Pasa a disposición judicial el presunto asesino del vecino de Gandia

El presunto asesino del vecino de Gandia comparece en el juzgado de esta localidad valenciana acusado de asesinar a Carlos Almiñana, un conocido vecino de Gandia de 67 años que apareció maniatado y muerto en la cama de su domicilio a finales del pasado mes de febrero.

A las 11:30 horas de hoy, el presunto autor del crimen entraba en los juzgados de Gandia esposado y acompañado por cinco agentes de la Policía Nacional. 
El joven está a la espera de la decisión judicial, que le mandará a prisión por todas las pruebas inculpatorias que ha recabado Homicidios.

La noticia de la muerte de Carlos Almiñana saltaba el 24 de febrero aunque según la autopsia este vecino de Gandia llevaba seis días muerto. Cabe recordar que el cadáver se descubrió tras las sospechas de sus dos sobrinos, que no localizaban al fallecido desde hacía varios días. Los familiares de Carlos fueron a su casa acompañados de la Policía Local donde se halló el cuerpo sin vida de su tío.

El cadáver tenía las manos atadas por la espalda y los pies amordazados, estaba en ropa interior y presentaba claros signos de violencia. Según el primer informe, la causa de la muerte podría haberse producido por asfixia.

Tras apenas 15 días de investigación por parte de Homicidios, los agentes arrestaron al asesino en Valencia.

Todas las pistas e indicios recabados en el lugar del crimen, la propia casa del asesinado, y las imágenes de las cámaras de seguridad de la entidad bancaria donde robó dinero a la víctima lograron que la Policía Nacional detuviera al homicida.

Tras asesinar a Carlos, la víctima, el asesino robó importantes cantidades de dinero de sus tres tarjetas de crédito y sustrajo el coche del garaje. Desde el momento en el que detectaron el suceso, fueron sus sobrinos quienes alertaron que no recibían respuesta por su parte desde hacía días, los propios familiares y vecinos de Carlos dieron una detallada descripción de cómo era quien le acompañaba últimamente.

Tal y como informó elperiodic.com, tras atar a la víctima de manos y pies en su dormitorio, el asesino campó a sus anchas por la casa, tanto que al salir cerró doble con llave.

Tras asesinarlo y durante los siguientes días, se dirigió a una entidad bancaria para sacar todo el dinero posible de las cuentas de Carlos, habiéndole robado ya sus tarjetas de crédito.

La puerta del domicilio no estaba forzada, ya que quien lo mató era conocido por la víctima y no le hizo falta revolver toda la casa para encontrar lo que quería. Por este motivo se ha descartado el robo casual.

En el domicilio se detectó que también habían sido robadas cosas personales de la víctima, su cámara de fotos, su ordenador y su móvil, además de su Citroën C4 de color rojo.