El rector de un seminario de Perú pide ayuda en Valencia porque “tenemos muchas vocaciones pero sin recursos para la formación”
Fernando Samaniego del seminario “Virgen de Guadalupe” visita la Fundación “Ad Gentes”
El rector del seminario peruano “Nuestra Señora de Guadalupe” de la demarcación territorial de la diócesis de Juli en el sur de Perú, Fernando Samaniego, ha solicitado ayuda en Valencia para la formación de sacerdotes, seminaristas y catequistas.
Fernando Samaniego ha visitado la Fundación “Ad Gentes” del Arzobispado de Valencia junto a Juan Pablo Vizcarra de la oficina de desarrollo institucional de la diócesis peruana, según publica en su último número el semanario diocesano PARAULA.
“A diferencia de lo que ocurre en otros países, entre ellos, España, nosotros tenemos muchas vocaciones, pero no tenemos medios para formarlas”, ha indicado el propio rector que se ha desplazado a Valencia para presentar un proyecto de formación permanente.
Con esta propuesta “también saldrán beneficiadas las nuevas vocaciones que surgen en esta región andina, la segunda más pobre de todo el país”. Igualmente, el rector también ha presentado un programa de apadrinamiento de seminaristas.
En la actualidad, en el seminario “Nuestra Señora de Guadalupe” situado a más de 3.000 metros de altitud en el altiplano peruano junto al lago Titicaca, conviven y se forman a 37 seminaristas con edades desde los 18 a 30 años. “Nuestros seminaristas, no pueden aportar nada de dinero, y en el mejor de los casos, como mucho, 15 euros al mes para su formación”, remarca Fernando Samaniego.
Las aportaciones económicas son imprescindibles para el sostenimiento del seminario que lleva en funcionamiento desde el 2002. “Las dificultades económicas en las que se encuentra inmersa la región limita mucho nuestra capacidad para poder formar a nuestros seminaristas”.
El propio edificio del Seminario necesita reformas ya que originariamente era un hotel y carece de la distribución apropiada. Las obras previstas consisten en la creación de un oratorio, mejorar la zona de cocinas y comprar libros para la biblioteca.
La economía de la zona está basada en la agricultura y la mayor parte de la población que es católica es campesina. “El 80 por ciento de ellos vive por debajo de la línea de la pobreza”, ha añadido.
De clima frío y seco con una escasa concentración de oxígeno, y marcado por amplitudes térmicas que llegan incluso a diferencias de 30ºC en un mismo día la economía doméstica de la zona se basa fundamentalmente en la agricultura, la ganadería y una pequeña minería.
