Vecinos de Honduras apoyan a los hosteleros en su lucha contra el recorte de terrazas y activan una campaña de recogida de firmas

Vecinos de Honduras y Blasco Ibáñez han mantenido una reunión con la junta directiva de la asociación de hostelería y ocio responsable de la zona para mostrarles su apoyo en la lucha por la paralización de los recortes de terrazas que afectan a 72 locales y ponen en jaque 120 puestos de trabajo.

La reunión, convocada a raíz del apoyo espontáneo de una parte importante de los vecinos del barrio a la campaña de protesta contra la reducción de terrazas y que hizo que algunos de ellos acudieran a la concentración del pasado lunes ante el edificio de Tabacalera, ha servido para que ambos colectivos aúnen posturas sobre las medidas que el Ayuntamiento debe tomar contra el ruido y los conflictos.

De hecho, los representantes de la Junta Directiva de la Asociación de Hostelería y Ocio Responsable de Honduras-Blasco Ibáñez han explicado a los vecinos que han acudido al encuentro los motivos que han puesto “injustamente” en el punto de mira a la hostelería como responsable de los problemas de convivencia. 

En este sentido, han resaltado que el conflicto sobre molestias y ruido arrancó en 2010 cuando el Ayuntamiento desmanteló el botellón de Tarongers, desplazando el ocio de los universitarios hacia la zona residencial sin planificar ninguna actuación y sin pensar en las consecuencias que provocaría.

Ahora, han remarcado, la historia se repite, ya que, en 2021, y como consecuencia del improvisado final del toque de queda, se produjo un estallido de socialización en la zona universitaria, cuando los locales de ocio y hostelería estaban cerrados, que tuvo consecuencias “muy negativas,” con altercados y actos violentos en la zona que provocaron el malestar y la movilización de los vecinos.

De hecho, han asegurado que el principal problema que tiene la zona de Honduras y Blasco Ibáñez es el hecho de que sea la principal zona residencial de los universitarios de Valencia, con más de 3.000 pisos de estudiantes en el distrito marítimo. Esto, han resaltado, supone una población de más de 10.000 universitarios que genera un impacto económico positivo para supermercados, para los vecinos que alquilan sus viviendas, las tiendas 24 horas, la hostelería y el comercio, pero que también tiene unas consecuencias negativas.

Más inspecciones para las actividades ilegales, presencia policial y control de los pisos universitarios

En este contexto, la asociación de hosteleros y pymes del ocio de la zona, junto con la Coordinadora de Hostelería de los Barrios de Valencia, ha reiterado su compromiso y apuesta por un plan de medidas para combatir todo tipo de molestias y conflictos, pero de forma compatible con la protección de las pymes y puestos de trabajo del barrio.

Una batería de medidas que para los hosteleros pasa por el mantenimiento de la campaña de control de los locales y la inspección y denuncia de cualquier situación irregular, así como por la puesta en marcha de una campaña de control de los pisos universitarios que garantice la correcta convivencia en los edificios. También inciden en el necesario el incremento de la presencia policial para acabar con las actividades ilegales y la delincuencia existente en el barrio o en la puesta en marcha de campañas de concienciación y mediación para reclamar la responsabilidad y el civismo de los más jóvenes.

Estas medidas han sido bien vistas por los vecinos que se están sumando y posicionando contra el recorte de terrazas y han mostrado la voluntad de ir de la mano para reclamar al Ayuntamiento de Valencia que destine los recursos necesarios para atajar los problemas de raíz, tras años de inmovilismo por parte de las concejalías competentes, evitando así el cierre de locales y el despido de personal. De hecho, los vecinos, ya han activado una campaña de recogida de firmas contra los recortes y la búsqueda de soluciones urgentes y efectivas.  A lo largo de la mañana se han recogido 96 firmas y se han retirado hojas para la recogida de 300 más de vecinos del barrio.