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Una plantà fallera muy peculiar en plena pandemia del COVID-19

Plantando el ninot en el Museu Faller de Gandia
Plantando el ninot en el Museu Faller de Gandia
  • El taller Palacio y Serra de Gandia ha vuelto a plantar el ninot de 7 metros que preside el Museu Faller de la capital de la Safor, caído durante el temporal Dana

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Uno de los principales eventos festivos que se suspendió en España a causa de la pandemia del COVID-19 fueron las fallas.

De hecho, es uno de los sectores más castigados por la incertidumbre en la que se encuentran. No pudieron plantar los monumentos el pasado mes de marzo, por lo que han tenido que guardarlos y no saben qué va a pasar con las siguientes fallas.

A pesar de la sucesión de circunstancias negativas, hay un taller fallero que ha hecho su particular plantà en el Museu Faller de Gandia.

A lo alto de una de las partes laterales del edificio, lo primero que se observa es un gran ninot dando la bienvenida. Este remate fallero cayó durante el último temporal, el Dana, y no se había vuelto a plantar hasta ayer mismo. Ha sido el taller Palacio y Serra los que se han encargado de adecuar la pieza, rehabilitarla y dejarla en las mejores condiciones para que vuelva a presidir una de las joyas de las fallas de Gandia, su Museu Faller.

De esta manera, durante estos meses de complicaciones en los que tampoco han podido plantar las tradicionales hogueras en Alicante, el taller Palacio y Serra se ha dedicado a preparar y reforzar este remate dañado por el temporal.

Así pues, los artistas falleros dejaron atrás por un momento la pandemia del Coronavirus y las dificultades de no haber celebrado las fallas pasadas y se centraron en disfrutar de ser los únicos privilegiados en Gandia que iban a plantar, aunque sea, un ninot fallero en lo alto del Museu.

Se trata de un mago de siete metros que está elaborado y reforzado con hierro, poliéster y pintura acrílica de dos componentes.

Tras plantarlo de nuevo, han sido los propios artistas quien confiesan haber vuelto a sentir “lo bonito que son los nervios de la plantà”.

Es el propio taller fallero quien admite que, plantando este ninot, se han quitado la “espinita clavada después de no haber podido plantar ni las fallas ni las hogueras”. Con Luis Palacio y Pepe Mas a la cabeza de la dirección del taller fallero, demuestran una vez más que “el sector de los artistas falleros somos capaces de reinventarnos y ofrecer a la sociedad grandes obras de arte que se pueden lucir en edificios emblemáticos, casas o empresas”.

Se refieren al gremio como un sector “muy tocado hoy en día, pero que debe continuar adelante y la sociedad debe hacer valer el gran trabajo que hemos realizado y seguiremos haciendo siempre”.

Como recalcan Palacio y Mas públicamente, el sector de los artistas falleros está en fase de reconstrucción y evolución. Ya son muchos los encargos a nivel individual y personal a modo de regalo de una figura fallera tan tradicional cada mes de marzo y tan añorada en un año de pandemia como el actual.

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