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¿Cómo se actúa ante una catástrofe en un monumento como la catedral de Valencia?

¿Cómo se actúa ante una catástrofe en un monumento como la catedral de Valencia?
  • Entrevistamos al Decano de la Facultad de Geografía e Historia de la Universitat de València para conocer cuál es la legislación y el plan de actuación ante cualquier catástrofe en este tipo de edificios históricos

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¿Cómo se actúa ante una catástrofe en un monumento como la catedral de Valencia? - (foto 2)
¿Cómo se actúa ante una catástrofe en un monumento como la catedral de Valencia? - (foto 3)

Lo que ha sucedido en Notre Dame este lunes ha impactado al mundo entero. El monumento más visitado de Francia y símbolo de su historia ha ardido sin que los bomberos pudieran evitar que parte de este cayera derrumbado.

¿Cómo se actuaría en España ante un incendio de estas características? ¿Existe una legislación al respecto? ¿Quién se ocupa de ello? ¿Ha pasado alguna vez en la Comunitat algo parecido a lo que ha sucedido en Notre Dame? Hablamos con el Josep Montesinos, Decano de la Facultad de Geografía e Historia de la Universitat de València para plantearle todas estas cuestiones.

P: ¿Cuál es la legislación valenciana sobre este tipo de edificios? ¿Cómo se actuaría ante un caso como el de Notre Dame?

R: La legislación sobre este tipo de edificios está contemplada en la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano y también en la Ley de Patrimonio Histórico Español. En ellas se protege a este tipo de edificios, tanto los que son BIC (Bien de Interés Cultural) pero también otros que son de relevancia local o tienen otro nivel de protección. Por tanto, a la hora de actuar sobre un edificio de estos hay que tener en cuenta toda la normativa de la Ley de Patrimonio. Pero además, hay una ley muy estricta relativa a los proyectos de patrimonio que se realizan en los edificios y que tienen unos filtros mayores que si fueran una “casa normal”. Los informes arquitectónicos han de tener en cuenta este tipo de cosas, si hay un incendio, si hay un derrumbe, si hay unas vías de evacuación, también de desescombro… todo esto está previsto.

P: ¿Y cómo se actúa ante un suceso de estas características?

R: El problema en este tipo de edificios es la altura y la envergadura. Pasa como con los rascacielos, que a partir de un cuarto o quinto piso, los bomberos tienen verdaderas dificultades para llegar con el agua. Además, el problema en este tipo de edificios es que tampoco los helicópteros y aviones pueden tirar agua encima porque el edificio corre el riesgo de colapsar y provocar la caída de la cubierta. De hecho se puede llegar a colapsar el edificio entero. Apagarías el fuego pero caería todo.

P: También está el problema de los materiales que lo conforman.

R: Claro, no son las mismas circunstancias. Muchos, como Notre Dame, tienen plomo en la parte superior o techumbres de madera, que es lo que mas arde. Además hay que tener en cuenta que muchos de esos edificios están en los centros de las ciudades.

P: Sin ir más lejos la Lonja de Valencia o la Catedral.

R: Claro, son calles estrechas. Por eso tenemos que seguir trabajando en ello. La conservación de este tipo de edificios requiere un compromiso social, una inversión en mantenimiento y en la realización de planes para edificios como La Lonja. Nosotros, desde la Universitat de València estamos colaborando en estos proyectos y formando tanto a funcionarios como a policías en actuaciones en estos temas de patrimonio. No se trata ya de hacer planes sino también de actualizarlos.

P: ¿En qué consisten estos proyectos?

R: Con la Generalitat y el Institut Valencia de Conservació I Restauració de Bens Culturals (IVACOR) tenemos cursos y diplomas de especialización, Últimamente estamos trabajando con los policías y fuerzas de seguridad para saber actuar en los elementos de patrimonio. Hay planes específicos no solo de protección sino de actuación ante catástrofes siguiendo el Plan Nacional de Emergencias y Gestión de Riesgos en el Patrimonio. Aquí interviene hasta la UME y de hecho en Buñol se hizo hace poco una simulación. Pero esto no es suficiente: debería existir un plan para cada proyecto, para cada uno de los edificios, porque las circunstancias de la Catedral de Valencia son diferentes a las de la Lonja o a las de un palacio de una localidad. Cada uno tiene sus características.

P: ¿Conoce algún caso en concreto que se haya tratado recientemente?

R: Últimamente no ha habido incendios en la Comunitat Valenciana salvo en el archivo de alguna capilla en Alicante. Sí que podemos destacar el trabajo que ha realizado María Gómez, una profesora del Departamento de Historia del Arte. En su tesis doctoral recuperó decenas de pinturas quemadas durante el año 1936 que se encontraban en la Catedral de Valencia. Esas pinturas estaban totalmente negras la profesora ha logrado sacarlas.

P: ¿Y cómo se puede prevenir que algo así vuelva a suceder?

R: El problema que tenemos, más bien riqueza que tenemos, en Valencia y toda España es la diversidad patrimonial que existe. Por eso se necesita un pacto social de la ciudadania, y que el Estado y cada comunidad autónoma intervenga en su salvaguarda.

P: También en la concienciación social para que se valore este patrimonio, ¿no? Hace poco hemos vivido algún episodio de vandalismo, sin ir más lejos en La Lonja.

R: Eso, además de ser una vergüenza y vandalismo, es un delito. El problema que tenemos muchas veces en el centro histórico es que se está grafiteando en las viviendas particulares. Pero como no hay detención, se sigue haciendo: por ejemplo como has dicho, en La Lonja, o en los sillares de la Catedral.

P: Educación y prevención…

R: Así es. Los valencianos tenemos un rico patrimonio que va desde la Sénia al Segura y desde la costa hasta el Rincón de Ademuz. Y hablo no solo de la Catedral o de La Lonja, que son bienes de interés cultural, sino también de las pequeñas ermitas en el interior, las parroquias o los castillos. Forman parte de nuestra historia, nuestro legado cultura y es necesario invertir en ello o se acabará cayendo o incendiando. Hay que invertir en prevenir el incendio y que no sea demasiado tarde.

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