"Valencia no es, en absoluto. la segunda ciudad más endeudada de España"

Durante la exposición del proyecto presupuestario para 2011, la Alcaldesa se ha referido al índice de deuda del Ayuntamiento, elemento fundamental dado que es el dato que utiliza el Gobierno para determinar la prohibición o no de acudir al crédito por parte de las entidades locales.

“A 31 de diciembre de 2010, el capital de deuda vivo será de 886.120.000 euros”, ha asegurado la Alcaldesa, es decir, que el porcentaje se sitúa en el 107’44%, un índice menor que este año. Ello se debe a que se prevé amortizar 60 millones de euros, aproximadamente, lo que reducirá más aún el nivel tras la liquidación del presupuesto de 2010.

Al referirse a estos datos, la Alcaldesa se ha hecho eco de “diversas informaciones” que sitúan a Valencia como el segundo ayuntamiento más endeudado del Estado, y ha rebatido con firmeza este dato: “Valencia no está en esa posición –ha afirmado- sino que es la segunda ciudad de España la que, como es natural, ocupa la segunda posición en deuda municipal”. Es decir, que Barcelona, con sus 1.200 millones se sitúa así por encima de nuestra ciudad, pese a que los datos de deuda que emite el Consistorio catalán no reflejan esta realidad. Ello se debe a que el cálculo de la deuda que presenta Barcelona no tiene en cuenta las cifras referidas a los organismos municipales y empresas de la ciudad, por lo que su posición por debajo de Valencia es errónea y equívoca, ya que no computan como deuda del Ayuntamiento de Barcelona conceptos como Parque del Tibidabo, cementerios municipales, servicios fúnebres municipales… etcétera.

La Alcaldesa se ha hecho eco así de ciertas informaciones que “pretenden hacer aparecer el Gobierno de nuestra ciudad como manirroto y derrochador”, y ha dado a conocer los datos sobre la deuda de las otras grandes ciudades españolas, que sitúan a cada una en el ligar que le corresponde. Así, por detrás de los 1.200 millones de deuda reales de Barcelona, aparece también Zaragoza, con 777 millones, o Sevilla, con 651 millones. “Es decir –ha explicado- que las restricciones al crédito ordenadas desde el Gobierno socialista afectan a las ciudades grandes, y también a varias pequeñas”.

“Durante tres meses se ha tratado de hacer recaer sobre Valencia el estigma del despilfarro –ha concluido- y no estoy dispuesta a consentirlo”.