Ros Casares se juega la opción de ser primero de grupo
El conjunto ruso es líder invicto del grupo C con siete triunfos, mientras que el Ros Casares es segundo con un balance de cinco victorias y dos derrotas.
La única posibilidad para que el Ros acabe la décima y última jornada de esta fase inicial en la primera posición pasa porque mañana derrote al conjunto ruso por más de ocho puntos, gane sus dos siguientes encuentros y el Ekaterinburg pierda al menos uno de ellos.
En el Ros son conscientes que, dada la fortaleza del equipo ruso, y que sus dos próximos compromisos serán como local, contra el Praga y contra el Hainaut, será complicado que caiga en uno de esos choques.
En cualquier caso, y dado que acabar como líder de grupo es una opción remota, el triunfo en el choque de mañana aseguraría al Ros la clasificación matemática para la siguiente fase de la competición ya que ninguno de los cuatro equipos que tiene por debajo en la clasificación podría igualar su número de triunfos.
Además, en el equipo valenciano existe ánimo de revancha por la derrota sufrida en Rusia en un encuentro que el equipo valenciano dominó con claridad durante muchos minutos pero en el que no supo mantener su ventaja, logró forzar la prórroga en los últimos segundos pero se vino abajo en el tiempo extra.
El conjunto de Cantó afronta este choque tras haber sumado en la Liga Femenina su séptima victoria seguida y haberse encaramado después de un largo asedio a la primera plaza de la clasificación.
Isma Cantó, técnico del equipo valenciano, recupera a Anna Montañana, que se perdió el partido ante el Mann Filter Zaragoza por culpa de un esguince, pero mantiene la baja de Erika de Souza.
Amaya Valdemoro y DeLisha Milton-Jones, por su parte, podrán tomar parte del encuentro, pese a las molestias físicas que arrastran.
