Expertos en educación católica afirman que “incluso en el mundo académico, los cristianos han de proteger a los que sienten como enemigos”

El director de la Cátedra de fundamentos de Formación del Profesorado, de la Universidad Católica de Valencia (UCV) Eduardo Ortiz, ha leído hoy la ponencia “Discernimiento sobre la educación contemporánea a partir de la tradición educativa cristiana” de la profesora de la Universidad de St. Louis (EE.UU) Eleonore Stump que no ha podido asistir al Congreso Internacional de Educación Católica por motivos de salud.

En su ponencia Eleonore Stump ha afirmado que “existe tanto un desafío interno como externo a la integración de la fe y el aprendizaje en el ámbito educativo”. Al respecto del segundo, representado principalmente por el relativismo posmodernista, asegura en su texto que, “como mantiene el modernismo, hay una verdad universal válida para todos los hombres, con independencia de sus particularidades, y la fe cristiana es gran parte de esa verdad”.

“La fe cristiana puede, entonces, ser integrada junto a cualquier otra búsqueda académica de la verdad. Pero esta integración funcionará mejor en un ambiente plural, en que ambas, verdad y ortodoxia, son buscadas pero en el que adversarios y herejes están protegidos, lo que enlaza directamente con el desafío interno de dicha integración, ha añadido.

La historia del cristianismo está marcada, según ha recordado la docente de la Universidad de St. Louis, por tragedias sucedidas “al tomar a los no creyentes como enemigos”. A este respecto ha señalado que “el error periódico de las autoridades cristianas de no seguir el consejo de San Agustín de ver a los adversarios y herejes como algo bueno para la Iglesia, condujo a traiciones de la propia Iglesia sobre aquello que el cristianismo está más comprometido a amar”, asegura.

Para Stump, en pro de la integración de la fe y el aprendizaje, es “crucial” para los cristianos, “incluso en el mundo académico, amar y proteger a aquellos que sienten como sus enemigos”. Asimismo, critica especialmente en su escrito las posiciones educativas del posmodernismo, que defiende que en la educación no existen verdades universales sino solo puntos de vista particulares.

“Algunos posmodernistas recomiendan intentar corregir el punto de vista propio escuchando el de los demás; pero si el aprendizaje particularista es el único posible, ¿con qué base puede uno corregir su punto de vista particular? Otros posmodernistas afirman que unas perspectivas son más acertadas que otras. ¿Cómo pueden mantener esa posición mientras afirman que el único tipo de aprendizaje posible es particularista y perspectivista?”, se ha preguntado.