Una histórica ermita de un municipio de Castellón, a punto de derrumbarse

Con el techo derrumbado, con una enorme grieta en la fachada, las paredes desconchadas y en estado ruinoso. Así se encuentra la Ermita del Calvario de Nules que históricamente ha sido usada para el culto tanto por los vecinos de esta localidad de la Plana Baixa como del municipio vecino de La Vilavella.

Además, el jardín ubicado en el entorno del inmueble religioso era una zona de esparcimiento donde las familias acudían cada año a comerse la longaniza y la mona de Pascua.

Sin embargo, en los años 90 con la construcción de la residencia de ancianos Virgen de la Soledad, la ermita perdió su uso y el jardín que sigue siendo propiedad del obispado, queda para uso de la residencia, según explica el concejal de Patrimonio de Nules, Guillermo Latorre.

“El estado es lamentable. La ermita está a punto de derrumbarse”, asegura el edil, por lo que “durante la anterior legislatura hemos mantenido contactos con el obispado para que acometa una reforma integral pero siempre hemos obtenido una respuesta negativa”, señala Latorre.

En 2022, última vez que mantuvieron contacto ambas administraciones, Latorre explica que “solicitamos al obispado que hablara con la Diputación de Castellón para firmar un convenio a tres bandas, pero ahí se quedó el tema”.

Asimismo, el Ayuntamiento de Nules quiere recuperar el jardín para uso municipal, para que “la gente pueda ir como se hacía antiguamente y sea un lugar público”, pero tampoco el obispado a atendido esta petición.

Movilización ciudadana

Visto el lamentable estado de conservación de la ermita del Calvario de Nules, un grupo de vecinos ha indicado los trámites para formalizar la asociación Amics del Calvari y recoger firmas con la finalidad de que el obispado acometa la obra y ceda el jardín al ayuntamiento.