Compromís pide a la Diputación un estudio integral sobre la gestión de los purines
El Grupo Compromís ha pedido a la Diputación que encargue un estudio sobre la gestión que se hace en la provincia de los purines, «ya que la institución provincial está en un proceso de rescate de la propiedad de las cinco plantas que construyó entre 1999 y 2003 y que costaron 20 millones de euros, de los que casi 12 millones fueron fondos públicos», manifestó el portavoz de la coalición, Xavier Trenco.
Este estudio debería hacerse con la participación de los ganaderos, «ya que el suyo es un sector fundamental para mantener la actividad económica en los pueblos del interior. Por tanto, en estos momentos de dificultades, necesita el apoyo tanto de la Diputación como de otras administraciones», en palabras de Trenco. Actualmente, las plantas de Vall d'Alba -desde hace unos meses- y ahora Todolella y Albocàsser, ya han vuelto a manos de la Diputación por lo cual «ya puede comenzar a intervenir en ellas».
Lo que Compromís pide es que se analice «todo el proceso: desde la retirada del residuo de la granja, el transporte a la planta y los costes de los tratamientos una vez allí para que así estos datos se podrán incorporar a los estudios de gestión que harán las empresas concesionarias sobre el viabilidad de las plantas para garantizar la materia prima y así poder funciona», explicó el diputado de Compromís. El rescate de la planta de la Todolella, que es la única que funciona dada la demanda de los ganaderos de la zona, ha supuesto el inicio de la tramitación para sacar nuevamente la concesión de la gestión. «Por eso pedimos el estudio», recalcó Trenco.
El modelo de gestión que plantea la Diputación es incorporar a las instalaciones, además del tratamiento de purines, el de los lodos de las depuradoras que dependen de la EPSAR, y los restos de poda del Consorcio 2 de gestión de residuos. «Por este motivo, se está tramitando la firma de un convenio previo entre las tres entidades», aclaró Trenco.
Todas estas acciones para poner en marcha los plantas debe contar con los principales actores del proceso, que son los ganaderos. La planta de Vall d'Alba se cerró en el momento que los ganaderos debían hacerse cargo de los costes del tratamiento, unos costes que no podían asumir y buscaron otras soluciones más rentables para ellos. «En este sentido, habría que decir que otras diputaciones, como la de Ourense o la de Teruel, sí que subvencionan el servicio, y que esos deberían ser nuestros modelos», agregó Trenco.
«Los ganaderos han planteado desde el primer momento a través de las organizaciones agrarias la necesidad de subvencionar también el tratamiento para suplir la diferencia de precio de lo que les cuesta actualmente el sistema de llevarlo directamente al campo. Precisamente, la planta de la Todolella todavía funciona porque no se les cobra nada a los ganaderos que llevan allí sus purines », concluyó Trenco.
