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El exorcista de la diócesis de Valencia advierte que "las supersticiones llevan a veces a obsesiones diabólicas"

  • Salvador Roca asegura que "un creyente no puede poner en duda la existencia del demonio"

El canónigo penitenciario de la catedral de Valencia y exorcista de la archidiócesis, Salvador Roca, asegura en una entrevista que publica en el número de hoy el semanario diocesano "PARAULA" que "el vacío espiritual que sufre la sociedad hoy en día es llenado con realidades mágicas o pseudos-religiosas, con falsa religiosidad y supersticiones que a veces llevan a obsesiones diabólicas".

Roca atiende la penitenciaria de la Seo desde hace más de diez años, en los que ha practicado doce exorcismos, "aunque sólo un caso de posesión diabólica". Asegura que “el vacío siempre tiende a llenarse, y el vacío de Dios se llena con este tipo de creencias”.

El canónigo lamenta que “ el hecho religioso no tiene en los medios de comunicación la presencia que tienen los magos, adivinadores, videntes y supuestos brujos” y se acude a ellos porque hay “necesidad de salir de lo que es puramente material, de buscar lo trascendente y espiritual”.

Respecto al auge de los brujos y adivinadores en el siglo XXI, Roca asegura que “la tendencia actual a buscar lo esotérico se debe en ocasiones a actitudes morbosas” pero también a por la negación de Dios, “que produce cierta nostalgia por lo que, paradójicamente, se busca al demonio". También hay otros factores como “inconsciencia o pura moda”.

Salvador Roca considera que "un creyente no puede poner en duda la existencia del demonio" y asegura que, personalmente "yo no he visto al demonio pero sí los efectos del demonio en algunas personas, no muchas, afortunadamente". Además, "cuando se está creyendo en el demonio, en realidad, lo que se está haciendo es una afirmación de Dios".

Sobre el trabajo de los exorcistas, asegura que "no es que seamos sustitutos de los médicos, sino que atendemos a aquella persona que padece una situación angustiosa" y destaca que "no cobramos nunca, no podemos ponernos al nivel de los curanderos".

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