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El Instituto López Piñero organiza un seminario sobre la trayectoria científica de Enrique Méndez y su estudio de las proteínas, impartido por Miguel García-Sancho

El Instituto López Piñero organiza un seminario sobre la trayectoria científica de Enrique Méndez y su estudio de las proteínas, impartido por Miguel García-Sancho

    El Instituto de Historia de la Medicina y de la Ciencia López Piñero (centro mixto de la Universitat de València y el CSIC), con sede en el Palacio de Cerveró, presenta el seminario ¿Qué nos dice la secuenciación de proteínas de la historia de la biomedicina contemporánea? Prácticas, técnicas y su circulación en el contexto español (1968-1998), el próximo jueves 9 de febrero, a las 17 horas, en la sala de conferencias del instituto. El seminario, impartido por Miguel García-Sancho, doctor en el Instituto de Filosofía (CSIC), tratará sobre la trayectoria científica de Enrique Méndez, uno de los pioneros en la introducción de las técnicas de secuenciación de proteínas y otras técnicas de análisis en el desarrollo de las ciencias biomédicas durante las tres últimas décadas del siglo XX en España.

    Enrique Méndez comenzó su carrera a finales de los 60 en el Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC, la primera institución española en incorporar un laboratorio de biología molecular. Dicho laboratorio impulsó el análisis estructural de proteínas en una época en la que la bioquímica en España se centraba en las funciones de diferentes moléculas dentro del metabolismo.

    Posteriormente, Méndez continuó su carrera en la Universidad de Nueva York y el Instituto Roche, donde aprendió diferentes técnicas de secuenciación de proteínas dentro de una línea de investigación inmunológica sobre estructura de anticuerpos. Al regresar a España a finales de los 70 estableció un servicio de secuenciación de proteínas en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid (que intentaba combinar novedosamente labor clínica e investigación biomédica) y se volcó en numerosos proyectos de colaboración. El impacto de las técnicas de ADN recombinante, que se introdujeron en España durante la segunda mitad de los 80, llevó a Méndez a incorporarse al Centro Nacional de Biotecnología poco después de su creación y a redirigir sus investigaciones a la detección de gluten en alimentos procesados para celíacos. En este contexto desarrolló un kit de detección de gluten que comercializó a través de una empresa spin-off.

    La trayectoria de Méndez ilustra importantes cuestiones historiográficas en el desarrollo de la biomedicina y las tecnologías biomédicas a finales del siglo XX. Investigar la secuenciación de proteínas en un país que no participó en su invención demuestra que la circulación de técnicas y conocimiento presenta importantes problemas históricos. Fred Sanger se ha considerado el inventor de la secuenciación de proteínas en un laboratorio que se dedicaba a la investigación básica durante la primera mitad de los 50. Sin embargo, Méndez aprendió una estrategia diferente planteada por el bioquímico sueco Pehr Edman y siempre aplicó la secuenciación a problemas médicos, muchas veces en colaboración con las industrias farmacéutica y alimenticia.

    Miguel García-Sancho es doctor por el Imperial College de Londres y ha trabajado en el Centro de Historia de la Ciencia de la Universidad de Manchester. Actualmente es doctor contratado “Juan de la Cierva” en el Departamento de Ciencia, Tecnología y Sociedad del Instituto de Filosofía del CSIC. Sus intereses radican en la historia de la biomedicina en el siglo XX, con especial interés en las relaciones entre biología e informática, biología y agricultura, y transición entre biología molecular, biotecnología y genómica. Ha publicado en el Journal of the History of Biology, History and Philosophy of the Life Sciences, Science, Technology and Human Values y Studies in History and Philosophy of Science Part C. El próximo mes de abril saldrá a la venta su libro Biology, Computing and the History of Molecular Sequencing: From Proteins to DNA por la editorial británica Palgrave-Macmillan. Su formación original es en periodismo y sigue activo en el ámbito de la comunicación científica.

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