Un empresario ucraniano deja su apacible vida en Alicante para luchar contra la invasión rusa
Kyrylo decidió marcharse a la guerra para defender a sus compatriotas y dejar su negocio y vida en Altea
Se llama Kyrylo Timoshenko y es el protagonista de una de las muchas historias que nos llegan desde Ucrania y que tienen algo que ver con nuestra tierra. En este caso se trata de Kyrylo, un ucraniano que lleva más de veinte años viviendo en Altea. Una vida asentada en Alicante, con su negocio en Benidorm y que ha decidido abandonar de forma radical para defender a su gente.
Kyrylo ha regresado a Ucrania para empuñar un arma y evitar así la masacre rusa en su país. Él, natural de Donetsk, decidió al comenzar la guerra que debía hacer algo. Por eso dejó su apacible vida en la costa alicantina, donde llegó hace 22 años para estudiar y decidió quedarse.
En sus videos cuenta que los ánimos “están muy arriba” y relata que en dos semanas tienen más de medio millar de soldados capturados y otros 12.000 que han muerto, según datos oficiales del gobierno ucraniano. Lamenta, eso sí, que mucho de los fallecidos son jóvenes “que no saben dónde van”.
Kyrylo muestra con una tranquilidad atronadora los coches hechos ceniza, las viviendas destrozadas, los restos de los bombardeos, todo ello mientras se escucha de fondo el sonido de las bombas. El joven agradece a la gente de Ucrania que se acerca a los militares a darles comida y bebida.
