Sánchez-Barcáiztegui: "Los nuevos restaurantes aumentarán los atractivos turísticos de la Marina Real de Valencia"

El secretario autonómico de Infraestructuras y Transporte, Victoriano Sánchez-Barcáiztegui, ha asegurado que los nuevos restaurantes aumentarán los atractivos turísticos de la Marina Real del puerto de Valencia.

Sánchez-Barcáiztegui ha realizado estas declaraciones durante su visita hoy a las obras del equipamiento turístico II de la Marina Real Juan Carlos I del puerto de Valencia, acompañado por el concejal de Deportes, Cristóbal Grau Muñoz, y el director de Consorcio Valencia 2007, Pablo Landecho.

El Secretario Autonómico ha explicado que esta actuación, que cuenta con un presupuesto de 433.547 euros, "es un magnífico ejemplo de crear espacios de esparcimiento y ocio para los ciudadanos y los visitantes de la ciudad de Valencia dada su privilegiada situación estratégica".

Dentro del recinto del equipamiento turístico II, se ha procedido a la firma del acta de mediación técnica de la obra, por parte de la dirección de obra y de la empresa constructora.

Sánchez-Barcáiztegui ha explicado que este restaurante es uno de los tres previstos en la Marina Real. Uno de ellos está ya finalizado y en unos días se abrirá al público. Por lo que respecta al tercero, un cambio de ubicación obligó a modificar el proyecto, pero en unas semanas está previsto el inicio de las obras.

El Secretario Autonómico ha asegurado que estos restaurantes contribuirán al impulso turístico de esta zona formando parte de los espacios lúdicos dispuestos en la misma para el disfrute y expansión de los visitantes.

El restaurante número II está situado próximo al cantil sur de la Marina Real Juan Carlos I, en el actual parque lineal que ocupa toda la marina sur. Su emplazamiento aprovecha la cimentación existente constituida por una losa de hormigón armado. Cuenta con una superficie construida de 156,22 m2 y alberga las instalaciones de: aseos, sala de instalaciones, almacén, cocina y barra.

El edificio consta de dos piezas dispuestas en L que limitan la sala principal protegiéndola frente al fuerte soleamiento del sur, y orientando el disfrute de las vistas sobre la dársena y el canal a norte y oeste.

Un sistema de lamas orientables de aluminio resuelve la protección solar, adaptándose de forma precisa a la mañana y a la tarde y a las diferentes épocas del año, ya que en invierno se abren para permitir la entrada del sol y en verano se cierran, permitiéndose las vistas al mar durante todo el año.

En la fachada sobre el cantil, dos carpinterias correderas de aluminio permiten su total apertura al retirarse y deslizarse hasta el interior de las piezas, aumentando el espacio del local al unir la terraza al espacio encerrado, y permitiendo la transformación del espacio climatizado de la cafetería en espacio abierto y cubierto.