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El Ayuntamiento presenta sugerencias para incrementar y clarificar las garantías de protección de la huerta

    La Junta de Gobierno Local ha aprobado hoy las alegaciones al Plan de Acción Territorial de la Huerta (PATH) con el objetivo de clarificar dudas en su redacción y facilitar la tutela municipal en la tramitación y gestión de los proyectos que se lleven adelante, así como para garantizar una mayor agilidad en su recuperación. Así lo ha anunciado el concejal de Desarrollo Urbano y responsable de la Planificación Urbana de la ciudad, Vicent Sarriá.

    Como es conocido, el Plan de Acción Territorial de Ordenación y Dinamización de la Huerta (PATH) de València (DOCV 7826 del 12/7/16) y el anteproyecto de Ley de la Huerta (DOCV 7889 del 6/10/16) recogen como objetivo principal preservar, recuperar y dinamizar la huerta por sus valores productivos, ambientales, históricos y culturales, "que son determinantes para la calidad de vida de los vecinos y la gestión sostenible del Área Metropolitana".

    Durante su reunión de hoy viernes, la Junta de Gobierno Local ha asumido los informes técnicos elaborados por los distintos servicios municipales sobre esta cuestión, que serán remitidos a la Generalitat, en el marco del proceso de información pública sobre el Plan, que finaliza el 31 de octubre, tras cuatro meses de exposición para recibir sugerencias y alegaciones.

    Entre las cuestiones que el Ayuntamiento plantea para mejorar el texto y clarificar algunos de sus contenidos destacan aspectos referidos al catálogo de BRL (Bienes de Relevancia Local), enclaves de recuperación de huerta, Zona Rural Común y Usos admisibles en la huerta, entre otros.

    Respecto al catálogo, el PATH incorpora tanto suelo de huerta como suelo urbano, después de que el Ayuntamiento aprobara definitivamente el pasado año un Catálogo Estructural de Bienes, informado favorablemente por la Generalitat, con un detalle exhaustivo en fichas individualizadas, y con las características de los edificios Bienes de Relevancia Local. Desde el Ayuntamiento se considera que debería limitarse el catálogo del PATH a los elementos protegidos de la huerta sin incorporar el suelo urbano.

    En cuanto a los enclaves de recuperación de huerta, el PATH habla de ellos pero no los identifica. El anteproyecto de la Ley de la Huerta establece que podrán establecerse enclaves como sectores de recuperación de huerta; sin embargo el PATH no los incorpora y deja en manos de los Ayuntamientos esta decisión, por lo que se solicita dar un plazo a los municipios para que los identifiquen y se incorporen en el documento.

    RECUPERACIÓN DE LA HUERTA Y ZONA RURAL COMÚN

    Del mismo modo, el PATH no distingue las actuaciones a llevar a cabo entre los sectores de recuperación de huerta y las zonas rurales comunes. Por eso, y ante lo que se considera una contradicción, las alegaciones del Ayuntamiento sugieren que el PATH establezca con claridad el desarrollo urbanístico o no cuando proceda.

    En este sentido el PATH reserva como zona rural común el sector de la Punta, lo que deja en manos del Ayuntamiento la decisión futura de las actuaciones a desarrollar en él. De hecho, el Ayuntamiento Pleno, en sesión celebrada el pasado 29 de septiembre, aprobó los criterios de ordenación de la ciudad en el contexto de la Revisión Simplificada del PGOU y mantiene el sector de la Punta como zona rural común que plantea el PATH, con el objetivo de garantizar la conexión y permeabilidad de la ciudad con el barrio de Natzaret.

    Respecto a los usos admisibles en la huerta, el PATH permite, para la huerta de máxima protección H1, exclusivamente usos agrícolas y terciarios que dinamicen la huerta. Pero para la clasificación de huerta H2, de protección común, determina usos dotacionales pero relacionados con la huerta, y vinculados por tanto al sector agrario, y a ser posible actuando sobre los preexistentes. En la sugerencia municipal se solicita una clarificación de los tipos de usos y sus características.

    La PATH establece un conjunto de requisitos y trámites administrativos que, a juicio del Ayuntamiento, es excesivo y, además, asume prácticamente tota la tutela, lo que deja a los ayuntamientos sin competencias al respecto. Por eso, la solicitud del Ayuntamiento de Valencia sobre este asunto se dirige a lograr una simplificación administrativa, ya que lo previsto "dificulta la agilidad necesaria en las actuaciones", manteniendo las garantías jurídicas y cediendo a los Ayuntamientos los trámites necesarios.

    LOS METROS CUADRADOS DE ZONAS VERDES

    Además, el nuevo planeamiento general del Plan señala para los ayuntamientos la obligación de alcanzar en todo el municipio la ratio de 10 metros cuadrados de zona verde y parques por habitante. Dada la imposibilidad de alcanzar esta ratio por parte la mayoría de ayuntamientos por falta de suelo disponible, el PATH establece la posibilidad de computar suelo de huerta como zona verde, con el objetivo de garantizar la protección de aquella. El Plan prevé que se valoren a precio de mercado los metros cuadrados de zona verde que no van en suelo urbano y se computan en la huerta (con el objetivo de invertir directamente esta cantidad en la huerta en proyectos de recuperación, itinerarios, patrimoniales, dotacionales...)

    La sugerencia del Ayuntamiento de Valencia a este respecto propone que esta valoración no se realice a precio de mercado, sino que se plantee una estimación en torno a los 10 euros por metro cuadrado.

    Esto supone que si en la revisión simplificada estructural del PGOU fuera imposible atender la ratio final de zonas verdes y parques de la ciudad (los citados 10 metros cuadrados), y fuera necesario, por ejemplo, vincular unos 100.000 metros cuadrados a la huerta, el Ayuntamiento presentaría un programa plurianual de inversiones en la huerta equivalente a 1.000.000 euros.

    Finalmente, respecto a los francos y marjales, desde el Ayuntamiento se sugiere que cualquier nuevo servicio o equipamiento que se implante en la huerta deberá justificar su viabilidad técnica y sus conexiones a las redes de saneamiento, o agua potable, entre otras.

    Además, el PATH establece que la competencia sobre francos y marjales se pase a las Comunidades de Regantes, por lo que se sugiere que la sigan manteniendo los Ayuntamiento como hasta ahora.

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