la Unió de Llauradors, Ramón Mampel, han participado el Presidente de AVACU, Fernando Móner, y la Ingeniera Agrónoma y Catedrática de Edafología y Química de la Universidad Politécnica de Valencia, Mª Dolores Raigón, quienes han resaltado las ventajas nutricionales de consumir productos frescos y de temporada.

Seguidamente se ha celebrado una mesa redonda sobre “Alimentación, proximidad y sostenibilidad”, en la que han participado la Directora de Relaciones Externas de la firma Mercadona, Pau Villalba, un agricultor ecológico, José Ángel Cerveró, el Secretario General de la Unió, Ramón Mampel, y un técnico del Ayuntamiento de Valencia, Juan José Herrero.

La jornada se ha clausurado a las 13,30 horas con una cata de alimentos de proximidad y ecológicos. Cabe recordar que en la Bio-Oficina de Valencia, espacio municipal de información ciudadana para la preservación del medio ambiente, el visitante puede recibir asesoramiento y orientación sobre todos los aspectos relacionados con la sostenibilidad, se pueden aprender hábitos de alimentación sostenible con datos didácticos. Concretamente, el visitante que se acerca a esta oficina municipal, que es un espacio gratuito abierto a todos los ciudadanos, también puede calcular su “huella de carbono”, que es el coste ecológico que supone cada gesto; y aprender trucos y consejos para ahorrar agua y energía o sumarse al programa “Hogares verdes”, que es otra de las propuestas medioambientales de la Bio-Oficina.