La luz en ámbar del semáforo puede tener los días contados
Son muchos los percances que se producen entre vehículos y peatones cuando el ámbar del semáforo parpadea
Una luz ámbar en el semáforo indica que la luz cambiará inminentemente a rojo, por lo tanto, el vehículo ha de proceder a su detención. Sin embargo, la realidad es muy distinta, y lo que tiende a suceder cuando esa luz color ámbar entra en escena es el acelerón típico para cruzar el paso de peatones antes de que puedan penalizar por ello. Mucha gente tiende a actuar de esta manera, y nunca suele llevar conllevar muchos problemas, menos cuando estos ocurren, y es que, la luz ámbar no solo se da en aquellas ocasiones en las que se avisa del cierre momentáneo de la circulación, sino también en aquellas en las que puede aparecer una luz parpadeante en ámbar al mismo tiempo que el semáforo en verde para los peatones. Y estas sí suelen conllevar más disputas, malentendidos, y accidentes.
Por norma general, esa luz parpadeante en ámbar siempre da prioridad a los peatones, cuyo semáforo es de color verde, pero esta norma no siempre se cumple, y los conductores tienden a acelerar. La DGT está en proceso de toma de medidas para garantizar una mayor seguridad en estas situaciones, y, aunque todavía no se ha concretado nada, no se descarta la eliminación por completo de la luz parpadeante en ámbar. Durante estos años, este tipo de situaciones no han quedado exentas de problemas e incidentes, y es que, según la DGT, en 2020 35 peatones murieron y 198 fueron hospitalizados tras ser atropellados en un paso con semáforo. Uno año antes, el dato fue aún peor siendo 47 el número de fallecidos y 317 el de hospitalizados debido a situaciones similares.
Único en España
La SRF (Safer Roads Foundation) ya alertó en países como el Reino Unido del peligro que pueden conllevar este tipo de cruces y enclaves. Ahora se fijan en España, ya que afirman, es el único país del mundo que mantiene fases de ámbar intermitente al mismo tiempo que el color verde para los peatones. La solución preferida para poder subsanar el problema es la de separar en dos etapas distintas el cruce de unos y otros, reduciendo el tiempo para los peatones, y así poder eliminar la luz ámbar parpadeante. Uno de los ejemplos que tomó la SRF para argumentar esta postura se encontraba en Benidorm y su Avenida de la Unión Europea. Las conclusiones a las que se llegaron afirmaban que existía un riesgo firme de atropello para los peatones y que
“el comportamiento de los conductores provoca un riesgo continuado de accidente. En particular en un contexto de cambio en la movilidad, con mayor presencia de bicis y patinetes”.
Desde la DGT son conscientes del mensaje “contradictorio” que pueden llegar a emitir este tipo de cruces, haciendo que los peatones se vuelvan aún más vulnerables. Ya se han puesto sobre la mesa algunas recomendaciones para que la seguridad dentro de estos pasos no quede diezmada, como, por ejemplo, no usarlos en tramos que queden fuera de las intersecciones, ni tampoco en aquellas ocasiones en que existan giros a la derecha para vehículos en vías con más de un carril. Otras soluciones podrían ser los semáforos con pulsador en aquellas zonas en las que la frecuencia de peatones sea muy baja, para así poder adaptar la seguridad vial a las necesidades de los peatones.
