València en Comú propone presupuestos participativos para los barrios
Jordi Peris, candidato de València en Comú a la alcaldía, desgranó ayer el programa de la plataforma municipalista en un debate organizado en el salón de actos de la ONCE por la Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia. También estuvieron los cabeza de lista de los demás partidos políticos que concurren a las elecciones municipales excepto al PP, representado por el número dos de su candidatura.
Además de hablar de sus respectivos programas, los candidatos respondieron a numerosas preguntas del público, integrado, sobre todo, por activistas de las diferentes asociaciones vecinales de la ciudad. En este sentido, Jordi Peris subrayó, una vez más, los tres ejes programáticos de València en Comú: regeneración democrática, derechos sociales y participación ciudadana.
Peris abogó por paliar la desigualdad entre unos y otros barrios de Valencia a través del desarrollo de infraestructuras, la defensa activa de los derechos sociales como “el derecho a suministros básicos”, y la puesta en marcha de políticas de empleo en sectores estratégicos como la rehabilitación de viviendas, la sostenibilidad y la atención social.
El candidato de València en Comú a la alcaldía recordó las propuestas de la plataforma municipalista de establecer “una renta mínima municipal para la gente sin recursos” y un sello municipal de calidad para la contratación; insistió en que “la vivienda es un derecho humano fundamental, por lo que, si estamos en el Ayuntamiento, nos enfrentaremos a los banco que hacen desahucios”; y repitió que València en Comú quiere “un Cabanyal rehabilitado y no otra cosa”, mostrando de nuevo su rechazo al plan de prolongación de la Avenida Blasco Ibáñez.
Ante las reiteradas preguntas sobre la práctica del botellón, Jordi Peris se mostró firme partidario del “derecho al descanso”, pero, ante las medias solo represivas, abogó por “educación, mediación y ocio alternativo”.
Peris también defendió un replanteamiento en profundidad del funcionamiento de las Juntas Municipales de Distrito para hacer de ellas “espacios barriales donde la ciudanía organizada y la ciudadanía no organizada proponga, fiscalice”, defendiendo en este sentido unos presupuestos participativos para los barrios, subrayando que “la participación es la práctica cotidiana de hacer política en València en Comú”.
