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Día Internacional de las Personas Mayores

Dermatólogos de La Fe subrayan la importancia de los cuidados de la piel en ancianos

Dermatólogos de La Fe subrayan la importancia de los cuidados de la piel en ancianos

    Dermatólogos del Hospital Universitari i Politècnic La Fe alertan de la importancia de vigilar el cuidado de la piel en ancianos, con motivo del Día Internacional de las Personas Mayores.

    Con el paso de los años las células sufren una disminución en su capacidad para dividirse, lo que aplicado a la piel supone una peor respuesta al daño solar, una disminución en la capacidad de regeneración ante cualquier tipo de agresión y una pérdida de las propiedades de las uñas y el cabello.

    "Se produce una acentuación de las arrugas de la piel con mayor laxitud de la misma, debido a la pérdida intrínseca de las fibras elásticas y del colágeno dérmico, además de una mayor tendencia a la pérdida transepidérmica aguda", ha explicado el Dr. Rafael Botella, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital La Fe. "Estos cambios intrínsecos se ven acentuados en las zonas fotoexpuestas en aquellas pieles con gran daño solar acumulado".

    Este proceso degenerativo también afecta al colágeno y fibras elásticas de las paredes vasculares, lo que se manifiesta con la conocida púrpura senil, que no es más que el reflejo de unos vasos incapaces de retener correctamente la sangre en su interior, con salida de la misma al exterior con mínimos traumatismos o roces.

    Cuidados de la piel en el anciano

    La higiene de los ancianos debe estar centrada en controlar una de las principales carencias de la piel de edad avanzada, que es la menor capacidad de retener agua y con ello la tendencia a la sequedad. Una correcta hidratación evitará o mejorará problemas como el prurito senil y los eccemas por sequedad.

    Para este fin la clave debe ser evitar la agresión cutánea que constituye el abuso de los baños o duchas y el empleo desmesurado de jabones, que puede agredir la piel al provocar una notable pérdida transepidérmica de agua.

    "Por ello con una ducha de corta duración al día es suficiente, pudiendo emplear jabones sin detergentes, que producen menos agresión o incluso aceites de baño que producen cierto grado de hidratación al crear una capa oclusiva sobre la epidermis evitando la perdida de agua endógena", ha explicado el doctor Antonio Sahuquillo, médico residente del Servicio de Dermatología del Hospital La Fe.

    Un hábito muy aconsejable es el empleo de cremas hidratantes o emolientes nada más terminar la ducha, con la piel ligeramente húmeda para mejorar la penetración. De esta forma, igual que con los aceites de baño, se consigue crear una capa oclusiva que retiene el agua endógena dentro de la epidermis.

    Por otra parte, si bien es cierto que la mayoría del daño solar está ya seguramente producido durante los años de juventud, siempre es aconsejable el empleo tanto de medidas físicas (gafas, gorra, sombrero...) como fotoprotectores químicos para evitar seguir acumulando daño solar.

    De esta forma se reduce la probabilidad de presentar nuevas lesiones pre-malignas como las queratosis actínicas o incluso el cáncer cutáneo.

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