Estudiantes de la Universitat de València se encierran en la biblioteca para exigir más espacios y horarios para estudiar

Estudiantes de la Universidad de València protagonizaron este martes un encierro en la biblioteca Gregori Maians, del Campus de Tarongers. Esta acción se comenzó a desarrollar a las 20:30, y es que cuando llegaba la hora de cierre de la biblioteca, un grupo de estudiantes decidió no levantarse de sus lugares de estudio y seguir estudiando, como protesta ante la reducción de horarios decididos unilateralmente por el Consejo de Gobierno de la Universitat de València.

Como ya se venía informando, las bibliotecas sólo abrirían 5 días durante todo el periodo de vacaciones y abriendo solo por las mañanas hasta las 14:30. Por ello, desde el FEU-València (Front Estudiantil Unificat), se organizó un escrache virtual, y se anunciaron más medidas como protesta. Dentro de estas medidas estaba la organización de un encierro para hacerse oír y exigir a la dirección de la universidad la ampliación de horarios y espacios, así como una información clara y transparente ante los estudiantes.

La falta de respuesta de la Universidad ante las protestas del estudiantado a través de correos y de un “escrache virtual”, hicieron que desde varias organizaciones estudiantiles como el Front Estudiantil Unificat, el Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans y el Bloc d’Estudiants Agermanats, junto a otros estudiantes de la UV, se decidieran a encerrarse en la biblioteca, “llevamos varios días denunciando el brutal recorte de horas y espacios, si después de haber enviado correos, y realizado un escrache virtual, desde rectorado no se nos da una respuesta clara, seguiremos dando pasos, hasta que nos escuchen y se comprometan a cumplir nuestras reivindicaciones”, afirmaban los estudiantes durante el encierro.

Así mismo, David Chuliá, responsable de la sección de la UV del FEU-València comenta: “si tras el encierro siguen sin escucharnos, ya hemos pensado en futuras acciones para asegurar que desde la gestión de la Universidad se tenga en cuenta la opinión del estudiantado, y se satisfagan las reivindicaciones de los estudiantes que más notaran este recorte, los de familias trabajadoras”.

Durante el encierro, acudieron representantes y gestores de la Universidad de València, negando que los motivos de este recorte fueran económicos y atribuyéndolo a motivos sanitarios. Sin embargo, los estudiantes que participaban en la movilización afirmaban que el verdadero motivo del recorte era que la Universidad no quería contratar más personal que cubriese el servicio de bibliotecas durante el periodo navideño, como sí se ha hecho otros años en estas fechas. Los estudiantes coinciden en que quieren más espacios seguros donde se cumplan las medidas sanitarias recomendadas y  que ningún estudiante se quede sin un lugar de estudio. Denuncian: “No, no son motivos sanitarios, son económicos”. Además, añadían que, “son los mismos motivos económicos los que mueven que las cafeterías se mantengan abiertas y colapsadas durante el curso mientras las zonas de descanso y “zona túper” sigan cerradas.”

Como llevan varios días avisando, ante esta situación de crisis sanitaria y económica es necesario ampliar espacios, no reducirlos. Entre sus reivindicaciones se encuentra:

1. Ampliación de los horarios del servicio de bibliotecas de 8h a 22h.
2. Apertura de nuevos espacios de estudio para compensar el aforo del 50%.
3. Apertura del servicio de bibliotecas durante todos los días de las vacaciones de Navidad.

Y como ya advirtieron después del escrache virtual, si la universidad no rectifica y atiende a sus reivindicaciones, seguirán realizando acciones para conseguir que se les escuche.